- Mapa
- Artículos
- Glaciarismo en la Sierra de Guadarrama
- Sierra del Quintanar-La Mujer Muerta-Siete Picos
- Glaciar de La Mujer Muerta
- Glaciar de Hoyo Minguete
- Glaciar de Siete Picos
- Cuerda Larga
- Glaciar de Las Cerradillas
- Glaciar del Tubo
- Glaciar de Valhondillo
- Glaciar de Hoyo Cerrado
- Macizo del Peñalara
- Glaciar de Laguna Grande
- Glaciar de la Hoya de Pepe Hernando
- Glaciar de Hoyo Claveles
- Glaciar de Peñalara
- Macizo de El Nevero
- Glaciares de la vertiente norte
- Glaciares de la vertiente sur
- Otros glaciares de los Montes Carpetanos
- Glaciar del Reventón
- Glaciar del Arroyo del Artiñuelo
- Glaciar de las Calderuelas
- Glaciar de Malagosto
- Glaciar del Reajo Alto
- Nichos de Nivación
- Cuerda Larga
- Macizo del Peñalara
- El Nevero
- El comercio de la nieve
- Meseta sur
- Meseta norte
- Pozos de nieve
- Tabla
- Referencias
Mapa
En el mapa podemos ver la localización de los glaciares de la Sierra de Guadarrama en su período de máxima extensión durante la Edad de Hielo del Pleistoceno Superior. Se muestran los distintos glaciares de la Sierra del Quintanar-La Mujer Muerta-Siete Picos, Cuerda Larga y los Montes Carpetanos, destacando los macizos del Peñalara y El Nevero.
Nota: la cartografía de los glaciares y su extensión es de elaboración propia de acuerdo con Carrasco et al. (2016), Carrasco et al. (2023) y Pedraza et al., (2019), por lo que se trata de una aproximación a los resultados de sus estudios. Los nombres de algunos glaciares pueden no corresponderse a los descritos en estudios previos. Se pueden filtrar los glaciares cuaternarios del Sistema Central por sierras: Estrella, Béjar, Gredos (Sector Central), La Serrota, Guadarrama y Ayllón.
Artículos
Esta serie de Glaciarismo en la Península Ibérica se divide en 11 artículos:
- Glaciarismo en la Península Ibérica: Principales cordilleras
- Sistema Central: Sierra de la Estrella
- Sistema Central: Sierra de Béjar
- Sistema Central: Sierra de Gredos
- Sistema Central: La Serrota
- Sistema Central: Sierra de Guadarrama
- Sistema Central: Sierra de Ayllón
- Cordillera Cantábrica: Heleros de Picos de Europa
- Sierra Nevada: Glaciar Rocoso del Corral del Veleta
- Pirineos: Glaciares Pirenaicos I (del Vignemale a La Munia)
- Pirineos: Glaciares Pirenaicos II (del Néouvielle al Mont Valier)
Glaciarismo en la Sierra de Guadarrama
Consecuencia de la Glaciación del Pleistoceno Superior, en la Sierra de Guadarrama se han identificado un total de 79 circos glaciares (Carrasco et al., 2023). Al igual que ocurre en otros sectores del Sistema Central, el desarrollo de estos glaciares fue superior en las vertientes orientales, a sotavento de los fuertes vientos dominantes del oeste. La redistribución y transferencia de la nieve entre vertientes y su acumulación en zonas propicias fue el principal método de alimentación de los glaciares del Guadarrama.
Casi todos los glaciares fueron de circo y ladera. El único glaciar de valle fue el de Valhondillo, que alcanzó una longitud total de 3,6 km, el más largo de la sierra. También se formó un glaciar de casquete en el Macizo de Los Pelados-El Nevero, del que se alimentaban varios glaciares en todas sus vertientes (Carrasco et al., 2023).
El desarrollo de los circos fue casi siempre por encima de los 1900-2000 m. El glaciar que descendió a menor altitud en el momento de máxima expansión glaciar (LGM) fue el de Hoyo Claveles, que alcanzó la cota de 1490 m (Carrasco et al., 2023).
Sierra del Quintanar-La Mujer Muerta-Siete Picos
El cordal de la Sierra del Quintanar-La Mujer Muerta-Siete Picos fue sector más suroccidental de la Sierra de Guadarrama donde se formaron glaciares. En total este cordal montañoso albergó hasta tres glaciares en el LGM: los de La Mujer Muerta, Hoyo Minguete y Siete Picos.
Glaciar de La Mujer Muerta
El glaciar de La Mujer Muerta se ubicaba en la cara noroeste de la Peña del Oso (2196 m) y La Pinareja (2197 m). Curiosamente, se trata del primer fenómeno glaciar conocido en caras norte en este sector del Guadarrama.
Los estudios realizados sobre este glaciar (Bullón, 2016) han determinado que existió una fase glaciar previa al LGM, alrededor del 33.000 BP, en la que se alcanzó la máxima extensión del glaciar (MGE). En este momento este descendía hasta una cota de solo 1350 m.
Posteriormente, durante el LGM (25.000-21.000 BP) el glaciar llegaba hasta los 1600 m, donde se pueden observar la terminación de las morrenas laterales. A partir del 20.000 BP comenzó la recesión de los hielos.
