- Mapa
- Artículos
- Área de Estudio
- Relieve
- Hidrología
- Sierra de Hoyo
- Espacios Protegidos
- Vegetación
- Formaciones Vegetales
- Especies
- Fauna
- Territorio del Lince Ibérico
- Geología
- Batolitos Graníticos
- Berrocales
- Núcleos Urbanos y Fincas Históricas
- Dehesa de Navalquejigo
- Dehesa de la Sierra
- El Bosque
- La Granjilla
- Las Radas del Tercio
- La Cerca de Felipe II y El Vedado de Caza Menor
- Cerca de Felipe II
- Vedado de Caza Menor de 1793
Mapa
En el mapa se pueden ver los humedales del piedemonte de la Sierra de Guadarrama en su sector más occidental. Se pueden filtrar los datos por una clasificación de 25 grupos de lagunas y humedales. Pinchando en cada una de ellas se accede a información sobre su grupo, número, superficie y nombre si tienen.
Artículos
La serie del Piedemonte Madrileño se compone de 3 artículos.
Esta serie de artículos ha contribuido a la publicación del Libro Verde de El Escorial II, Geoparque Mundial, Patrimonio y Naturaleza y supone un recurso complementario de este libro. Para ampliar conocimientos sobre este tema, el libro se puede adquirir en el Ayuntamiento de El Escorial. Toda la información aquí presente, incluyendo los mapas y fotografías, es propiedad intelectual del autor de esta web.
Área de Estudio
Este artículo reúne, mediante mapas y fotografías, las principales características del piedemonte madrileño, las cuales se amplían exhaustivamente en el Libro de Verde de El Escorial. Respecto a la climatología, existe un artículo dedicado exclusivamente a la Climatología del Piedemonte Madrileño. En este se muestran mapas con distintas variables meteorológicas y datos de distintos puntos de referencia en el área de estudio.
Nuestro área de estudio se sitúa en el piedemonte madrileño de la Sierra de Guadarrama Occidental, incluyendo la comarca escurialense y zonas contiguas, entre los valles del Guadarrama por el este y el Alberche por el oeste.
A continuación, se muestran unos mapas con la localización del área de estudio y la ortofoto de máxima actualidad.
Relieve
El relieve de nuestro área de estudio varía entre por debajo de los 600 metros en las cuencas bajas del Guadarrama, Perales y Alberche, y los más de 1500 metros en las montañas de la Sierra de Guadarrama. La máxima altitud de nuestro área de estudio se da en la Cabeza Líjar (1823 m) y el Monte Abantos (1753 m), auque el pico más alto de este sector, conocido como Sierra de Malagón, es Cueva Valiente (1903 m), en la provincia de Ávila.
A continuación, se muestra un mapa físico del área de estudio y dos mapas 3D que ofrecen una perspectiva distinta del área de estudio desde el Norte y Sur.

Hidrología
Nuestro área de estudio posee una extensa red hidrográfica que, si bien no incluye ningún curso de agua importante (más allá del Guadarrama), sí comprende la cuenca de varios regueros, arroyos de montaña, y la cabecera de los ríos Perales y Aulencia. Además, el piedemonte madrileño cuenta con una gran cantidad de humedales temporales típicos de la región mediterránea que añaden una gran riqueza a la biodiversidad natural de la comarca.
Respecto a los humedales, existe un capítulo exclusivo en el que se muestra el Catálogo de Lagunas y Humedales. En este se identifican hasta 25 grupos de lagunas y se muestran ortofotos comparativas con el nivel de agua máximo en invierno-primavera y el mínimo en verano. En el Libro Verde se ofrece, además, información de las características y alteraciones de cada uno de los humedales.
Sierra de Hoyo
La Sierra de Hoyo se encuentra al noreste del área de estudio y es una sierra menor separada de la Sierra de Guadarrama que se eleva en la región de la presierra. Su máxima altitud es de 1403 metros en la cima de El Estepar y, en su base se encuentra muy masificada por la ampliación de muchos núcleos urbanos que hace solo unas décadas eran pequeños pueblos, como Villalba, Alpedrete o Moralzaral.
La conexión de esta sierra con nuestro área de estudio por los pocos corredores naturales que sobreviven es primordial para permitir el paso de la fauna y el intercambio genético de las poblaciones. Por esta razón, la creación de un paso de fauna en la Autovía A-6 podría suponer un gran incentivo medioambiental para la zona.
A continuación, se muestra un mapa físico específico de la Sierra de Hoyo.

