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Reservas de la Biosfera

Mapa

En el mapa se muestran las Reservas de la Biosfera de la Península Ibérica (España y Portugal), además de las de los archipiélagos de Canarias y Baleares.

Nota: La Red de Reservas de la Biosfera va aumentando con el paso de los años. Este mapa está actualizado a fecha de 2022.

Artículos

Esta serie de Espacios Protegidos en la Península Ibérica está compuesta por 9 artículos:

Espacios Naturales Protegidos: protegidos a nivel nacional, autonómico o regional.

Espacios de la Red Natura 2000: protegidos a nivel de la Unión Europea.

Espacios declarados por la UNESCO: protegidos a nivel internacional.

Reservas de la Biosfera (RB)

¿Qué son las reservas de la biosfera?

Las Reservas de la Biosfera son áreas designadas por los Estados Miembros de la ONU y reconocidas a nivel internacional por el programa «Hombre y Biosfera» (MaB) de la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura). Estas áreas abarcan una amplia variedad de ecosistemas terrestres y costeros, y buscan integrar la conservación de la biodiversidad biológica y cultural con la sostenibilidad de las actividades tradicionales y el uso de los recursos naturales.

La Red Mundial de Reservas de la Biosfera actualmente cuenta con más de 700 espacios en más de 130 países, algunos de los cuales son transfronterizos.

Mapa de la Red Mundial de Reservas de la Biosfera en 2011

Historia

En 1971, la UNESCO inició el programa «Hombre y Biosfera» (MaB) con el objetivo de conciliar el uso de los recursos naturales y promover el desarrollo sostenible. Como parte de este programa, se seleccionaron lugares representativos de distintos hábitats del planeta, tanto terrestres como marítimos, para su inclusión en el programa de Reservas de la Biosfera.

Estas reservas, además de su enfoque en la conservación, poseen un reconocimiento a nivel internacional, aunque siguen bajo la soberanía de los países respectivos sin estar amparadas por tratados internacionales. Su selección se basa en criterios científicos que determinan su inclusión en el programa.

Estos espacios tienen como función no solo la conservación y protección de la biodiversidad, sino también el fomento del desarrollo económico y humano en dichas áreas. Se promueve la utilización sostenible de los recursos naturales presentes, garantizando así el bienestar de las comunidades locales y asegurando la continuidad de sus prácticas tradicionales de explotación sostenible.

Sierra de Grazalema, primera RB declarada en España, en 1977. Fuente: Baldomorejon, CC BY-SA 3.0

Objetivos

Las RB tienen múltiples objetivos. En primer lugar, buscan conservar la biodiversidad y los ecosistemas presentes en las áreas designadas. Esto implica proteger las especies y los hábitats, así como mantener los procesos ecológicos esenciales.

Además de la conservación, las Reservas de la Biosfera también tienen como objetivo fomentar el desarrollo sostenible. Esto implica promover la utilización sostenible de los recursos naturales presentes en el área, de manera que se satisfagan las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las generaciones futuras. Se busca armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural con el desarrollo económico y social de las comunidades locales.

Otro objetivo importante de las RB es el fomento de la investigación científica. Estas áreas sirven como laboratorios vivos donde se pueden realizar estudios sobre los procesos ecológicos, la biodiversidad y los impactos del cambio climático, entre otros temas. Además, se promueve el intercambio de conocimientos y la colaboración entre las diferentes Reservas de la Biosfera a nivel internacional.

De esta manera, podemos determinar que los objetivos más importantes son los siguientes:

  • Desarrollar y fortalecer modelos de desarrollo sostenible.
  • Comunicar experiencias y facilitar la difusión global de estos modelos.
  • Apoyar la evaluación y gestión de alta calidad de las Reservas de Biosfera y las estrategias para el desarrollo sostenible.
  • Ayudar a los Estados Miembros y partes interesadas a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, compartiendo lecciones aprendidas sobre la gestión sostenible de la biodiversidad, los recursos naturales y el cambio climático.
Desierto de Gobi (Mongolia), unas de las Reservas de la Biosfera más grandes del mundo. Fuente: Richard Mortel, CC BY 2.0
Mura-Drava-Danube es la RB transfronteriza de mayores dimensiones de Europa. En la imagen vemos la confluencia de los ríos Drava y Danubio

Red Española de Reservas de la Biosfera (RERB)

¿Qué es la RERB?

