Ficha técnica
Nombre Común | Madroño |
– División | Angiospermas |
– Orden | Ericales |
– Familia | Ericaceae |
– Género | Arbutus |
– Especie | Arbutus unedo |
– Altura | Hasta 6 m |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Descripción
Arbutus unedo, comúnmente conocido como madroño, es un arbolillo perennifolio de bajo porte que raramente supera los 6 metros de altura. Esta planta, originaria de la región mediterránea, destaca por su aspecto rústico y elegante, con un tronco corto y a veces retorcido, que se caracteriza por su corteza que se desprende en tiras, una característica distintiva de los ejemplares más viejos. A nivel botánico, el madroño presenta una gran resistencia, lo que le permite prosperar en diferentes tipos de suelos dentro de su hábitat natural.

Características
Las hojas de Arbutus unedo son coriáceas, con una longitud que oscila entre 6 y 10 cm, siendo simples, pecioladas y dispuestas de manera alterna. Tienen una forma lanceolada y presentan un borde serrado. Su color varía dependiendo de la cara de la hoja: la parte superior (haz) es de un verde oscuro y brillante, mientras que la parte inferior (envés) es algo más clara, lo que les confiere un contraste notable. Estas hojas son persistentes, lo que significa que se mantienen en la planta durante todo el año.
Hojas
El pecíolo de las hojas de Arbutus unedo mide entre 7 y 8 mm y es una de las características que permite distinguirla de otras especies cercanas. La forma de las hojas, lanceolada y con bordes serrados o serruladas, contribuye a la particular estética de esta planta, que se adapta bien a los climas suaves y mediterráneos.
Flores
Las flores del madroño se agrupan en panículas colgantes. Cada flor tiene una corola que se asemeja a una olla panzuda, con una pequeña boca en el extremo y un reborde que se vuelve hacia fuera. El color predominante de las flores es blanco, aunque ocasionalmente se encuentran ejemplares con corolas de tonalidades rosadas. El interior de las flores alberga 10 estambres de filamentos blancos y pelosos, mientras que las anteras son rojas y tienen dos apéndices finos. El óvulo de la flor es verrucoso y se encuentra sobre un disco de un verde intenso, lo que le da una apariencia única. La floración tiene lugar durante los meses de finales de otoño e invierno, coincidiendo con la maduración de los frutos provenientes de flores del año anterior.
Fruto y semilla
El fruto de Arbutus unedo es una baya de forma redonda y de tamaño pequeño, que oscila entre los 7 y 15 mm de diámetro. Su superficie es rugosa y presenta un color rojo en la parte externa, mientras que la pulpa interior tiene un tono amarillo. Este contraste de colores hace que el fruto sea fácilmente reconocible. En cuanto a la semilla, cada baya contiene varias y tiene una forma angulosa y de un color pardo. Los frutos son una parte esencial del ciclo de vida del madroño, y su maduración suele coincidir con el final de la floración.

Hábitat
El hábitat de Arbutus unedo está principalmente asociado a ambientes mediterráneos, que se caracterizan por inviernos suaves y veranos secos. En la naturaleza, se encuentra en bosques mixtos de barrancos y desfiladeros fluviales, a menudo acompañando especies como encinas y robles. Esta especie prefiere suelos silíceos, arenosos y bien drenados, donde puede crecer de forma óptima, alcanzando alturas de hasta 800 a 1200 metros sobre el nivel del mar en algunas áreas. El madroño es particularmente común en las laderas meridionales de Gredos y la Sierra de Gata, así como en los Montes de Toledo y Sierra Morena.
El madroño se adapta bien a climas suaves, por lo que no soporta los fríos excesivos ni las sequías severas. En cuanto a su distribución, es una especie que prefiere un ambiente mediterráneo suavizado, lo que la hace adecuada para diversas formaciones vegetales, tales como encinares, alcornocales, pinares y robledales.

Distribución
Arbutus unedo está presente de manera natural en varias regiones del Mediterráneo, incluyendo el norte de África, las Islas Baleares, así como el sur de Europa, en países como España, Portugal y el sur de Francia. Además, ha sido introducida en otras regiones como el Reino Unido, donde se adapta bien a ciertos tipos de hábitat. En la Península Ibérica, se distribuye principalmente por las zonas de Gredos, Sierra Morena y los Montes de Toledo, siendo menos frecuente en las zonas más deforestadas del interior.
A pesar de su expansión en gran parte de la Península, en las Islas Canarias, el madroño se comporta como una especie exótica invasora, lo que ha generado preocupación debido a su capacidad para desplazar especies autóctonas. Por este motivo, está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, lo que restringe su propagación y comercio en estas islas.
Esta planta también se encuentra en el oeste de Irlanda y algunas áreas del sur de Rusia, donde su resistencia y adaptabilidad le permiten crecer en diferentes tipos de suelos y altitudes. Su hábitat natural está asociado principalmente a bosques mixtos y laderas en las zonas más frescas del Mediterráneo, extendiéndose hasta los 1200 metros de altitud.
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