Espacios Protegidos
Los Espacios Protegidos del piedemonte madrileño incluyen tanto figuras de protección de la Unión Europea, como a nivel Nacional, Regional y Autonómico. Encontramos los siguiente espacios:
- Parque Natural de la Cuenca Alta del Manzanares
- Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y su entorno
- Paraje Pintoresco del Pinar de Abantos y Zona de La Herrería
- Parque Natural Sierra Norte de Guadarrama
- Campo Azálvaro-Pinares de Peguerinos
- Cuenca del Río Guadarrama
- Cuenca del Río Manzanares
- Cuenca y Encinares de los Ríos Alberche y Cofio
- Pinares del Bajo Alberche
A continuación, se muestra un mapa con los espacios protegidos en el área de estudio y zonas adyacentes,

Vegetación
La vegetación de la zona destaca por ser la típica de la región mediterránea, con el predominio de la encina (Quercus ilex) en el piedemonte y la presencia de otras formaciones como pinares, fresnedas o bosque de ribera.
Formaciones Vegetales
La formación vegetal más extendida es el Encinar y la Dehesa, presente ampliamente en el territorio. Otra formación a destacar es el pinar, con tres especies principales: Pinus sylvestris, Pinus pinaster y Pinus pinea, este último sobre todo presente al oeste del área de estudio.
También encontramos una alta extensión de fresneda, sobre todo en la zona de El Escorial, y melojares y enebrales en distintos puntos de la comarca.
A continuación, se muestra un mapa con las formaciones vegetales del área de estudio.
Especies
Las especies principales son la ya mencionada encina, el pino, las especies ligadas al bosque de ribera y el roble melojo, además de la vegetación arbustiva donde destaca el enebro, la jara, el piorno y la retama.
Entre las relictas encontramos algunos rodales de especies como el madroño, el alcornoque o el castaño.
Vegetación principal
- Vegetación riparia y fresnedas: compuesta principalmente por chopo, fresno, olmo y sauce. En nuestra zona de estudio podemos encontrarla en todas las cuencas de río y arroyos, además de amplias zonas húmedas del piedemonte, sobre todo entre El Escorial y Guadarrama, donde tenemos algunas de las fresnedas más importantes de la Comunidad de Madrid
- Encinares y Dehesas: formación más extendida de nuestro área de estudio. La encina es el árbol más adaptado al clima mediterráneo y distribuido por la Península Ibérica. Lo podemos encontrar desde por debajo de los 600 m hasta por encima de los 1000 m. Además de encontrarse en bosques, destaca por formar paisajes adehesados, transformados por el hombre desde hace siglos y donde encontramos una gran riqueza de especies de herbáceas.
- Enebrales: los enebros se encuentran a menudo acompañando a las encinas en la rampa y el piedemonte, pero podemos encontrarlos también en áreas de montaña. En zonas más frías y altas, son sustituidos por los enebros rastreros y las sabinas.
- Matorral mediterráneo: compuesto principalmente por jara, piorno y retama. Está presente desde la zona del llano hasta la zona de la montaña. Estas especies son capaces de adaptarse a casi todos los climas de nuestra comarca.
- Pinares: en nuestro área de estudio encontramos 4 tipos de pinos. El salgareño (Pinus nigra) es más propio de zonas del levante, aunque lo podemos encontrar hasta en el Valle del Alberche; el resinero (Pinus pinaster), se adapta muy bien tanto al clima atlántico como al mediterráneo y es común en sustratos pobres, con una preferencia por los suelos silíceos y dolomíticos. El pino piñonero (Pinus pinea) destaca sobre todo al oeste de nuestra comarca, siendo un árbol capaz de crecer en suelos muy pobres y arenosos y que no necesita mucha precipitación. Por último, el pino silvestre (Pinus sylvestris) crece en zonas más elevadas y en nuestro área de estudio se distribuye en las laderas del Monte Abantos y el cordal principal de la Sierra de Guadarrama. Es un pino que necesita más frío y una mayor precipitación que el resto de las especies.
- Melojares: los bosques de roble melojo, comúnmente denominado como roble, rebollo o melojo (Quercus pyrenaica) se desarrollan en áreas más húmedas que en la encina, desde la altitud del piedemonte hasta el comienzo de la montaña. Podemos encontrarlos ampliamente distribuidos en el Cerro de las Umbrías y el Bosque de la Herrería.
Vegetación relicta
- Acebo: presente puntualmente en la cara sur de la Cabeza Líjar. Más al norte, esta especie encuentra una distribución más amplia en el Valle de la Fuenfría (Cercedilla), así como en los Montes Carpetanos.
- Alcornoque: especie cuya distribución en la comarca debió ser mayor en el pasado, cuando la precipitación era superior. Actualmente solo quedan algunos ejemplares aislados, a destacar los presentes en la Dehesa de Navalquejigo y los de la Sierra del Hoyo.
