Discreta, ágil y sorprendentemente resistente, la musaraña bicolor (Sorex araneus) es uno de los pequeños mamíferos más fascinantes del continente europeo. A pesar de su tamaño diminuto, esta especie encierra adaptaciones biológicas únicas que le permiten sobrevivir en entornos fríos y húmedos, donde pocas especies prosperan con tanta eficacia. Presente en gran parte del norte y centro de Europa, y con poblaciones aisladas en enclaves húmedos de Cataluña, esta musaraña representa un valioso indicador ecológico del estado de los ecosistemas boscosos eurosiberianos.
Ficha técnica
Nombre Común | Musaraña bicolor |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Eulipotyphla |
– Familia | Soricidae |
– Género | Sorex |
– Especie | Sorex araneus |
– Tamaño | Entre 6 y 8,5 cm |
– Peso | Entre 6 y 15 g |
– Longevidad | Hasta 18 meses |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
La Sorex araneus es un sorícido de tamaño mediano dentro de su grupo. Su cuerpo, de unos 6 a 8 centímetros de largo, se prolonga con una cola que alcanza aproximadamente la mitad de su longitud total. Su peso, variable según la estación del año, suele oscilar entre 6 y 15 gramos.
El rasgo más característico de esta especie es su hocico alargado, que termina en una pequeña trompa provista de finas vibrisas, fundamentales para orientarse y explorar el entorno. Los ojos son diminutos y poco visibles, y sus orejas están casi completamente ocultas por un pelaje denso, lo que le da un aspecto uniforme y compacto.
Este pelaje, precisamente, le otorga su nombre común: musaraña bicolor. La transición entre el color del dorso y el del vientre es gradual, sin líneas abruptas. Durante los meses cálidos, los ejemplares muestran tonalidades parduscas más claras, mientras que en invierno su manto se vuelve más largo y oscuro, dominado por matices grisáceos, como parte de su adaptación estacional.
Además de estos cambios visibles, esta especie experimenta un curioso fenómeno conocido como reducción invernal o fenómeno de Dehnel, que afecta tanto al tamaño del cuerpo como a ciertas estructuras óseas, como el cráneo. Esta transformación temporal les permite reducir el gasto energético en épocas de frío y escasez de alimento.

Hábitat y Distribución
La musaraña bicolor ocupa un amplio rango en el continente europeo, aunque su presencia en el sur está mucho más restringida. Su distribución actual refleja tanto factores históricos, como los cambios climáticos tras la última glaciación, como la competencia con especies cercanas, como Sorex coronatus.
Distribución Geográfica en España
En la Península Ibérica, Sorex araneus está presente exclusivamente en Cataluña, donde aparece en áreas concretas del Pirineo, Prepirineo y en zonas húmedas del este, como el Montseny. Estas poblaciones están aisladas genéticamente del resto europeo, un hecho que ha favorecido su clasificación dentro de la subespecie Sorex araneus pyrenaicus. Esta variante ibérica se distingue por un tamaño corporal ligeramente menor, cola más larga en proporción al cuerpo y una coloración más clara que sus equivalentes centroeuropeos.
El aislamiento de estas poblaciones se relaciona con la retracción natural de la especie tras la glaciación del Würm y la posterior expansión de la musaraña tricolor, que ocupa parte del territorio desde el suroeste de Francia.
Tipos de Hábitat
La Sorex araneus es una especie con preferencias ecológicas centroeuropeas, que requiere entornos húmedos y frescos para desarrollarse. Suele habitar en bosques caducifolios, mixtos y de coníferas, donde encuentra tanto cobertura vegetal como suficiente disponibilidad de alimento. En Cataluña, se ha observado entre los 600 y los 2.300 metros de altitud, principalmente en áreas con una precipitación media anual superior a 800 mm.
Su hábitat ideal corresponde a regiones de vegetación eurosiberiana y boreoalpina, donde las condiciones ambientales recuerdan a las de su rango principal más septentrional. Estas características la convierten en una especie especialmente sensible a los cambios ambientales y climáticos.

Alimentación
La musaraña bicolor mantiene una dieta carnívora variada, basada principalmente en invertebrados terrestres. Entre sus presas habituales destacan insectos y lombrices, aunque también puede llegar a ingerir otros pequeños invertebrados disponibles en el suelo del bosque. En ocasiones, su alimentación se complementa con semillas oleaginosas, lo que sugiere cierta flexibilidad dietética ante variaciones estacionales en la disponibilidad de presas.
Su ritmo metabólico extremadamente alto le obliga a consumir diariamente entre el 80 y el 90% de su propio peso corporal, lo que la convierte en una depredadora incansable. Este elevado gasto energético condiciona buena parte de su comportamiento diario, centrado en la búsqueda constante de alimento.
En condiciones de cautividad, se ha observado la práctica de coprofagia, un fenómeno conocido como “refección”, que permite aprovechar nutrientes no absorbidos durante la primera digestión.

Reproducción
Las poblaciones ibéricas de Sorex araneus inician su temporada reproductora a comienzos de la primavera, hacia marzo o abril, y la actividad reproductiva puede extenderse hasta octubre. Cada gestación tiene una duración aproximada de tres semanas, y tras el parto, la lactancia se prolonga durante otros veinte días.
El número de crías por camada suele oscilar entre cinco y ocho, siendo habitual la producción de dos a tres camadas al año, lo que supone un potencial reproductivo medio cercano a las veinte crías anuales. Las crías nacen desnudas, ciegas y muy ligeras, con un peso de apenas medio gramo. A lo largo de la primera semana comienzan a cubrirse de pelo, y abren los ojos entre los 18 y los 20 días de vida.
El desarrollo es rápido, y tras la lactancia, los jóvenes se independizan del nido. Sin embargo, más de la mitad no sobrevive más allá de los dos primeros meses, lo que refleja una alta tasa de mortalidad infantil. Aquellos que superan esta etapa alcanzan la madurez sexual al año siguiente, y en general, la esperanza de vida rara vez supera el año y medio.

Amenazas y Conservación
Aunque en España la musaraña bicolor no se considera actualmente en peligro, su distribución extremadamente limitada y fragmentada dentro del territorio nacional la convierte en una especie potencialmente vulnerable. Las poblaciones catalanas están aisladas del resto del continente, lo que las hace más sensibles a cualquier alteración ambiental o pérdida de hábitat.
Entre sus principales amenazas se encuentran:
- Pérdida o degradación del hábitat forestal por actividades humanas.
- Cambio climático, que podría alterar las condiciones de humedad y temperatura que necesita para sobrevivir.
- Competencia con otras especies de musarañas, como Sorex coronatus.
- Depredación natural por parte de rapaces nocturnas como la lechuza común (Tyto alba) o el cárabo (Strix aluco), así como por mamíferos como el armiño, la comadreja, la gineta o el zorro.
- Posible papel como reservorio de enfermedades, como ciertos tipos de neumonía causados por Pneumocystis carinii, aunque su impacto real en humanos es bajo.
Dado su valor como especie indicadora y su restringido rango en la Península Ibérica, se recomienda mantener programas de seguimiento ecológico, que permitan evaluar la evolución de sus poblaciones y detectar posibles riesgos a tiempo.
Video
Referencias
Resto de Artículos
Consulta el resto de Artículos de Fauna: Mamíferos, Reptiles, Anfibios y Aves.