La RERB es la integración de todas las Reservas de la Biosfera designadas por la UNESCO en España. En 2022, alcanzó un total de 54 reservas. Estas se encuentran distribuidas en la mayoría de las comunidades autónomas, incluyendo cuatro reservas transfronterizas: tres con Portugal y una intercontinental con Marruecos.

Apoyos de la RERB

La RERB cuenta con una entidad independiente, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales (OAPN) que brinda apoyo a las acciones comunes y asegura su funcionamiento en red.

Las Reservas de la Biosfera Españolas

El conjunto de espacios de la RERB se pueden agrupar de la siguiente manera:

  • AGUA como protagonista: Tanto las reservas con abundancia de agua como las de escasez ofrecen paisajes naturales y culturales de gran belleza, cada una con una gestión diferenciada y experiencias únicas.
  • ISLAS, gestión integrada: Las islas, como lugares de paso y receptoras de diversas influencias, albergan una riqueza particular en términos de plantas, animales y culturas. La gestión eficaz busca integrar todos estos componentes.
  • MONTAÑA CANTÁBRICA, tapiz verde: La zona cantábrica cuenta con un gran números de reservas, formando un tapiz verde continuo de este a oeste. En sus bosques se encuentran especies emblemáticas como el oso, el urogallo y la liebre del piornal, así como una ganadería milenaria.
  • AMBIENTE MEDITERRÁNEO, de media montaña: Las montañas mediterráneas, al ser lugares de difícil acceso y menor productividad, han permitido la conservación de valiosos recursos naturales. Las Reservas de la Biosfera ofrecen un modelo que combina valores heredados y desarrollo sostenible.
  • ALTA MONTAÑA, el techo de la península: En paisajes dominados por riscos y rocas desnudas, donde la agricultura es imposible, pastores y ganados comparten el entorno con excursionistas y especies adaptadas a condiciones climáticas adversas.
  • TRANSFRONTERIZAS, naturaleza sin fronteras: Las Reservas de la Biosfera transfronterizas se establecen entre dos o más países para fomentar la conservación y el desarrollo a ambos lados de la frontera, promoviendo la cooperación.
Mapa de la RERB. Se muestra: azul (AGUA), amarillo (ISLAS), verde claro (MONTAÑA CANTÁBRICA), rojo (AMBIENTE MEDITERRÁNEO), morado (ALTA MONTAÑA), verde oscuro (TRANSFRONTERIZAS). Fuente: OAPN

Iniciativas

Se ha desarrollado un sistema de indicadores para evaluar tanto el funcionamiento de la RERB como el de las Reservas de la Biosfera individuales a lo largo del tiempo. Estos indicadores abarcan formas de trabajo, mecanismos de apoyo, recursos aplicados, instrumentos de comunicación, características estructurales, mecanismos de funcionamiento, recursos y acciones para cumplir las funciones de Reserva de la Biosfera.

Declaración

La tramitación de las Reservas de la Biosfera se realiza a través del Formulario de Nominación proporcionado por la UNESCO.

Este formulario constituye la parte principal de una memoria de propuesta que incluye todos los documentos requeridos por el Comité Español del Programa MaB. La tramitación sigue los siguientes pasos:

Plan de declaración de las Reservas de la Biosfera. Fuente: OAPN

Reservas de la Biosfera en España

Menorca

Menorca, con una superficie de 528.700 ha, es una Reserva de la Biosfera desde 1993. Destaca por su diversidad ambiental albergando hábitats mediterráneos como bosques, barrancos, cuevas, zonas húmedas, sistemas dunares, litorales rocosos e islotes. Además, un 6% de las especies vegetales son endémicas.

