Ficha técnica
Nombre Común | Boj común |
– División | Angiospermas |
– Orden | Buxales |
– Familia | Buxaceae |
– Género | Buxus |
– Especie | Buxus sempervirens |
– Altura | Hasta 12 m |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Descripción
El Buxus sempervirens, conocido comúnmente como boj común, es un arbusto perenne, de crecimiento lento y gran longevidad, que puede superar con facilidad los cinco metros de altura, llegando en ocasiones excepcionales a alcanzar hasta doce metros. Presenta una estructura densa y muy ramificada, con ramas jóvenes ligeramente pelosas, mientras que las más antiguas desarrollan un tono amarillento y una textura más leñosa. El tronco, en ejemplares longevos, se vuelve pardo grisáceo y muestra una corteza surcada por pequeñas resquebrajaduras.

Características
Se trata de una especie de hábito arbustivo o arbóreo, aunque raramente adquiere un porte verdaderamente arbóreo. Su crecimiento es tan lento que puede vivir hasta 600 años, desarrollando con el tiempo un entramado compacto que lo hace ideal para usos ornamentales como setos formales. La forma y disposición de sus partes vegetativas revelan adaptaciones a entornos sombreados y secos, características que han favorecido su amplia difusión en jardinería y en zonas forestales del sur de Europa.
Hojas
Las hojas del Buxus sempervirens son simples, opuestas, con forma ovalada a lanceolada, de textura coriácea y margen ligeramente curvado hacia abajo. Su longitud oscila entre los 10 y los 30 milímetros, con una superficie superior de color verde oscuro brillante y un envés más claro y mate. En condiciones invernales, algunas hojas pueden adquirir tonalidades rojizas, una respuesta habitual a las bajas temperaturas. Son hojas glabras en su mayoría, aunque pueden presentar una escasa pilosidad en la base, y se insertan en las ramas mediante un pecíolo corto.
Flores
Las flores, poco llamativas, aparecen a comienzos de primavera, agrupadas en pequeñas inflorescencias axilares. Son monoicas, con flores masculinas y femeninas coexistiendo en la misma planta. Las masculinas se sitúan en la base de la inflorescencia, mientras que la femenina ocupa una posición apical. Las flores masculinas poseen un perigonio sepaloideo compuesto por cuatro piezas y cuatro estambres, mientras que las femeninas presentan un perigonio de cinco a seis piezas con un ovario tricarpelar rematado por tres estilos erguidos. A pesar de su tamaño reducido —alrededor de 2 milímetros— y de carecer de corola y fragancia, son ricas en néctar, lo que las convierte en un atractivo recurso para diversos insectos, especialmente himenópteros y dípteros.
Fruto y semilla
El fruto es una cápsula seca, leñosa y coriácea, de color marrón o grisáceo, que mide aproximadamente 1 centímetro de largo. Al madurar, se abre por valvas para liberar las semillas. Cada lóculo contiene dos semillas negras, albergadas en el interior hasta la apertura del fruto. Los estilos persistentes del ovario se transforman en unos cuernecillos curvados que sobresalen de la cápsula, aportando un rasgo distintivo a esta especie. Aunque la reproducción por semilla es posible, resulta poco común debido a su lentitud; tanto en jardinería como en su hábitat natural, es más frecuente su reproducción vegetativa por esquejes o estolones.
Hábitat
El Buxus sempervirens crece preferentemente en laderas rocosas, zonas de matas y colinas, mostrando una notable adaptación a suelos calizos poco profundos. En entornos donde los bosques de coníferas o fagáceas se han visto reducidos, puede llegar a formar masas monoespecíficas densas, conocidas como bojedas, ocupando espacios que otros vegetales no pueden colonizar con facilidad. Aunque prefiere la media sombra, es capaz de desarrollarse en ambientes soleados, siempre que cuente con humedad suficiente y el suelo esté bien drenado.
Esta especie se desarrolla sobre terrenos calcáreos, aunque también tolera suelos pizarrosos o graníticos, adaptándose a diversas condiciones edáficas. Es resistente a heladas, sequías y vientos, lo que le permite sobrevivir en climas duros. Requiere inviernos frescos, y es capaz de rebrotar de cepa tras incendios. Además, no pierde el follaje en invierno, manteniéndose verde durante todo el año, una característica que ha potenciado su uso en jardinería ornamental.

Distribución
El Buxus sempervirens se distribuye de forma natural en una amplia franja que abarca desde la región mediterránea hasta el centro de Europa y el oeste de Asia. En la Península Ibérica está presente en la mayoría de sistemas montañosos con sustrato calcáreo, como los Pirineos, el Sistema Ibérico, las cordilleras catalanas y las sierras Béticas, alcanzando altitudes de hasta 2000 metros. En Portugal ha sido introducido y naturalizado, pero no se considera especie autóctona. En cambio, no está presente en las Islas Baleares.
Además de encontrarse en la naturaleza, se cultiva ampliamente como planta ornamental, especialmente para formación de setos y borduras. Su lento desarrollo y densa ramificación lo hacen ideal para poda estructurada. Aunque su reproducción por semilla es escasa, se multiplica con eficacia mediante esquejes, siendo este el método más utilizado tanto en jardines como en viveros. Su distribución silvestre y ornamental ha contribuido a su consolidación como una de las especies vegetales más reconocibles del paisaje europeo.

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