Ficha técnica
Nombre Común | Sauce ceniciento |
– División | Angiospermas |
– Orden | Malpighiales |
– Familia | Salicaceae |
– Género | Salix |
– Especie | Salix atrocinerea |
– Altura | Hasta 22 metros |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Descripción
Salix atrocinerea, conocido por su porte característico y su resistencia a ambientes húmedos, es un arbolillo caducifolio que puede alcanzar una altura de hasta 22 metros, aunque con frecuencia no supera los 12 metros. Presenta una estructura erguida, con ramas rectas y alargadas, que en sus primeros estadios muestran una densa pilosidad. Con el tiempo, estas ramas pierden el vello y adquieren un aspecto más lustroso y lampiño, especialmente en los ejemplares adultos. La corteza, de tonalidades pardogrisáceas a oscuras, se desprende con facilidad dejando al descubierto una madera con costillas longitudinales marcadas.
Las yemas son notoriamente pelosas y sus ramillas juveniles presentan un fino indumento que también desaparece conforme maduran. Se trata de una especie que, por sus rasgos, se distingue claramente de otros sauces, especialmente por la presencia de pelos rojizos dispersos en el envés de las hojas, una característica exclusiva de esta especie.

Características
Las hojas de Salix atrocinerea son uno de sus elementos más distintivos. De forma aovada o lanceolada, se ensanchan ligeramente hacia la mitad superior. Son rugosas, con nervaduras prominentes, y presentan un borde entero o débilmente dentado, con dientes gruesos y poco marcados. Al brotar, las hojas son densamente pilosas por ambas caras, aunque con el tiempo pierden esta pilosidad por el haz, que toma una tonalidad verde oscura, mientras que el envés permanece grisáceo y peloso, a menudo con la ya mencionada presencia de pelos ferruginosos.
Los pecíolos, de entre 5 a 15 mm, son cortos y muestran una depresión longitudinal en su cara superior. En su base se ubican dos estípulas con forma reniforme y margen finamente dentado, otro rasgo fácilmente identificable en campo.
Hojas
El follaje de Salix atrocinerea muestra una adaptación evidente a climas templados y húmedos. Las hojas emergen con un denso revestimiento afieltrado, lo que les otorga una protección inicial frente a la pérdida de agua y a las bajas temperaturas. Este indumento inicial desaparece progresivamente en el haz, que se torna brillante y coriáceo, mientras que el envés se mantiene más claro y velloso, lo que contribuye a una mejor transpiración y regulación térmica. Su forma y textura resultan útiles para distinguir esta especie de otros sauces similares, especialmente en zonas de contacto híbrido.
Flores
La floración de Salix atrocinerea es temprana y efímera, ocurriendo entre enero y marzo, antes de la aparición de las hojas. Las flores se organizan en amentos densos y vellosos, que brotan directamente sobre ramas desnudas. Los amentos masculinos, de forma aovada a oblonga, son casi sésiles y se distinguen por sus brácteas discolores, más oscuras hacia el ápice, con una base más clara y muy pilosa. En su interior, cada bráctea alberga dos estambres de filamentos largos y pilosos en su parte basal, acompañados por un nectario alargado.
Los amentos femeninos, de forma más cilíndrica, contienen pistilos ovoides y cónicos, con pedicelos claramente más largos que el nectario. Están cubiertos por una densa tomentosidad, y terminan en un estilo corto con cuatro lóbulos estigmáticos bien definidos. Esta estructura floral, aunque discreta en tamaño, cumple una función clave en la reproducción anemófila de la especie, garantizando una eficaz dispersión del polen.
Fruto y semilla
El fruto de Salix atrocinerea es una cápsula tomentosa, que al madurar se abre en dos valvas para liberar las semillas. Estas están cubiertas por un vellocino de pelos blancos, una estrategia que favorece la dispersión por el viento. Esta modalidad de reproducción es habitual en especies adaptadas a entornos abiertos y riberas, donde el viento puede transportar las semillas a zonas óptimas de germinación.

Hábitat
Salix atrocinerea se desarrolla preferentemente en ambientes húmedos, ocupando zonas con alta disponibilidad de agua edáfica, como orillas de ríos y arroyos, lagunas, prados húmedos, vaguadas y setos frescos. Es especialmente común en suelos pobres en bases, mostrando una marcada afinidad por sustratos silíceos y terrenos no calcáreos. Tiene una notable tolerancia al encharcamiento, lo que le permite colonizar incluso márgenes inestables y áreas inundables.
A diferencia de otras especies riparias, S. atrocinerea es capaz de prosperar también en ambientes degradados o alterados por la acción humana. En el norte de la Península Ibérica, se le ha observado colonizando rellenos antrópicos con escasa humedad y alto contenido mineral, donde actúa como especie pionera, facilitando la llegada de otras plantas mediante la mejora de las condiciones microambientales. Esta capacidad colonizadora lo convierte en un elemento estructural clave dentro de los procesos de sucesión ecológica.

Distribución
La distribución de Salix atrocinerea es predominantemente atlántica, abarcando una amplia franja de Europa occidental, desde la Península Ibérica hasta Inglaterra. Es muy frecuente en la mayor parte de España y Portugal, encontrándose desde el nivel del mar hasta los 2.000 metros de altitud, con presencia incluso en el piso subalpino. Aparece también en la isla de Córcega, pero está ausente en las Islas Baleares.
En África, su presencia está confirmada en Marruecos y Túnez, donde ocupa nichos similares en cuanto a humedad y tipo de suelo. Dentro de su rango ibérico, tiene una particular relevancia en la cornisa cantábrica, donde es habitual encontrar híbridos naturales de S. atrocinerea en zonas perturbadas, especialmente en las inmediaciones de entornos urbanos o industriales. Esta especie ha demostrado una gran plasticidad ecológica, adaptándose tanto a condiciones óptimas como a hábitats marginales, lo que explica su amplia distribución y persistencia en el paisaje europeo.

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