En cuanto al patrimonio natural, a pesar de su tamaño, Menorca exhibe una gran diversidad geológica y climática. Sus barrancos ofrecen paisajes atractivos y albergan una rica flora y fauna. Las zonas húmedas son importantes para aves rapaces y acuáticas. El núcleo de la Reserva es el Parque Natural de s’Albufera des Grau, un entorno acuático con laguna, costa y zona marina.

En términos de patrimonio cultural y paisaje, Menorca muestra la influencia humana en todo su territorio. Las prácticas agroganaderas han configurado un paisaje en mosaico de gran belleza y biodiversidad. El patrimonio arquitectónico destaca, al igual que los restos prehistóricos y los muros de piedra seca que dominan el campo. El paisaje de Menorca refleja un equilibrio entre el ser humano y el entorno natural con baja densidad poblacional y aprovechamiento sostenible de los recursos.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN

Intercontinental del Mediterráneo

La Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo abarca una superficie de 451.800 ha, conectando el sur de Europa y el norte de África a través del Estrecho de Gibraltar. Su singularidad radica en la influencia atlántica y la complementariedad entre sus secciones norte-sur. Reconocida por la UNESCO, esta reserva destaca por sus montañas, agua, pinsapares y la cultura andalusí.

El Sistema Bético-Rifeño crea un entorno húmedo en medio de la aridez circundante, al tiempo que alberga una gran variedad de flora y fauna, incluyendo el monte mediterráneo y especies endémicas como el pinsapo. En el Estrecho de Gibraltar convergen tres provincias marinas, enriqueciendo la biodiversidad con más de 1900 especies marinas y diferentes cetáceos.

Además de su riqueza natural, la Reserva de la Biosfera Intercontinental del Mediterráneo cuenta con un patrimonio cultural y paisajes fascinantes. Desde vestigios prehistóricos hasta influencias de la cultura andalusí, este lugar ha sido testigo de múltiples influencias a lo largo de la historia. Hoy en día, conserva restos arqueológicos como pinturas rupestres, asentamientos romanos y arquitecturas medievales, reflejando la interacción entre los pueblos del Mediterráneo. Este entramado de relaciones entre personas y recursos ha dado lugar a paisajes diversos y una rica diversidad cultural en la reserva.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Estrecho de Gibraltar desde el aire. Fuente: Nicotappero, CC BY-SA 4.0

Valle del Cabriel

La Reserva de la Biosfera del Valle del Cabriel abarca 220 km del valle del río Cabriel, situado en las provincias de Teruel, Cuenca, Albacete y Valencia. Con una superficie protegida de 425.300 ha, esta reserva incluye 52 municipios en su territorio.

El valle del Cabriel se distingue por su rica biodiversidad, especialmente en cuanto a flora se refiere. Encontramos una variedad de bosques que van desde encinares y robledales hasta pinares, enebrales y praderas de gramíneas. La fauna de montaña es abundante, destacando la presencia de cabras montesas y rapaces. Las aguas del río Cabriel son conocidas por su calidad y albergan grandes poblaciones de truchas.

En cuanto al patrimonio cultural y paisajístico, la agricultura es el principal motor económico en la zona, con cultivos destacados como vides, almendros y olivos, así como la siembra de cereales. Los municipios de la reserva albergan vestigios de su pasado medieval, como fortalezas y murallas en lugares como Moya, Enguídanos o Cañete. También se encuentran pinturas prehistóricas declaradas Patrimonio Mundial por la UNESCO en Villar del Humo y yacimientos arqueológicos como el Poblado Ibérico de los Villares. Además, la provincia de Teruel destaca por su arte mudéjar.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Valle del Cabriel visto desde «El Balcón del Ensueño». Fuente: DnTrotaMundos, CC BY 3.0

Dehesas de Sierra Morena

Las Dehesas de Sierra Morena abarcan una extensa área al sur de la meseta castellana y sirven como límite administrativo de Andalucía con el resto de España y Portugal. Con una superficie de 425.000 ha, este paisaje se compone de montañas y valles con alturas medias-bajas y suaves barrancos. Destaca la presencia de encinas y alcornoques en las dehesas tradicionales junto con áreas de bosques de castaños, monte mediterráneo y bosques en galería a lo largo de los ríos.