Entre el MGE y el LGM se estima que hubo un corto período con un clima más cálido y húmedo. Durante el MGE el clima era más favorable para el desarrollo y la formación de glaciares en caras norte, mientras que en el LGM el movimiento atmosférico debió ser parecido al que prevalece en la actualidad, con los frentes más potentes procedentes del Atlántico, lo que favoreció el desarrollo glaciar en caras este. En ambas fases la perturbación de masas polares y árticas fue claramente mayor a la actual (Bullón, 2016).
Glaciar de Hoyo Minguete
El glaciar de Hoyo Minguete se situaba al oeste del Puerto de la Fuenfría, entre la cara sureste del Montón de Trigo (2161 m) y la noreste del Cerro Minguete (2026 m).
Este pequeño glaciar descendía desde unos 2050 m hasta unos 1800 m de altitud y se ha visto muy erosionado por los procesos postglaciales, tanto fluviales como movimientos de ladera.
Glaciar de Siete Picos
El glaciar de Siete Picos fue uno de los glaciares más pequeños de la Sierra de Guadarrama. Se formó en la cara sureste del Pico Somontano (2138 m), en un pequeño circo que ha sido confundido por algunos autores como un simple nicho de nivación.
Sin embargo, se trató de un pequeño glaciar de circo de diminutas dimensiones que erosionó una pequeña morrena lateral durante el LGM. Debido a su tamaño, sería uno de los primeros glaciares en desaparecer en las primeras fases de la deglaciación.
Cuerda Larga
La Cuerda Larga tuvo un desarrollo glaciar de relativa importancia en todas sus vertientes. Siendo su máxima altitud la Cabeza de Hierro Mayor (2380 m), albergó varios glaciares de circo tanto en su cara norte como la sur, así como el único glaciar de valle de la Sierra de Guadarrama, el glaciar de Valhondillo
Glaciar de Las Cerradillas
El glaciar de las Cerradillas en el momento de máxima expansión llegó a ser un glaciar de ladera alimentando por hasta cuatro circos interconectados entre sí. Estos se situaban entre la cara noreste del Valdemartín (2282 m) y la noroeste de la Cabeza de Hierro Mayor (2380 m).
Después del glaciar de Valhondillo fue el glaciar de mayor desarrollo de Cuerda Larga, con 1,5 km de longitud.
En este glaciar se distinguen ambas morrenas laterales, aunque degradas, y también dos arcos morrénicos centrales, ya erosionados por los procesos postglaciales. Teniendo en cuenta estas formaciones, se ha establecido una cota de unos 1750 m como el punto de mayor avance del glaciar.
En la parte superior del circo se pueden comprobar varias secuencias de retroceso, las cuales se corresponderían con las mismas observadas en el Macizo del Peñalara. Tras la retirara de los hielos, en este circo se formó un glaciar rocoso.
Glaciar del Tubo
Al este del glaciar de las Cerradillas en un circo contiguo a este se formó el glaciar del Tubo Norte de Cabezas, el cual en el momento de máxima expansión pudo estar en contacto con el glaciar de las Cerradillas.
La parte más elevada del glaciar rondaba los 2200 m y descendía hasta una altitud de unos 1900 m.
Glaciar de Valhondillo
El glaciar de Valhondillo fue el único de la sierra que llegó a tener un desarrollo de tales dimensiones como para convertirse en un glaciar de valle. Esto puede deberse a su amplia cuenca de alimentación, que abarcaba todo el área de Cuerda Larga comprendida entre la Cabeza de Hierro Mayor y la Fuente de la Belesa.
El glaciar descendía en dirección norte por el valle por el que actualmente baja el Arroyo de Valhondillo y alcanzaba una cota de solo 1500-1550 m. En total su longitud era de 3,6 km, siendo el glaciar más largo de la Sierra de Guadarrama.
Glaciar de Hoyo Cerrado
El glaciar de Hoyo Cerrado fue el más importante de la vertiente meridional de Cuerda Larga. A diferencia de los anteriores, tenía una orientación E-SE, similar a la mayoría de los glaciares de los Montes Carpetanos.
El circo se localiza al este del Asómate de Hoyos (2242 m), y por él desciende el Arroyo del Mediano. El glaciar tenía su terminación a unos 1760 m, donde encontramos una amplia hoya formada tras la erosión de los hielos.
Macizo del Peñalara
El glaciarismo en el Macizo del Peñalara ha sido el más estudiado de la sierra, con los primeros apuntes sobre su manifiesto modelado glaciar remontándose a mediados del siglo XIX. Esto es debido a que se trata del macizo más elevado de la sierra y el más afectado por el fenómeno glaciar durante la Edad de Hielo.
Morrenas de los glaciares
Las existencia de varias morrenas hizo pensar a los primeros autores que estas correspondían a distintas glaciaciones. Sin embargo, posteriormente se ha constatado que estas se formaron en distintas fases de la última glaciación (Würm) y no en glaciaciones previas (Riss) como se pensaba (De Pablo & Estremera, 2014).
