El Topillo de Cabrera (Microtus cabrerae) es un pequeño roedor de la familia de los arvícolos, conocido por su robustez y adaptaciones a los ecosistemas mediterráneos. Este roedor se destaca dentro de su género por ser uno de los de mayor tamaño, y su distribución está restringida principalmente a áreas específicas de la Península Ibérica. Aunque el Microtus cabrerae no es tan conocido como otras especies de mamíferos, desempeña un papel importante en el equilibrio ecológico de las zonas que habita.
Ficha técnica
Nombre Común | Topillo de Cabrera |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Rodentia |
– Familia | Cricetidae |
– Género | Microtus |
– Especie | Microtus cabrerae |
– Tamaño | 11-13 cm |
– Peso | 40-68 g |
– Longevidad | Unos 3 años |
– Estado de conservación | Vulnerable (VU) |
Características Físicas
El Microtus cabrerae es un roedor robusto que destaca por su tamaño relativamente grande en comparación con otros miembros de su género. Su cuerpo mide entre 116 y 130 mm de longitud, mientras que su cola varía entre 33 y 46 mm, con unos pies que alcanzan entre 20 y 22 mm. El peso de un individuo adulto oscila entre 40 y 68 gramos. A diferencia de otras especies, no existe dimorfismo sexual en términos de tamaño corporal o craneal, aunque se observan diferencias en las dimensiones de la pelvis entre machos y hembras.
El pelaje del Microtus cabrerae es largo y espeso, lo que le proporciona una excelente protección en su hábitat. En su dorso, presenta un color pardo o gris oliváceo, mientras que su región ventral es de un tono crema sucio. Los pies son de color pardo, con los dedos blanquecinos, y su cola es de color gris pardusco en la parte superior, volviéndose amarillenta en su parte inferior. Los individuos jóvenes suelen tener un pelaje más uniforme, generalmente de un tono grisáceo en todo su cuerpo.
Desde el punto de vista morfológico, el Microtus cabrerae tiene una cabeza con un perfil superior convexo, lo que le da un aspecto distintivo en comparación con otras especies de topillos. Los huesos nasales son más largos que el diastema y se ensanchan hacia la parte posterior, una característica única que distingue a este roedor. Además, su mandíbula es robusta y presenta una apófisis digástrica muy desarrollada. La fórmula dentaria de esta especie es 1.0.0.3/1.0.0.3, adaptada a su dieta y hábitos alimenticios.
Hábitat y Distribución
Distribución Geográfica en España
El Microtus cabrerae es una especie endémica de la Península Ibérica, lo que significa que solo se encuentra en esta región del mundo. Su distribución está fragmentada en varios núcleos principales que se encuentran en diversas áreas montañosas y de clima mediterráneo de España. En el Prepirineo, se le puede encontrar en Huesca y Zaragoza, mientras que en el Sistema Ibérico meridional habita en Cuenca, Guadalajara, Teruel, entre otras provincias. También está presente en las Sierras Béticas (como Albacete, Jaén, Granada y Murcia) y el Sistema Central, que incluye zonas como Madrid, Toledo, Ávila y Cáceres. En la zona sur de Portugal también se ha reportado su presencia.
Tipos de Hábitat
El Microtus cabrerae habita en zonas climáticas mediterráneas, lo que significa que prefiere áreas con veranos cálidos y secos, e inviernos suaves. Esta especie es especialmente exigente con el tipo de hábitat, ya que necesita una cobertura herbácea que se mantenga verde durante todo el año, por lo que se establece en lugares con un nivel freático elevado. Las zonas más comunes en las que habita incluyen juncales, gramíneas perennes, y en menor medida, carrizales y vegetación nitrófila de cunetas. Además, se encuentra en pisos bioclimáticos meso y supramediterráneos, lo que implica que prefiere altitudes que van desde los 250 hasta los 1.500 metros, aunque la mayor parte de sus colonias se localiza entre los 500 y 1.200 metros sobre el nivel del mar.
Es importante destacar que el rango altitudinal del Microtus cabrerae varía dependiendo de las condiciones climáticas de la zona. Por ejemplo, las poblaciones del Sistema Central se encuentran a menor altitud que aquellas situadas en el Sistema Ibérico o las Sierras Béticas, adaptándose de forma óptima a cada ecosistema en el que vive.