La biodiversidad de la zona incluye especies amenazadas como el águila real, el águila imperial ibérica, el buitre negro y la cigüeña negra, así como variedades de reptiles y aves. El patrimonio cultural se manifiesta a través de la arquitectura tradicional en los núcleos urbanos y elementos dispersos como ermitas, iglesias, molinos y castillos. Las festividades y romerías reflejan la diversidad de culturas presentes en la zona.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Aracena, al oeste de Sierra Morena. Fuente: PNSAPA, CC BY-SA 4.0

Mancha Húmeda

La Reserva de la Biosfera de la Mancha Húmeda abarca un territorio uniforme de 420.300 ha en las provincias manchegas, caracterizadas por su dependencia del agua. Este valioso ecosistema de humedales incluye lagunas endorreicas, fluviales y kársticas, tablas, llanuras de inundación y surgencias de caudal subterráneo.

Los humedales manchegos son refugio de aves migratorias e invernantes, lo que los convierte en uno de los lugares con mayor concentración de avifauna acuática. En las lagunas salinas destacan flamencos y especies limícolas, mientras que en las lagunas de agua dulce se pueden encontrar anátidas, garzas, somormujos, zampullines y fochas.

Además de su riqueza natural, la zona posee un valioso patrimonio cultural y paisajístico. Desde restos prehistóricos hasta monumentos medievales, como molinos de agua y de viento, Bombos, casas de labranza y antiguos hornos de cerámica que reflejan la historia y tradición de la zona.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Tablas de Daimiel. Fuente: Enrique__, CC BY 2.0

Terres de L’Ebre

La Reserva de la Biosfera de Terres de l’Ebre abarca un territorio heterogéneo y diverso de 372.600 ha en el extremo meridional de Cataluña. Destaca por la presencia de dos parques naturales, el Delta de l’Ebre y el Massís dels Ports, que junto con la Sierra de Cardó conforman el núcleo de la Reserva.

La zona se caracteriza por su geología aluvial y llanura deltaica, así como por su riqueza florística con endemismos y una variedad de microclimas. El Delta de l’Ebre es uno de los humedales más importantes del Mediterráneo, con una gran diversidad de aves y peces.

Los paisajes de Terres de l’Ebre reflejan una rica historia cultural con restos arqueológicos, torres defensivas y fortalezas medievales. Además, el territorio cuenta con una matriz agraria que se integra armoniosamente con los espacios naturales con viñedos, frutales y los singulares arrozales del Delta.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Delta del Ebro. Fuente: Mikipons, CC BY-SA 3.0

Tierras do Miño

La Reserva de la Biosfera Terras do Miño abarca 365.000 ha en Galicia y destaca por su extenso territorio y ubicación en la cuenca alta del río Miño. Con una topografía mayormente horizontal y altitudes que oscilan entre los 600 y 350 metros, cuenta con la Sierra del Xistral al norte, las Sierras Centrales de Galicia al este y las estribaciones occidentales de la Cordillera Cantábrica al oeste.

Esta reserva alberga una importante superficie de humedales, tanto de montaña como asociados a depresiones, destacándose como uno de los complejos más relevantes para la conservación de la biodiversidad en el suroeste de Europa. Asimismo, se encuentran bosques climácicos de robledales y bosques aluviales a lo largo de los cursos fluviales, con una diversidad de especies vegetales y animales protegidas.