- Castaño: árbol propio de zonas más húmedas y del clima atlántico. Podemos encontrar algunos ejemplares en la zona de Los Molinos de Zarzalejo y varios árboles centenarios tanto en la cara sur como en la norte de Las Machotas.
- Coscoja: esta especie se distribuye por el sur peninsular. Se encuentra presente de manera relicta en la subida de la rampa entre Villanueva de la Cañada u Valdemorillo.
- Haya: aunque no encontramos hayedos en nuestro territorio, algunos ejemplares fueron plantados a mediados del siglo XIX en las laderas del Abantos por parte de la Escuela de Ingenieros de Montes, además de otras especies exóticas como cedros, alerces o pinsapos. Algunos de estos árboles, cuyas formaciones más cercanas se encuentran en los hayedos de Montejo y de Tejera Negra (de las más meridionales de Europa), requieren de un gran aporte de humedad y precipitación repartida a lo largo del año. Han conseguido sobrevivir hasta nuestros días ya que se encuentran a la sombra del pinar.
- Madroño: el madroño es el árbol presente en el escudo de Madrid. Es un árbol muy importante para la fauna por su fruto y en nuestro área de estudio podemos encontrar algún pequeño rodal en la Dehesa de la Sierra y al sur de la Dehesa de Navalquejigo, zona conocida como El Pinar.
- Quejigo: especie con unas características similar al melojo aunque con una mayor resistencia a la sequía y a temperaturas altas. Tenemos algún ejemplar aislado en las inmediaciones del Embalse de Valmayor.
- Sabina: cabe destacar la existencia de un pequeño sabinar relicto en la zona de El Portacho, en Robledo de Chavela, a una altitud de unos 1000-1100 m. La naturaleza rocosa del sustrato ha permitido la supervivencia de esta formación, constituida por unos 25 pies de avanzada edad. Tras el incendio de agosto de 2020 algunos de estos ejemplares fueron dañados, aunque la mayoría consiguieron sobrevivir.
A continuación, se muestran los mapas con las especies principales y algunas especies relictas presentes en el área de estudio, fracción de cabida cubierta (FCC), además de las series de vegetación según Rivas-Martínez y los pisos bioclimáticos.
Fauna
La zona del piedemonte madrileño cuenta con una riqueza faunística que incluye especies emblemáticas como el águila imperial, símbolo de la región y que encuentra en este territorio un hábitat propicio para la caza. La cigüeña negra también encuentra refugio en las dehesas y humedales, habiendo algunas parejas nidificantes en la comarca. El conejo, antiguamente presente a millares, ha sido durante siglos el sustento de muchas especies de depredadores, así como medio de vida de muchas personas que los cazaban con cepos.
El gran descenso poblacional del conejo en las últimas décadas ha modificado el ecosistema, ahora con una mayor presencia de ungulados como el cozo, ciervo, gamo o jabalí. Esto ha provocado también un descenso de pequeños depredadores como la garduña, gineta, comadreja, hurón o gato montés, este último también afectado por la hibridación del gato doméstico, cuyas colonias, protegidas por el ser humano, suponen una de las principales amenazas del medio natural, desplazando y ocupando el nicho ecológico de otros depredadores, y depredando sobre el conejo, todo tipo de reptiles y anfibios y pequeñas aves.
El regreso del Lobo
En los últimos años, cabe destacar también la entrada del lobo en nuestro área de estudio, donde había desaparecido hace más de 50 años. Aunque todavía no hay manadas establecidas, como ocurre más al norte en la Sierra de Guadarrama, ya se ha detectado en varios puntos, incluso descendiendo al piedemonte, con el también ocasional ataque al ganado. Esta problemática, presente en casi todos los territorios donde ha vuelto el lobo tras una ausencia prolongada, es un importante tema a tratar y la Administración debe trabajar para ayudar al ganadero a protegerse y solventar cualquier pérdida económica que el lobo pueda suponer, pues es fundamental que este animal pueda ocupar su papel de superdepredador en nuestro territorio, al mismo tiempo que pueda convivir con el ser humano.
Territorio del Lince Ibérico
Es conocido por parte los habitantes de los pueblos, cazadores, ganaderos y naturalistas, de la presencia del lince ibérico en esta zona de la Comunidad de Madrid. Aunque hasta el año 2023 no se han conseguido obtener fotografías del lince en Madrid (Sevilla la Nueva y Boadilla del Monte), durante décadas se han producido citas y avistamientos en distintos puntos de la Sierra Oeste.
