La rata negra, conocida científicamente como Rattus rattus, es una especie de roedor que ha acompañado al ser humano durante siglos. Su notable capacidad de adaptación le ha permitido colonizar una gran variedad de ambientes, desde las regiones tropicales hasta las templadas, pasando por diversos tipos de hábitats urbanos. La Rata Negra se distingue no solo por su relación estrecha con las actividades humanas, sino también por su agilidad, su visión nocturna y sus hábitos sociales complejos. Con una distribución global, Rattus rattus es una de las especies más reconocibles en el mundo animal, aunque, a menudo, se confunde con su pariente cercano, la rata parda (Rattus norvegicus).
Ficha técnica
Nombre Común | Rata Negra |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Rodentia |
– Familia | Muridae |
– Género | Rattus |
– Especie | R. rattus |
– Tamaño | 15-23 cm |
– Peso | 80-280 g |
– Longevidad | Hasta 18 meses |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
La rata negra posee un cuerpo alargado y un hocico puntiagudo que le otorgan una apariencia ágil y dinámica. Sus orejas son largas, y, al estirarlas hacia adelante, alcanzan el borde de sus ojos, lo que facilita su aguda percepción del entorno. Los ejemplares adultos suelen medir entre 158 y 232 mm de cuerpo, con una cola que varía entre los 181 y 247 mm. Este último es uno de los rasgos que distingue a Rattus rattus de otras especies de ratas, ya que la cola siempre es considerablemente más larga que el cuerpo.
En cuanto a su coloración, la rata negra presenta una dorsal oscura que puede variar desde el gris oscuro hasta casi negro en su morfotipo rattus, mientras que en otras poblaciones, como la alexandrinus, el pelaje tiende a ser más pardo rojizo. El vientre, en contraste, es siempre más claro, variando entre gris y blanco amarillento, dependiendo del morfotipo. A diferencia de su pariente R. norvegicus, la rata negra tiene un cráneo más corto y ovalado, con arcos zigomáticos menos prominentes y una mandíbula más pequeña. Las hembras, ligeramente más pequeñas que los machos, cuentan con cinco pares de mamas, lo que también es una característica distintiva.

Hábitat y Distribución
La rata negra ha logrado adaptarse a una impresionante variedad de hábitats, desde zonas de matorral y bosques mediterráneos hasta plantaciones de frutales y huertas. Aunque su nombre evoca una relación con el entorno urbano, Rattus rattus no es tan comensal como la rata parda (R. norvegicus). De hecho, prefiere vivir en áreas de menor densidad humana, como los espacios periurbanos o los pequeños núcleos urbanos, siempre que estos ofrezcan suficiente alimento y vegetación.
En cuanto a su distribución geográfica, Rattus rattus está presente en gran parte del mundo. Su origen se remonta al sureste de Asia, desde donde se expandió a través de la India y Oriente Medio, llegando eventualmente a Europa. Su expansión se vio acelerada por la intervención humana, que permitió a la especie llegar a América y el Caribe. En Europa, la rata negra se distribuye principalmente en los países del sur, siendo especialmente común en la Península Ibérica, las islas Baleares y Canarias, y en las regiones del norte de África. Sin embargo, su presencia ha sido claramente condicionada por la llegada de R. norvegicus, una especie más resistente y agresiva.
Distribución Geográfica en España
En España, la rata negra ocupa gran parte del territorio, aunque su presencia no es uniforme. Se encuentra principalmente en las regiones del sur y centro del país, destacando especialmente en las áreas de la Cordillera Cantábrica y Galicia. En la región mediterránea, esta especie es bastante común. Sin embargo, no se encuentra en todos los rincones de la Península Ibérica, ya que su distribución es algo más dispersa, especialmente en áreas donde la rata parda tiene una presencia más fuerte.
Tipos de Hábitat
El hábitat natural de Rattus rattus incluye matorrales, bosques caducifolios y áreas de vegetación densa, como las plantaciones de frutales. No obstante, su capacidad para adaptarse le permite también habitar en núcleos urbanos pequeños o zonas periurbanas, siempre que haya suficientes recursos como alimentos y cobertura vegetal. En cuanto al rango altitudinal, la rata negra puede vivir desde el nivel del mar hasta los 1.000 metros de altitud, demostrando una amplia capacidad para colonizar diferentes ambientes.
Este animal, aunque menos comensal que su pariente R. norvegicus, construye nidos aéreos en lugares elevados, entre ramas y hojarascas, dándoles forma esférica y con una sola abertura. También excava madrigueras subterráneas en la base de los árboles, utilizando las raíces como soporte. Esta capacidad para adaptarse a diversos tipos de hábitat le ha permitido mantener una presencia constante en diferentes partes del mundo.
Alimentación
La rata negra (Rattus rattus) es una especie omnívora y oportunista, lo que le permite adaptarse fácilmente a los recursos disponibles en su entorno. En el medio natural, su dieta se basa principalmente en frutas y semillas, pero no desdeña los insectos y otros invertebrados. En entornos urbanos, donde los recursos alimenticios son más abundantes, puede consumir una gran variedad de alimentos, lo que la convierte en una especie muy adaptable a la vida junto al ser humano. De hecho, en las zonas insulares, se ha documentado que también depreda huevos y pollos de aves que anidan cerca del suelo.
Esta capacidad de adaptación alimentaria ha sido una de las claves de su éxito como especie, permitiéndole sobrevivir tanto en hábitats naturales como en áreas urbanas, donde encuentra restos de comida humana en gran cantidad. Además, la rata negra tiene una gran habilidad para encontrar alimentos incluso en ambientes aparentemente desfavorables, lo que le otorga una ventaja sobre otras especies competidoras.