En el ámbito cultural y paisajístico, la reserva cuenta con numerosos yacimientos arqueológicos desde el Paleolítico Superior hasta la Edad Media, así como elementos históricos como hórreos, puentes, monasterios y la reconocida Muralla Romana de Lugo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, destaca el patrimonio inmaterial como la rica toponimia, las tradiciones orales y los oficios tradicionales.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Cañones del río Sil antes de desembocar en el Miño. Fuente: José Antonio Gil Martínez , CC BY 2.0

Fuerteventura

La Reserva de Fuerteventura tiene una extensión de 358.000 ha. Cercana a la costa africana, esta isla del archipiélago canario posee un clima extremo que la convierte en una de las mayores zonas desérticas de la Unión Europea. Además, más de 100 km de su costa oeste se mantienen virgen, siendo uno de los enclaves costeros mejor conservados de Canarias. Como la isla más antigua de la Macaronesia, alberga diversos fenómenos geopaleontológicos.

La Reserva Natural de Fuerteventura alberga varias especies endémicas debido a su aislamiento geográfico y clima peculiar. En su flora vascular, destacan 42 especies endémicas de las Islas Canarias y 15 exclusivas de la isla. La fauna se caracteriza por albergar más de 1700 especies de invertebrados, incluyendo unos 500 endemismos canarios y 120 exclusivas de Fuerteventura. En el mar se encuentran colonias de aves y se avistan 22 especies de cetáceos y 4 de tortugas marinas, además de una amplia variedad de peces y organismos marinos.

Fuerteventura conserva paisajes culturales y un valioso patrimonio construido asociado a la vida rural. Su árido paisaje, moldeado por agricultores y ganaderos, destaca por las gavias, nateros y cadenas, sistemas agrícolas que combinan tierra y agua. Además, cuenta con molinos, hornos de cal, salinas y otros elementos que forman parte de su rico patrimonio construido. Se pueden visitar 80 Bienes de Interés Cultural y 13 museos dedicados a temas como la sal, la vulcanología, la agricultura, la pesca, la arqueología y la etnografía.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Cultivo de Aloe Vera en Fuerteventura. Fuente: Holger Uwe Schmitt, CC BY-SA 4.0

Ribeira Sacra e Serras do Oribio e Courel

La Reserva de la Biosfera Ribeira Sacra e Serras do Oribio e Courel abarca 306.700 ha en la cuenca media del Río Miño y su afluente, el Sil. Se compone de una zona montañosa con las Montañas del Oribio y del Courel, áreas llanas sedimentarias y cañones fluviales del Miño y Sil.

Destaca por sus agrosistemas tradicionales: viñedos, prados, terrenos de labor, huertos y áreas arbóreas. Conserva hábitats naturales como brezales secos, bosques caducifolios y perennifolios, humedales y medios rocosos. Su ubicación de transición entre la Región Atlántica y Mediterránea alberga especies en peligro como el oso pardo y el gato montés.

La viticultura, ganadería y turismo han impulsado su desarrollo sostenible. Monforte de Lemos (Lugo) es el núcleo urbano principal, promoviendo un uso responsable de los recursos naturales y destacando productos de calidad que combinan tradición y modernidad en esta región única.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Ribeira Sacra. Fuente: Balles260, CC BY-SA 4.0

Doñana

La Reserva de Biosfera de Doñana abarca 269.000 ha en la desembocadura del río Guadalquivir. Destaca como humedal clave en las rutas migratorias de aves, albergando 375 especies de vertebrados incluyendo el águila imperial y el lince ibérico, en peligro de extinción.

Doñana presenta variados ecosistemas, desde marismas y playas con dunas hasta lagunas y pinares. Su clima mediterráneo subhúmedo y los suelos arenosos y arcilloso-salinos son fundamentales para la conservación de este humedal.