Las primeras evidencias científicas se produjeron en 2005, con el análisis de varios excrementos en la ZEPA de los ríos Cofio y Alberche. Este estudio fue presentado previo al desdoblamiento de la M-501, que iba a afectar directamente el área donde se habían encontrado dichos excrementos, pero fue rechazado por la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid.
Posteriormente, un estudio más completo dirigido por Germán Alonso llegó a la conclusión de que en esta parte de la Comunidad de Madrid podría haber una población de 30-40 linces en base a los positivos obtenidos de excrementos y análisis de rastreo. Juan Luis Reguilón, autor principal del Libro Verde, lleva estudiando el lince en Madrid durante décadas y alaba las conclusiones del estudio de Germán, ampliando además la zona de ocupación del lince a otras áreas como Peguerinos o la Sierra de Hoyo.
A continuación, se muestra unos mapas con los positivos de lince y las evidencias por rastreo en la provincia de Madrid y el área de estudio.
Referencia
Alonso Campos, G., Arana Montes, M. D. P., González Casanovas, J., Lobón Rovira, J., Alfaya Herbello, P., Matallana, B., & Cruz Varona, A. (2016). Caracterización de poblaciones de lince ibérico (Lynx pardinus Temminck, 1827) en el entorno de la Sierra de Guadarrama.
Geología
El piedemonte madrileño es una zona con una gran riqueza geológica donde predomina el granito, explotado en diversas canteras y empleado desde hace siglos para la construcción de algunos de los edificios más emblemáticos de Madrid y donde el rey Felipe II mandó construir el Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Batolitos Graníticos
Los batolitos graníticos son estructuras geológicas masivas compuestas principalmente de granito, roca ígnea plutónica. Se forman mediante procesos de intrusión magmática profunda, donde el magma asciende y se enfría lentamente en el subsuelo. Este proceso resulta en la consolidación de grandes masas de granito, caracterizadas por su resistencia y durabilidad. Estos batolitos no solo definen la topografía de la región, sino que también influyen en la hidrología y la geomorfología local, creando relieves notables y contribuyendo a la formación de microclimas. En nuestro área de estudio destacan los batolitos de las Machotas (1461 m), la Sierra de Hoyo (1403 m), y muchos otros batolitos de menores dimensiones pero muy presentes en el territorio como Los Morros (1081 m).
La litología del piedemonte madrileño presenta una diversidad de rocas que abarcan desde granito hasta esquistos, cuarcitas, pizarras y mármoles. En el cordal del Almenara y hacia el área de Robledo encontramos Esquistos, mientras que en el cordal principal de la Sierra de Guadarrama tenemos Neises. Hacia la cuenca baja de los ríos vemos que comienzan a destacar las arcosas. A continuación, se muestra un mapa con las capas litológicas en el área de estudio.
Berrocales
Los berrocales son acumulaciones caóticas de bloques y cantos rodados que resultan de procesos erosivos y degradación de rocas preexistentes. En el piedemonte madrileño, estos conglomerados de rocas diversificadas evidencian la resistencia de ciertos estratos a la erosión, creando afloramientos rocosos dispersos. Su disposición revela la influencia de factores como la litología, la pendiente y la acción del agua en la configuración actual del paisaje, proporcionando pistas sobre la evolución geológica de la región. Están compuestos por granito, y se encuentran ampliamente extendidos por nuestr área de estudio, sobre todo presentes alrededor de Las Machotas y su piedemonte, en la Sierra de Hoyo y el Valle de los Caídos.
A continuación, se muestra un mapa con los berrocales identificados. También se muestran los berrocales de Peñas Blancas (Peguerinos) por su importancia geomorfológica.
Núcleos Urbanos y Fincas Históricas
El piedemonte madrileño cuenta con una gran cantidad de pueblos, urbanizaciones y otros núcleos urbanos, si bien la urbanización de este territorio no se ha producido tan exponencialmente como en otras zonas de la Sierra de Guadarrama y las inmediaciones de Madrid. Encontramos pueblos de poco más de 1000 habitantes, como Fresnedillas o Zarzalejo, hasta poblaciones que superan los 10.000, como El Escorial, San Lorenzo, Alpedrete o Valdemorillo.
Sin embargo, nuestro área de estudio destaca por preservar todavía un gran territorio natural bastante bien conservado y correctamente aprovechado durante siglos por los aldeanos.
A continuación, se muestra un mapa con los núcleos urbanos en el área de estudio y zonas adyacentes. Además, se muestran los límites de las principales fincas históricas de la comarca.