En Peñalara se pueden distinguir las siguientes formaciones morrénicas (Carrasco et al., 2023):
- Morrena principal: marca la etapa de estabilización de los hielos durante el LGM. Al igual que en Gredos, en el Macizo del Peñalara la principal formación morrénica aparece bien definida.
- Depósitos periféricos: formaciones más externas, que marcan el momento de máxima expansión del glaciar. Este tipo de formaciones solo son perfectamente identificables en el circo de Hoyo Grande.
- Depósitos internos: formaciones que indican las distintas etapas de retroceso de los hielos.
Edades de los glaciares
En base a las distintas muestras analizadas por De Pablo & Estremera (2014), se ha establecido la siguiente cronología para los glaciares del Peñalara:
- Avance previo al LGM: pudiendo coincidir con el mismo observado en La Mujer Muerta por Bullón (2016). Estimado en torno al 32.000 BP.
- Avance durante el LGM: entre el 26.000 y el 19.000 BP, con varias fases de retroceso, avance y estabilización.
- Retroceso de los hielos: con un importante receso hacia el 18.000 BP y sobre todo a partir del 16.000 BP.
- Desaparición de los glaciares: a principios del Holoceno, cuando ya no quedaban glaciares en la Sierra de Guadarrama.
Glaciar de Laguna Grande
El glaciar de la Laguna fue el más meridional del macizo. En su momento de máxima expansión comprendía dos circos interconectados, el de Dos Hermanas al sur y el de la Laguna Grande al norte. El primero se situaba entre la Hermana Menor (2271 m) y la Hermana Mayor (2284 m) y el segundo entre la Hermana Mayor y el Peñalara (2428 m).
En total, el circo de la Laguna tenía una anchura de 1,6 km y una longitud de 1,7 km, finalizando en un complejo morrénico de complicada interpretación.
Por esta razón, Palacios et al. (2012) analizó varias muestras de las distintas formaciones morrénicas del glaciar con el objetivo de intentar reconocer sus distintas etapas.
Morrenas del glaciar
Las formaciones a menor altitud se encuentran a unos 1850 m. Por debajo de esta altitud se ha identificado un arco morrénico (muestra Laguna 1) que se pierde en el Arroyo de la Laguna y aparece más al sur como dos arcos de 500 m de largo por 20 m de ancho (Laguna 2). Estas crestas tienen un espesor máximo de 6 m y se encuentran más o menos bien preservadas.
Sin embargo, el arco morrénico más importante es el situado por encima, a unos 1950-2000 m, donde encontramos la morrena principal (Laguna 3), erosionada en la zona del arroyo. El frente de la morrena está compuesto por 4 crestas, entre las cuales se han formado varias lagunillas estacionales, siendo la más importante la Laguna Chica (1970 m). La morrena lateral hacia el norte se encuentra muy bien preservada, mientras que hacia el sur se ha visto alterada por las instalaciones de la antigua estación de esquí de Valcotos.
Hacia la cabecera del circo, la existencia de varias crestas morrénicas delata la división del glaciar en las últimas etapas de retroceso de los hielos, formándose dos glaciares independientes en los circos de Dos Hermanas y Laguna Grande.
En el circo de Dos Hermanas hay una morrena bien preservada (Laguna 4) de lo que parece ser un glaciar rocoso. Por último, en la parte más elevada del circo de Laguna Grande también se ha analizado una muestra (Laguna 5), justo debajo del pico del Peñalara.
Edades del glaciar
Los resultados de la datación de las muestras fueron los siguientes (Palacios et al., 2012):
- Laguna 1: 32.000 BP
- Laguna 2: 20.000-16.000 BP
- Laguna 3: 25.000-19.000-16.000 BP
- Laguna 4: 16.000 BP
- Laguna 5: 12.000-11.000 BP
En base a estos resultados, se ha tratado de interpretar por qué las morrenas inferiores (Laguna 2) son de menores dimensiones que la morrena principal (Laguna 3), si ambas coinciden en el mismo rango de fechas.
La respuesta, según Palacios et al. (2012), radica en la formación de un campo de hielo e incluso un pequeño glaciar por debajo de la morrena principal (Laguna 3), siendo los depósitos de las morrenas inferiores (Laguna 2) resultado de la erosión de este campo de hielo de unos 300 m de longitud, que se habría formado al abrigo de la gran morrena. Esto también explicaría por qué solo se observan este tipo de arcos morrénicos en el Circo de la Laguna y no en otros de la Sierra de Guadarrama.
Por tanto, según esta hipótesis, la evolución del glaciar sería la siguiente (Palacios et al., 2012):
- Avance mayor: anterior al 31.000 BP.
- Período de máxima expansión (LGM): alrededor de 26.000 BP, manteniéndose durante varios miles de años.
- Formación de la morrena secundaria: entre el 22.000 BP y el 16.000 BP.
- Retroceso de los hielos: a partir del 16.000-15.000 BP, con la formación de un pequeño glaciar rocoso.
- Desaparición definitiva del glaciar: hacia el 12.000-11.000 BP.
Glaciar de la Hoya de Pepe Hernando
El glaciar de la Hoya de Pepe Hernando se encontraba al norte del glaciar de la Laguna y en el momento de máxima expansión estuvo en contacto con este.