Culturalmente, Doñana ha sido habitada desde tiempos prehistóricos y posee un patrimonio histórico diverso. Los paisajes característicos se forman por la interacción entre los ecosistemas y el agrosistema tradicional. La relación entre naturaleza y cultura se refleja en expresiones inmateriales, festividades y reinterpretaciones artísticas contemporáneas.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Vista aérea de las marismas y dunas de Doñana. Fuente: Carlos Delgado, CC BY-SA 3.0

Reservas de la Biosfera en Portugal

Castro Verde

La Reserva de la Biosfera de Castro Verde se extiende a lo largo de 56.900 ha en el idílico entorno del Campo Branco alentejano. Esta área natural es el resultado de una larga historia de interacción entre el ser humano y la naturaleza, dando como resultado un ecosistema único y valioso. En este paisaje, podemos encontrar especies emblemáticas de las estepas, como la imponente abutarda, cuya supervivencia depende de la presencia activa y sostenible de las comunidades locales.

Esta reserva es reconocida como un destino turístico de primer nivel para los amantes de la observación de aves, con el birdwatching como actividad principal. Además, se han diseñado rutas especiales para ciclistas, permitiendo a los visitantes disfrutar de la belleza natural mientras practican deporte y se sumergen en la tranquilidad de este entorno.

Uno de los aspectos más destacados de Castro Verde es su enfoque en la agricultura sostenible, representada en el plan zonal desarrollado por la comunidad local. Este modelo agrícola ha logrado fomentar la biodiversidad y preservar el equilibrio del ecosistema. Además, se valora y promueve la riqueza cultural de la región, como lo demuestra el reconocimiento del cante alentejano como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en 2014, así como la tradición artesanal de la construcción de la viola campaniça.

En términos de patrimonio cultural, Castro Verde cuenta con notables infraestructuras, como el Museo de la Ruralidad y de la Lucerna, que no solo difunden la historia y el patrimonio de la zona, sino que también sirven como centros de investigación y experimentación museológica. Estos espacios proporcionan una visión profunda de la vida rural y las tradiciones arraigadas en esta tierra.

Castro Verde
Paisaje cerealista

Berlengas

Las Berlengas, un archipiélago de belleza singular, cautiva con sus características geológicas únicas. Su superficie abarca 18.700 ha de paisajes escarpados, conformados por una mezcla de rocas graníticas y metamórficas. Este entorno agreste da lugar a la formación de grutas y fisuras tanto en tierra como en el lecho marino, creando un escenario fascinante para explorar.

Sumergirse en las aguas de las Berlengas es una experiencia inolvidable. Los arrecifes costeros que rodean el archipiélago albergan una diversidad marina excepcional. Sus aguas templadas son el hogar de una gran variedad de especies y hábitats marinos, mientras que los numerosos naufragios sumergidos añaden un toque de misterio y emoción a las expediciones de buceo.

Aunque en la actualidad las Berlengas no están habitadas de forma permanente, han sido testigos de la presencia humana durante más de 2500 años. A través de sus paisajes, se pueden apreciar vestigios de la historia, como el antiguo muelle y el pintoresco barrio de pescadores. Entre las construcciones destacadas en las Berlengas se encuentra el imponente Fuerte de San Juan Bautista, una fortaleza majestuosa construida para proteger el territorio portugués de los ataques de piratas y conquistadores.

Islas Berlengas. Fuente: Vitor Oliveira, CC BY-SA 2.0
Arao (Uria aalge). Fuente: Charles J. Sharp, CC BY-SA 4.0

Paul do Boquilobo

La Reserva de la Biosfera de Paul do Boquilobo en Portugal, con una extensión de 5900 ha, es la primera área natural en obtener esta clasificación en el país. Destaca por su diversidad de fauna y flora, especialmente aves, que utilizan el área para invernar, nidificar y aparearse.

La región posee vestigios de presencia humana desde el Paleolítico, como las cuevas Buraca da Moura y Lapa da Bugalheira. La Villa Cardílio, Monumento Nacional, muestra los restos de una antigua civilización habitada entre los siglos I y IV.

La agricultura y ganadería son las principales actividades económicas, atrayendo a turistas interesados en el turismo rural. La Feria Nacional del Caballo en Golegã, que se celebra desde el siglo XVIII en honor a San Miguel, permite disfrutar de la tradición y exhibiciones equinas.