Reproducción
La reproducción de Rattus rattus varía en función del entorno en el que viva. En las poblaciones silvestres, el ciclo reproductor sigue un patrón estacional bien definido. Los machos están activos durante todo el año, aunque su actividad se reduce considerablemente en los meses de invierno. La actividad reproductora de las hembras comienza en febrero y se extiende hasta octubre, y en algunas zonas del sur de la Península, puede haber una ligera pausa durante el verano. En ambientes urbanos, donde los alimentos son más abundantes, la rata negra puede reproducirse de manera ininterrumpida, llegando a tener hasta cinco camadas al año.
La gestación dura alrededor de 21 días, y las crías son alimentadas durante un mes por la madre. La madurez sexual se alcanza entre las seis y siete semanas de vida en las hembras, mientras que los machos alcanzan la madurez un poco más tarde, entre las siete u ocho semanas. El número de embriones por camada varía, con un rango de uno a doce crías, siendo siete el número más frecuente. Un dato interesante es que la reabsorción embrionaria afecta a aproximadamente el 6,2% de los embriones implantados, lo que podría influir en la variabilidad de las camadas.

Amenazas y Conservación
A pesar de que Rattus rattus es una especie bastante abundante y adaptable, su presencia puede generar varios problemas para los ecosistemas y los seres humanos. Aunque no es considerada una especie en peligro de extinción, la rata negra enfrenta varios factores de amenaza que afectan su coexistencia con otras especies y su control en áreas humanizadas. Algunas de las principales amenazas incluyen:
- Competencia con otras especies de ratas, como R. norvegicus, que son más grandes, agresivas y resistentes, lo que ha reducido su rango en algunas áreas.
- Control por parte de los humanos, debido a su rol como vector de enfermedades como el tifus y la peste bubónica, especialmente en áreas de pobreza e insalubridad.
- Destrucción de cultivos: Los daños en plantaciones de frutales y caña de azúcar pueden ser significativos, con pérdidas que oscilan entre el 30 y el 40% en algunas regiones.
- Depredación de especies locales, como los brotes de laurisilva en islas, donde su consumo impide la regeneración de estos ecosistemas únicos.
Aunque no hay medidas de conservación específicas para Rattus rattus debido a su abundancia, sí se llevan a cabo campañas de control en áreas donde sus poblaciones pueden convertirse en una plaga. Estos controles incluyen el uso de anticoagulantes y métodos mecánicos como la limpieza de malezas o la recolección con maquinaria pesada. Estas medidas, combinadas con una adecuada planificación, pueden ser efectivas para mantener sus poblaciones en niveles aceptables.
Además, es importante destacar que la rata negra forma parte del régimen alimentario de varios depredadores, como aves rapaces (por ejemplo, el búho real Bubo bubo y la lechuza común Tyto alba) y carnívoros de mediano tamaño, lo que ayuda a mantener cierto equilibrio en sus poblaciones, especialmente en hábitats naturales.
A pesar de los esfuerzos de control, la rata negra sigue siendo una especie abundante y muy difícil de erradicar completamente debido a su capacidad de adaptación y su estrecha relación con los seres humanos.

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