Su circo se situaba directamente en la cara E-SE de Peñalara, teniendo una anchura máxima de 1,3 km y una longitud de 1,7 km (Palacios et al., 2012).
En este glaciar solo hay un arco morrénico preservado, aunque de grandes dimensiones. En la parte norte el circo se estrecha, y aquí la morrena cierra la Laguna de los Claveles y varias lagunillas.
Las muestras analizadas por Palacios et al. (2012) en la parte septentrional de la morrena lateral del glaciar (Pepe 1 y Pepe 2), devolvieron una edad de exposición de 20.000-19.000 BP.
Por tanto, las edades coinciden con los datos obtenidos en el glaciar de la Laguna y también se encuentran en concordancia con otras morrenas analizadas en la Sierra de Gredos. De esta manera, se puede establecer que el LGM ocurrió alrededor del 26.000 BP y el glaciar se mantuvo estable hasta el 20.000-19.000 BP, momento en el que comenzó el retroceso de los hielos. En el 16.000 BP el proceso de deglaciación se aceleró y los últimos restos glaciares desaparecieron hacia el 12.000 BP (Palacios et al., 2012).
La mínima altitud a la que descendía este glaciar en su momento de máxima expansión fue de unos 1740 m, algo por debajo de la Hoya de Pepe Hernando.
Glaciar de Hoyo Claveles
El glaciar de Hoyo Claveles fue uno de los glaciares de mayor desarrollo del macizo.
Su circo se situaba entre la cara noreste del Risco de los Pájaros (2258 m) y la cara sureste del Alto de los Neveros (2139 m), estando en contacto con el glaciar del Brezal por el sur y el glaciar de Hoyo Cerrado por el norte.
Descendía hasta una altitud de solo 1490 m en el momento de máxima expansión.
A la retirada del glaciar dejó dos escalones, uno a unos 1940 m donde se sitúa la Laguna del Operante, y el superior a 2170 m donde se ubica la Laguna de los Pájaros.
Glaciar de Peñalara
En la cara noroeste del Peñalara hay algunos elementos que nos hacen indicar de la existencia de un glaciar también en esta vertiente de la montaña. Estos son principalmente signos de actividad periglaciar, como flujos de derrubios (debris flow) y la presencia de lo que parecen ser formas morrénicas.
Además, en la mitad de la ladera afloran las paredes del antiguo circo glaciar y al pie de estas diversas formas morrénicas que concurren en el entorno del Chozo Aránguez.
Por estos indicios, la existencia de un glaciar en esta orientación podría ser factible, además teniendo en cuenta que son unas características similares al circo glaciar de La Mujer Muerta. Esto significaría que este glaciar se habría formado antes del 30.000 BP y podría haber existido también durante el LGM.
Macizo de El Nevero
Después del Peñalara, el macizo de los Pelados-El Nevero fue el de mayor importancia de los Montes Carpetanos en cuanto a glaciarismo. Este macizo se localiza entre los puertos de Malagosto por el oeste y Navafría por el este, y en su parte más elevada hay varias cimas que superan los 2000 m, destacando Los Pelados (2138 m) y El Nevero (2209 m).
En este macizo se han identificado hasta un total de 14 glaciares organizados alrededor de un glaciar de casquete similar al que también hubo en la Sierra de la Estrella, Béjar o Gredos (Carrasco et al., 2023):
- 3 glaciares de desagüe (tipo oulet) hacia el NE
- 6 glaciares de ladera
- 3 glaciares de circo conectados con el glaciar de casquete
- 2 glaciares de circo desconectados del casquete
Glaciar de casquete
El glaciar de casquete se diferenciaba, según Carrasco et al. (2016), en un glaciar de domo o montera (plateau icecap) en su parte oriental (El Nevero) y un glaciar de meseta (plateau icefield) en la occidental (Los Pelados).
La diferencia entre ambos es que en el glaciar de meseta, debido a la topografía, se generaba un flujo del hielo hacia los distintos glaciares, interconectados entre sí en sus cabeceras. Sin embargo, en la parte de montera o domo el flujo se veía poco condicionado por las características del terreno.
El autor destaca también la presencia de varios nunataks o cumbres deglaciadas en aquellos lugares donde no se han encontrado huellas de erosión glaciar.
En total, la superficie cubierta por hielo en el macizo durante el LGM fue de 13 km2, con un espesor de hielo máximo de 120 m. La Línea de Equilibrio Glaciar (ELA) en este momento se situaba a 1926 m, es decir, unos 1000-1200 m por debajo de la actual (Carrasco et al., 2023).
Edades de los glaciares
En base al análisis de diversas muestras, se ha realizado la siguiente datación cronológica en el macizo (Carrasco et al., 2023):
- Posible glaciación previa al LGM: estimada alrededor del 60.000-34.000 BP, en concordancia con lo observado también en las caras norte de La Mujer Muerta y Peñalara.
- Momento de Máxima Expansión (LGM): dado en torno al 26.000 BP, coincidente con la mayoría de glaciares del Guadarrama y similar a otras zonas del Sistema Central.
