Ficha técnica
Nombre Común | Lodón o Almez |
– División | Angiospermas |
– Orden | Rosales |
– Familia | Ulmaceae |
– Género | Celtis |
– Especie | Celtis australis |
– Altura | 20–30 m |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Descripción
Celtis australis, conocido comúnmente como almez, es un árbol caducifolio de gran porte que puede alcanzar los 30 metros de altura. Presenta una copa ancha y redondeada, lo que le confiere un aspecto majestuoso y equilibrado, especialmente cuando se desarrolla en espacios abiertos. Su tronco recto, cubierto por una corteza lisa y grisácea, recuerda visualmente a especies como el ficus o el haya, por la ausencia de hendiduras profundas o estrías. Esta superficie uniforme está interrumpida por lenticelas verrucosas y finas arrugas horizontales que aparecen con el paso de los años.
Las ramillas del último año, de color pardo oscuro, están recubiertas por pelos ondulados, y sus yemas se distinguen por una disposición característica: la yema terminal aparece girada respecto a la cicatriz foliar, mientras que las laterales, adpresas, presentan dos hileras de escamas de tonos entre pardo rojizo y púrpura, con la presencia frecuente de cilios.

Características
Este árbol se distingue por su notable resistencia, adaptabilidad y su uso ornamental. Aunque puede alcanzar alturas de hasta 30 metros, lo habitual es encontrarlo en tallas que rondan los 20 a 25 metros. Su estructura es sólida, y su madera, apreciada tradicionalmente, ha sido utilizada en herramientas agrícolas por su equilibrio entre peso y resistencia. También se ha empleado en la elaboración artesanal de objetos como pipas, utilizando raíces por su trabajabilidad.
Hojas
Las hojas de Celtis australis son caducas, alternas y pecioladas, de entre 5 y 15 centímetros de longitud. Su forma es ovo-lanceolada, con un margen delicadamente aserrado, cuyos dientes presentan un ápice más claro. El haz es de un verde oscuro, ligeramente pubescente, mientras que el envés, más claro, muestra una pilosidad concentrada en los nervios. Estas hojas son ásperas al tacto y presentan una ligera asimetría en la base. Una característica muy distintiva es la presencia de tres nervios principales que emergen desde el mismo punto basal, lo que facilita su identificación.
Flores
La floración de Celtis australis tiene lugar entre marzo y abril, coincidiendo con la brotación foliar. Las flores son pequeñas, verdosas y discretas, carentes de pétalos, y estructuralmente simples, con cinco sépalos caducos, lo que las clasifica como monoclamídeas. En cuanto a la morfología sexual, pueden encontrarse flores masculinas, femeninas y hermafroditas en el mismo árbol. Las masculinas poseen cinco estambres bien desarrollados, mientras que las femeninas presentan un pistilo con dos estigmas grandes, blancos y llamativos, y estambres de menor tamaño. Esta disposición floral permite una polinización cruzada eficiente dentro de la misma planta.
Fruto y semilla
El fruto, conocido popularmente como almeza, almecina o latón, es una drupa comestible de aproximadamente 1 centímetro de diámetro, con una fina capa carnosa que recubre un hueso central duro, de tamaño similar a un grano de pimienta. A lo largo de su desarrollo, el fruto experimenta una transformación cromática que va desde el amarillo hasta un tono negruzco al alcanzar la madurez, entre finales de verano y otoño. Su sabor dulce, similar al del dátil, lo hace apetecible tanto para fauna como para el ser humano. Cada fruto crece de manera solitaria sobre largos pedúnculos, situados en las axilas de las hojas, lo que le otorga una disposición espaciada y fácilmente visible.

Hábitat
Celtis australis se encuentra habitualmente en ambientes frescos y sueltos, especialmente en laderas, barrancos y zonas elevadas respecto a cauces de ríos y arroyos. No es una especie estrictamente riparia, aunque requiere cierta humedad edáfica durante los meses más cálidos para prosperar. Es un elemento característico de los bosques de vega mixtos mediterráneos, donde cohabita con especies propias de alamedas hidrófilas y olmedas. Su presencia está asociada a climas templados, y raramente forma bosquetes densos, apareciendo por lo general de forma aislada o en grupos pequeños. Su tolerancia a suelos pedregosos, tanto calizos como silíceos, le permite crecer en terrenos de diversa composición, siempre que se mantengan sueltos y bien drenados.

Distribución
Originario de la cuenca mediterránea y Europa central, Celtis australis ha logrado extender su rango natural hasta latitudes relativamente elevadas. En estado silvestre, se encuentra ampliamente distribuido por el sur de Europa, el oeste de Asia y el norte de África. En la Península Ibérica, se da con mayor frecuencia en el noreste, incluyendo Cataluña y Aragón, así como en Baleares, Extremadura, Andalucía y algunas áreas de Castilla-La Mancha. También ha sido registrado en zonas concretas de Madrid, como las vegas del sureste, y en áreas montañosas de Castilla y León, como las Arribes del Duero y las gargantas de la cara sur de Gredos.
Fuera de su distribución nativa, ha sido naturalizado o cultivado ampliamente por su valor ornamental. Se utiliza en alineaciones urbanas, parques y jardines, debido a su resistencia a la contaminación y a su capacidad de ofrecer sombra densa y fresca. La rusticidad de la especie, unida a su tolerancia a diferentes tipos de suelo, la ha convertido en una opción habitual en proyectos de jardinería urbana y restauración paisajística. Aunque es resistente, no tolera heladas tardías, lo que limita su expansión natural hacia zonas con inviernos más rigurosos.

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