Dehesa de Navalquejigo
En término de Fresnedillas de la Oliva y propiedad histórica de Zarzalejo desde 1769. Cuenta con una extensión cercana a las 500 ha y una gran riqueza biológica, sobre todo en herbáceas. Además de sus encinares, destaca también por la presencia relicta del alcornoque, quejio y algunos pinos piñoneros que suponen los ejemplares más orientales de una gran población localizada en la provincia de Ávila.


Dehesa de la Sierra
Situada entre Fresnedillas y Zarzalejo, en término de Robledo de Chavela pero propiedad de Santa María de la Alameda. Fue adquirida por este pueblo para bajar el ganado en época invernal, donde las condiciones eran más llevaderas para los animales y podían disfrutar de buenos pastos. En esta zona predominan los berrocales y encontramos poca vegetación más allá del curso de los ríos, con la única presencia de la encina y el enebro. En esta Dehesa encontramos uno de los rodales de madroño más importantes del área de estudio, el cual se ha desarrollado en una zona de roquedo muy frecuentada por la fauna para el aprovechamiento de su fruto.


El Bosque
El Bosque de La Herrería, situado en la cara norte de Las Machotas, es una finca histórica protegida desde tiempos de Felipe II muy importante por su caza y donde destacaba la presencia el oso. Actualmente impresiona por su melojar y sus castaños centenarios.


La Granjilla
La Finca de La Granjilla cuenta con varias presillas que llevan en funcionamiento más de 400 años, de las más antiguas que se mantienen en nuestro país. Se encuentran muy cerca de la población de El Escorial y han estado muy ligadas a este pueblo.


Las Radas del Tercio
Las Radas del Tercio es una finca histórica situada al noroeste de Valmayor importante por la presencia de varias presas de agua permanente, que suponen un gran atractivo para la fauna local y permite el desarrollo de flora acuática.


La Cerca de Felipe II y El Vedado de Caza Menor
Cerca de Felipe II
La Cerca Real de Felipe II, construida durante el siglo XVI, comprendía todo el territorio propiedad de la Villa de San Lorenzo de El Escorial y su Monasterio. Esta importante muralla de piedra seca fue erigida para delimitar y proteger los bosques y cotos de caza reales y refleja la importancia estratégica y simbólica que Felipe II asignaba a estas tierras.
Todavía, después de más de 400 años, algunos tramos han permanecido, aunque la mayoría se encuentra en mal estado o ha desaparecido. La muralla original tenía entre 2 y 4 metros de altura por 50 cm de anchura, previniendo escapar a la fauna, y encerraba un área de 10.000 ha, con un perímetro total de unos 50 km. A lo largo del cercado existían 10 puertas, como la de Cuelgamuros, El Tercio o Las Zorreras.
Vedado de Caza Menor de 1793
El Vedado de Caza Menor de 1793, establecido durante el reinado de Carlos IV, marcó un hito en la gestión de los recursos cinegéticos en el piedemonte madrileño. Este vedado, destinado a la caza de especies menores, estableció normativas estrictas para la preservación de la fauna y la flora en la región. Limitando el acceso y la caza indiscriminada, la medida buscaba garantizar la sostenibilidad de los recursos naturales y fomentar la reproducción de las especies cinegéticas. El Vedado de Caza Menor de 1793 sentó las bases para la conservación ambiental y la regulación de la actividad cinegética en el piedemonte madrileño, contribuyendo a la protección de la biodiversidad y a la preservación de un equilibrio ecológico esencial en la región.
A continuación, se muestra un mapa con los límites de la Cerca de Felipe II y el Vedado de Caza Menor de 1793.