- Reavance y estabilización: con etapas de pequeños avances y estabilización de los hielos, después del 19.000 BP.
- Deglaciación: a partir del 15.500 BP, con una aceleración de la retirada de los hielos.
- Fin de la glaciación: estimado entre el 12.000 y el 11.000, a principios del Holoceno
Glaciares de la vertiente norte
El mayor flujo de descarga del glaciar de casquete era hacia el N-NE. Aquí la topografía ondulada facilitaba la canalización del hielo a través de las lenguas de los glaciares de Artiñuelo, Peñacabras y el Chorro (Carrasco et al., 2023). Estos glaciares descendían hasta una cota de 1760-1860 m.
Aparte de estos tres glaciares de desagüe, en la vertiente norte del macizo también existían otros dos glaciares:
- Glaciar de Romalo Pelado: uno de los dos glaciares desconectados del casquete. Formado en un circo a poco más de 1900 m, con una orientación E-ESE y que descendía hasta un cota de unos 1760 m.
- Glaciar de las Pozas: el más oriental del macizo, en contacto con el glaciar de Hoyo Grande en el momento de máxima expansión. Descendía hasta unos 1730 m de altitud, por debajo del Puerto de Navafría.
Glaciares de la vertiente sur
En el lado meridional la interconexión entre glaciares se realizaba a través de varios collados (Carrasco et al., 2016).
Los glaciares de esta vertiente fueron, de oeste a este: los del Arroyo del Horcajo, Hoyo Borrascoso, Hoyo Cerrado, Porrinoso-Peñacabra, el Nevero, Arroyo del Hornillo, Arroyo del Palancar y Hoyo Grande.
Además, también estaba el glaciar de las Lagunillas, que era el segundo glaciar de circo desconectado del casquete glaciar. Este se formó en un pequeño circo con orientación sureste entre unos 1750 y 1900 m de altitud. Su terminación se situaba a la altura del área recreativa de las Lagunillas.
De todos los glaciares, el de mayores dimensiones fue el de Porrinoso-Peñacabra, con una longitud de más de 2 km y que alcanzó la cota más baja del macizo, 1560 m.
Otros glaciares de los Montes Carpetanos
Además de los glaciares de los macizos del Peñalara y El Nevero, en el cordal de los Montes Carpetanos había otros glaciares, alguno de dimensiones notables. Estos se situaban en las cercanías de los puertos del Reventón, las Calderuelas y Malagosto, y en las cumbres del Reajo Capón (2090 m) y Reajo Alto (2103 m).
Al norte de Reajo Alto no hay restos de modelado glaciar ni en la vertiente madrileña ni en la segoviana hasta más allá de Somosierra, donde sí aparecen restos glaciares en la Sierra de Ayllón.
Glaciar del Reventón
El glaciar del Reventón se situaba en el circo de la cara este del Cerro Morete (2133 m). Tenía un amplio circo que abarcaba entre los Altos de los Poyales (2081 m) por el sur y el Puerto del Reventón (2039 m) por el norte.
En el momento de máxima expansión el glaciar descendía hasta una cota de unos 1640 m.
Glaciar del Arroyo del Artiñuelo
Glaciar que se localizaba al sur del Collado de la Flecha (1923 m). Tenía una dirección S-SSE, y descendía por donde actualmente discurre el Arroyo del Artiñuelo hasta una altitud de unos 1600 m.
Probablemente durante el LGM estuvo en contacto con el glaciar del Arroyo de las Víboras por el sur.
Glaciar de las Calderuelas
El glaciar de las Calderuelas se encontraba inmediatamente al sur del Puerto de las Calderuelas. Tenía una orientación S y descendía encajonado hasta una altitud de unos 1870 m.
En el momento de máxima expansión de los hielos pudo llegar a estar en contacto con el glaciar de La Flecha, ubicado en la cara este de esta montaña (2077 m).
Del modelado glaciar de las Calderuelas es muy interesante la presencia de un hidrolacolito, único de estas características en el Sistema Central (Carrasco et al., 2023). Este tipo de fenómeno se origina por procesos paraglaciares, que incluyen fluviales, periglaciares o de ladera, una vez se produce la retirada de los hielos, y consiste en un hinchamiento del terreno debido a los movimientos de aguas superficiales atrapadas bajo las turberas.
Glaciar de Malagosto
El glaciar de Malagosto se situaba al sur del Puerto de Malagosto (1928 m). Aquí se formaron tres pequeños circos glaciares interconectados entre sí en el momento de máxima expansión, todos ellos con orientación E-ESE.
La altitud mínima alcanzada por el glaciar fue de 1650-1700 m.
Glaciar del Reajo Alto
Pequeño glaciar de circo situado en la cara este del Reajo Alto (2103 m). Descendía desde unos 2050 m de altitud hasta una cota de 1800-1850 m.
El glaciar del Reajo Alto fue el glaciar más septentrional de la Sierra de Guadarrama.
Nichos de Nivación
Después del glaciarismo del Pleistoceno Superior en la Sierra de Guadarrama no se han vuelto a formar glaciares, ni siquiera durante la Pequeña Edad de Hielo (PEH), que abarcó los siglos XIV-XIX, y en la que sí se reactivaron los procesos glaciares en otras cordilleras peninsulares como Pirineos, Sierra Nevada o la Cordillera Cantábrica.