Paul do Boquilobo. Fuente: Luis Afonso, CC BY-SA 4.0
Estuario del río Almonda. Fuente: Froschbar, CC BY-SA 4.0

Reservas de la Biosfera de los Dos Países

Meseta Ibérica

La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Meseta Ibérica abarca una superficie de 1.134.400 ha, incluyendo 87 municipios entre España y Portugal. Este territorio destaca por su gran tamaño y riqueza en valores naturales y culturales compartidos.

En cuanto al patrimonio natural, la reserva abarca diversos espacios protegidos, como los parques naturales de Arribes del Duero y Lago de Sanabria en España, y el del Duero Internacional en Portugal. También incluye áreas de la Red Natura 2000 como los Cañones del Duero, las Lagunas de Villafáfila, la Sierra de la Culebra y la Albufera del Azibo. Estos lugares albergan una gran variedad de especies animales como cigüeña negra, alimoche, águila perdicera, búho real y lobo ibérico.

En términos de patrimonio cultural y paisaje, la reserva cuenta con restos romanos y medievales, reflejando su historia y herencia cultural. La población dentro de la reserva alcanza aproximadamente 300.000 personas.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Lagunas de Villafáfila (Zamora). Fuente: Rodelar, CC BY-SA 3.0

Tejo-Tajo Internactional

La Reserva de la Biosfera Tejo-Tajo Internacional abarca una superficie de 428.300 ha y se encuentra en la región occidental de la Península Ibérica, compartida entre España y Portugal. El territorio está atravesado por el río Tajo y se caracteriza por un relieve escarpado debido al encajamiento del río y sus afluentes en el borde de la penillanura. La vegetación predominante está compuesta por encinas, alcornoques y matorrales, que se alternan con áreas cultivadas, pastizales extensos y formaciones adehesadas.

La fauna de la reserva es típicamente mediterránea y alberga numerosas especies amenazadas o en peligro de extinción, muchas de ellas endémicas de la península. Además de su valor natural, la región también posee un importante patrimonio cultural y etnográfico. La población se concentra en pequeños núcleos rurales y se dedica principalmente a la ganadería y la actividad forestal, con la cría de ganado ovino, bovino y porcino como base de la economía local.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Puente romano de Alcántara en el río Tajo. Fuente: Dantla, GFDL

Geres

La Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés abarca 259.600 ha en Galicia (España) y la Região Norte (Portugal). Declarada por la UNESCO en 2009, une dos espacios naturales divididos por las fronteras, pero con características naturales y culturales similares.

La reserva alberga una gran diversidad de fauna y flora. Destacan especies como el lobo, el corzo, murciélagos amenazados, la marta y víboras. Se han identificado 147 especies de aves, incluyendo el águila real, la chova piquirroja, el búho real, el halcón abejero y la tarabilla norteña. El relieve y los distintos climas crean una gran diversidad de microclimas, con una flora única que va desde especies mediterráneas hasta eurosiberianas y alpinas, incluyendo endemismos como el Lirio do Xurés, la timelea y la armeria.

En cuanto al patrimonio cultural, la zona tiene una larga historia de ocupación humana desde la Prehistoria, con monumentos megalíticos y una organización comunitaria basada en la unión y la ayuda mutua. También destaca su patrimonio inmaterial, con tradiciones orales, rituales, fiestas, medicina tradicional y artes culinarias. Se pueden encontrar restos arquitectónicos de la Edad de Hierro como los Castros y vestigios romanos como los campamentos militares y la Via Nova.

Mapa de la Reserva de la Biosfera. Fuente: OAPN
Geres en Portugal. Fuente: Sergei Gussev, CC BY 2.0

Tabla

Por último, se muestra una tabla con las Reservas de la Biosfera y su superficie total en hectáreas en ambos países.

PaísNº de EspaciosSuperficie (ha)
España517.357.592
Portugal31.822.295
España y Portugal381.549