Sin embargo, en esta época se tiene constancia de una mayor presencia de neveros en la sierra, hasta el punto de que la nieve se convirtió en un negocio durante los meses de verano, cuando se bajaban diariamente carros cargados desde los ventisqueros a las principales ciudades y villas.
Estos ventisqueros se asientan sobre nichos de nivación, lugares idóneos para la acumulación y permanencia de la nieve. Existen nichos de nivación en casi todas las vertientes, pero los más importantes se orientan hacia el sureste, en pequeñas vaguadas a sotavento donde las condiciones son las más adecuadas para la acumulación de la nieve (Mejías Moreno, 2015).
Erosión
Los nichos de nivación originan también un tipo de erosión postglacial, aunque mucho más lenta que la causada por los glaciares (Palacios & De Andrés, 2006). En muchos lugares los neveros permanentes o semipermanentes (snow patch) originan morrenas de nevero (protalus rampart) por la acumulación de clastos que deslizan y se acumulan en el frente del ventisquero. Este es el caso del nevero de la Hoya del Cuchillar de las Navajas (Sierra de Gredos), único signo de reactivación de este tipo identificado en el Sistema Central durante la PEH.
Normalmente los nichos de nivación se sitúan cerca de collados y crestas a una elevada altitud y protegidos de los fuertes vientos dominantes del oeste (Palacios & De Andrés, 2006). Si bien estos neveros no se pueden considerar permanentes en la actualidad, en el pasado, sobre todo durante la PEH, muchos de ellos llegaron a ser al menos semipermanentes, pudiendo encadenar varios años sin desaparecer por completo. En años recientes, más allá del atípico 2013, no se conoce que ningún nevero de la sierra haya sobrevivido más allá del verano.
Si consideramos que un ventisquero o nevero es aquel lugar en el que se acumula la nieve por más de 200 días al año y con un espesor de hasta 5-10 metros (Mejías Moreno, 2015), en la Sierra de Guadarrama encontramos varios ejemplos, sobre todo en la cabecera del Lozoya (en las laderas del Peñalara, Cabezas de Hierro y Valdemartín), así como en ambas vertientes de los Montes Carpetanos.
Cuerda Larga
En la Cuerda Larga los nichos nivales más importantes son los situados en las cuencas de la Condesa y Valdemartín. Toda esta zona que constituye la cabecera del Manzanares contiene varios nichos nivales activos, situados entre los 2100 y los 2200 m de altitud y en los que la nieve permanece más de 200 días al año. Tanto por encima como por debajo de este rango de altitudes los nichos de nivación son más escasos, aunque entre los 1900 y los 2100 m se pueden observar algunos nichos nivales ya inactivos (Palacios & De Andrés, 2006).
La orientación de estos es fundamentalmente SE, aunque hay algunos con orientación E, NE y S. Las vertientes occidentales no reúnen las condiciones necesarias para que se acumule la nieve, debido principalmente al viento. Por esta razón, se considera que las exposiciones a sotavento son las mejores para la presencia de neveros (Palacios & De Andrés, 2006).
Ventisquero de la Condesa
De todos los neveros de Cuerda Larga el más duradero es el denominado como «Ventisquero de la Condesa», situado a los pies del Alto de Guarramillas, conocido coloquialmente como «La Bola del Mundo». Este nevero es el último visto desde la capital y fue uno de los más explotados para el comercio de la nieve, habiendo construido incluso un muro de contención en su frente para facilitar la acumulación.
El análisis de la cuenca del Ventisquero de la Condesa realizado por De Pablo & Estremera (2004), mostró que la mayor parte del área ocupada por nieve más de 159 días al año tenía una orientación E-SE, y que los nichos de nivación expuestos a este componente mantenían la nieve hasta por encima de 220 días.
Macizo del Peñalara
En el macizo del Peñalara se han estudiado y cartografiado los nichos de nivación más importantes en todas sus vertientes (Palacios & De Andrés, 2006).
Pepe Hernando
El nicho nival de Pepe Hernando se sitúa a 2070 m de altitud, asentado sobre la morrena lateral erosionada por el antiguo glaciar. En el período de estudio (1990-1996) la permanencia de nieve mostró una gran diferencia entre ambas vertientes de la morrena: por un lado, la suroccidental fue más estable y en ella no se llegó a acumular una gran cantidad de nieve. Esto ha permitido la colonización de la vegetación. En cambio, la nororiental se denotó inestable y tuvo una mayor retención de nieve.
En el circo de Pepe Hernando varios nichos situados en cornisas a elevada altitud llegaron a tener una permanencia de nieve de más de 200-220 días al año.
Laguna Grande y Dos Hermanas
En esto circos la nieve tiende a acumularse más en orientaciones este y noreste con respecto a los obstáculos topográficos.
En los nichos de las cornisas culminantes la nieva llegó a superar los 220 días de permanencia en el período de estudio (1994-2000). De todos ellos el más duradero fue un nicho situado en el sector septentrional de la Hoya de Dos Hermanas.
Cara suroccidental
Respecto a la cara suroccidental del Peñalara, en su mayor parte no se observó más de 3-4 meses de permanencia de nieve en el período de estudio (1994-2000). Sin embargo, en esta vertiente existe un pequeño nicho nival con una de la tasas más altas de permanencia de nieve del macizo, con más de 220 días de nieve al año, a pesar de su orientación sur.
Este se conoce como el nevero del Arroyo del Infierno, y en su base se puede observar una pequeña morrena de nevero de 0,5-1 m de altitud. En base a la ortofotografía analizada por Palacios & De Andrés (2006) se ha deducido que este nevero perdió hasta un 50% de su superficie entre el 1970 y el 2000.
Cara norte
Tanto en la vertiente noroccidental como la nororiental del Peñalara existen varios nichos nivales de diverso tamaño. Los más importantes se localizan en las cabeceras de los arroyos de Hoyo Claveles y la Laguna de Los Pájaros.
Entre ellos se encuentra el conocido como nevero de Hoyo Claveles u Hoyoclaveles, el último que suele desaparecer la mayoría de los años en la Sierra de Guadarrama.
El Nevero
En el Macizo de El Nevero también existen varios nichos de nivación. De todos ellos el más duradero es el ventisquero de La Reguera, que algunos años se acerca a los 300 días de permanencia (Jiménez & Romero, 2013). Este nevero también fue explotado en el pasado, y por ello cuenta con un muro de contención bastante bien conservado.
El comercio de la nieve
El comercio de la nieve llegó a ser una actividad económica importante en la sierra. La nieve era utilizada en verano para conservar y enfriar alimentos, así como diversos usos medicinales. Por ello, era considerada casi como un bien primario.
Por esta razón, durante los siglos de la PEH en la Sierra de Guadarrama existía una gran red de ventisqueros y pozos de nieve dedicada exclusivamente al abastecimiento de nieve para pueblos y ciudades.
Meseta sur
Los neveros más explotados al principio fueron los del Ratón y el Algodón, situados en la cara sur y norte de Cuerda Larga, respectivamente, y accesibles desde el Puerto de la Morcuera. El del Ratón tenía un muro de contención y era vigilado constantemente desde una choza, ya que frecuentemente se producían robos de la tan preciada nieve.
Una vez se hizo el paso del Puerto de Navacerrada en el siglo XVIII, comenzaron a aprovecharse los ventisqueros de la Condesa y Arroyo Frío, los cuales acumulaban mucha más nieve. El de la Condesa mantiene todavía algo del muro construido a principios del siglo XX, cuando ya la nieve comenzaba a escasear.
En años con menos nieve se recurría a los neveros del Peñalara y los Montes Carpetanos, más alejados, por lo que el coste del transporte aumentaba bastante su precio. Cuando ya se podía acceder por Navacerrada se empezó a explotar también el nevero de Hoyo Claveles, aunque en este no se tiene constancia de ningún muro.
Toda la nieve recogida se bajaba con carros de mulas hasta la localidad de Chozas de la Sierra (actual Soto del Real), donde había una casa en la que se organizaban los transportes. La carga tardaba en llegar a Madrid dos días y medio, y en el trayecto se fundía hasta un tercio de la nieve.
Meseta norte
Aparte de Madrid, los neveros de la sierra también sirvieron a las villas más importantes de la Meseta Norte. A Segovia y Valsaín llegaba la nieve de los ventisqueros de la cara norte de las Guarramillas (Arroyo Frío), así como del Hoyo Minguete. Debido a que Valsaín y La Granja eran frecuentemente visitados por los monarcas, se mandó construir una casa de servicio junto al Puerto de la Fuenfría. Esta era la Casa Eraso o “Casa de la Nieve”, en la que también existía un pozo de nieve.
El nevero de Hoyo Claveles (o de Ansias) también fue aprovechado, al ser de los más extensos y duraderos de la sierra. Las nieves de este ventisquero abastecieron a ciudades como Segovia, La Granja e incluso Valladolid.
Pozos de nieve
Sin embargo, las construcciones más impactantes respecto al comercio de la nieve fueron los pozos de nieve, estructuras diseñadas para almacenar y conservar la nieve. Se construyeron en la partes más elevada de la sierra, como es el caso de los pozos de nieve del Abantos, mandados construir por Felipe II, pero también en los pueblos y ciudades.
En Madrid se conoce que existían varios pozos de nieve, a los que llegaba procedente de la sierra y desde donde se repartía por la ciudad. También se conserva un pozo de nieve junto al Monasterio de El Escorial y otro en San Ildefonso, este último construido a principios del siglo XVIII y recientemente restaurado.
En el pueblo de Lozoya también existía una de estas infraestructuras. La nieve de este pozo procedía en su mayor parte del ventisquero de La Reguera, cuyo muro aún visible, debió de permitir una gran acumulación de nieve.
Tabla
En la tabla se muestran las características de los distintos glaciares del macizo de Los Pelados-El Nevero durante el LGM según Carrasco et al. (2016). En la segunda tabla se resume, de manera apoximada, las características del resto de los glaciares más importantes.
Macizo | Glaciar | Orientación | Área (km²) | Longitud (km) | Altitud máxima (m) | Altitud mínma (m) |
---|---|---|---|---|---|---|
El Nevero | Las Lagunillas | ESE | 0,11 | 0,4 | 1905 | 1764 |
Hoyo Grande | SE | 0,55 | 1,1 | 2133 | 1733 | |
Arroyo del Palancar | SE | 0,33 | 1,2 | 2117 | 1717 | |
Arroyo del Hornillo | SE | 0,02 | 0,2 | 2166 | 2111 | |
Nevero | SE | 0,16 | 0,7 | 2208 | 1987 | |
Porrinoso-Peñacabra | SE | 1,54 | 2,3 | 2163 | 1560 | |
Hoyo Cerrado | SSE | 1,21 | 1,9 | 2160 | 1642 | |
Hoyo Borrascoso | SSE-SE | 0,69 | 1,4 | 2138 | 1712 | |
Arroyo del Horcajo | S-SE | 0,63 | 1,5 | 2103 | 1650 | |
Romalo Pelado | E | 0,18 | 0,6 | 1957 | 1765 | |
Arroyo del Artiñuelo | NE | 0,5 | 1 | 2016 | 1760 | |
Arroyo de Peñacabras | NNE | 0,22 | 0,5 | 2035 | 1869 | |
Chorro | NE-E | 0,51 | 1,9 | 2047 | 1786 | |
Las Pozas | E | 0,54 | 1,2 | 2076 | 1683 | |
Pico del Nevero | – | 0,96 | – | 2207 | 2016 | |
Los Pelados | – | 5,66 | – | 2174 | 1915 |
Zona | Glaciar | Orientación | Altitud máxima (m) | Altitud mínma (m) |
---|---|---|---|---|
Montes Carpetanos | Reajo Alto | E | 2050 | 1810 |
Malagosto | E | 1980 | 1680 | |
Reventón | E | 2090 | 1640 | |
Peñalara | NO-O | 2400 | 1930 | |
Hoyo Claveles | E-NE | 2250 | 1490 | |
Hoya de Pepe Hernando | E-SE | 2400 | 1730 | |
Laguna Grande | E-SE | 2330 | 1820 | |
Cuerda Larga | Hoyo Cerrado | E | 2190 | 1760 |
Asómate de Hoyos | S | 2180 | 1930 | |
Valhondillo | N | 2230 | 1530 | |
Las Cerradillas | N | 2250 | 1750 | |
Sierra del Quintanar-La Mujer Muerta-Siete Picos | Siete Picos | E | 2020 | 1910 |
Cerro Minguete | E | 2050 | 1790 | |
La Mujer Muerta | NO | 2140 | 1600 (1350) |
CONTINÚA EN EL SIGUIENTE ARTÍCULO DE GLACIARISMO EN LA PENÍNSULA IBÉRICA
Referencias
- Bullón, T. (2016). The upper Pleistocene on the northern face of the Guadarrama Mountains (central Spain): Palaeoclimatic phases and glacial activity. Geomorphology, 268, 233-245.
- Carrasco, R. M., Pedraza, J. D., Willenbring, J. K., Karampaglidis, T., & Soteres, R. L. (2016). Morfología glaciar del Macizo de Los Pelados-El Nevero (Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama). Nueva interpretación y cronología.
- De Pablo, N. D. A., & Estremera, D. P. (2004). Interrelación nieve/geomorfología en la Sierra de Guadarrama: altas cuencas del Ventisquero de La Condesa y Vademartín. Cuadernos de investigación geográfica, 30, 85-116.
- De Pablo, N. D. A., & Estremera, D. P. (2014). Las fases de deglaciación del Sistema Central y su significado paleoclimático.
- Carrasco, R. M., Pedraza, J. D., Fernández-Lozano, J., Soteres, R., Sánchez-Vizcaino, J., Turu, V., Gil-García, M., Ruiz-Zapata, B., Villa, J., Gallardo, J., Braucher, R.. (2023). Evolución del Glaciarismo Pleistoceno en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
- Jiménez, J. M., & Romero, A. G. (2013). Variación climática y cambios recientes de la vegetación supraforestal en el área de El Nevero-puerto de Navafría (sierra de Guadarrama, España).
- Mejías Moreno, M. (2015). El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama: cumbres, paisaje y gente. CSIC-Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
- Palacios, D., de Andrés, N., de Marcos, J., & Vázquez-Selem, L. (2012). Glacial landforms and their paleoclimatic significance in Sierra de Guadarrama, Central Iberian Peninsula. Geomorphology, 139, 67-78.
- Palacios, D., & de Andrés, N.. (2006). El significado geográfico de la nieve en la dinámica natural de la Sierra de Guadarrama. Madrid, Grupo de Investigación en Geografía Física de Alta Montaña de la Universidad Complutense de Madrid.
- Pedraza, J., Carrasco, R. M., Villa, J., Soteres, R. L., Karampaglidis, T., & Fernández-Lozano, J. (2019). Cirques in the Sierra de Guadarrama and Somosierra mountains (Iberian Central System): Shape, size and controlling factors. Geomorphology, 341, 153-168.