Alimentación
El Microtus cabrerae tiene una dieta principalmente herbívora, centrada en las hojas, tallos y semillas de diversas especies de gramíneas, siendo estas su principal fuente de alimento. Entre las gramíneas preferidas se encuentran los géneros Briza, Bromus, Holcus, Agrostis, Brachypodium y Poa. Además, complementa su dieta con juncos y, en menor medida, con algunas herbáceas dicotiledóneas, destacando Plantago lanceolata y varias especies de compuestas. Aunque en ocasiones puede consumir pequeños invertebrados, estos representan una parte muy minoritaria de su alimentación, lo que refleja su carácter esencialmente herbívoro.
En términos de abundancia, las densidades de población del Microtus cabrerae son generalmente moderadas en comparación con otros roedores del mismo grupo, oscilando entre 17 y 350 individuos por hectárea. A pesar de la estabilidad de su población en algunas áreas, la falta de fluctuaciones masivas en la densidad no parece indicar grandes picos de abundancia, como sucede con otras especies de topillos.
Reproducción
El ciclo reproductivo del Microtus cabrerae es bastante flexible y está influenciado principalmente por las condiciones climáticas. En algunas poblaciones silvestres de Cuenca, se ha observado que las hembras pueden estar activas y gestantes durante todo el año, aunque la época de cría puede variar dependiendo de la cantidad de precipitaciones, interrumpiéndose en épocas de sequías o escasez de agua. La gestación dura entre 23 y 24 días y las camadas suelen ser de entre 3 y 7 crías, con un tamaño medio de 5 crías por hembra en condiciones naturales. En cautividad, el número de crías por camada suele ser ligeramente menor, con un promedio de 4 crías, que al nacer pesan entre 2,9 g y 4,2 g.
Las crías nacen con el pelaje completamente desarrollado a los 9 días y son capaces de mover sus extremidades y responder a estímulos sensoriales a los 11 días. El proceso de destete ocurre a los 15 días, aunque la tasa de crecimiento durante esta etapa es más lenta en comparación con otras especies de topillos. Este patrón de reproducción sugiere que el Microtus cabrerae tiene una estrategia reproductiva de tipo K, es decir, produce menos crías pero con un mayor cuidado parental y una tasa de renovación de la población más baja.
Amenazas y Conservación
El Microtus cabrerae enfrenta varias amenazas que ponen en peligro su conservación, especialmente debido a la destrucción y fragmentación de su hábitat natural. Esta especie se encuentra en una situación de vulnerabilidad debido a la combinación de sus estrictos requisitos ecológicos y las actividades humanas que alteran su entorno. A continuación, se detallan las principales amenazas que enfrenta:
Amenazas
- Destrucción del hábitat: La conversión de áreas naturales en cultivos agrícolas y la urbanización son las principales causas de la pérdida de hábitat.
- Fragmentación del hábitat: La construcción de carreteras, la agricultura intensiva y la ganadería generan fragmentos de hábitat de menor calidad, dificultando la movilidad y reproducción de las poblaciones.
- Agricultura intensiva y ganadería: La roturación de tierras para cultivos y el pastoreo excesivo afectan gravemente los hábitats adecuados para el Microtus cabrerae.
- Quema de herbazales y acequias: Las prácticas agrícolas como las quemas controladas o no controladas pueden destruir áreas vitales para la especie.
- Contaminación por escombros y basuras: El depósito de residuos en sus hábitats puede alterar su ecosistema y favorecer la invasión de especies no nativas, como el Rattus norvegicus, que compite con el topillo de Cabrera por recursos.
- Cambio climático: El calentamiento global y las alteraciones en los patrones de precipitaciones también afectan negativamente a la especie, ya que influencian su ciclo reproductivo y la disponibilidad de recursos.
A pesar de estas amenazas, existen algunas iniciativas de conservación para proteger al topillo de Cabrera, aunque son limitadas. En Castilla-La Mancha, por ejemplo, se han realizado esfuerzos para concienciar sobre la especie, publicando materiales informativos y tomando en cuenta su presencia al autorizar ciertos cultivos. Sin embargo, son necesarias medidas más concretas, como:
Medidas de Conservación
- Prohibir la ampliación de cultivos que afecten a los hábitats del Microtus cabrerae.
- Evitar la eliminación de vegetación herbácea en áreas clave para la especie, como cunetas y bordes de campos.
- Controlar las quemas agrícolas y evitar la quema indiscriminada de áreas naturales.
- Realizar evaluaciones de impacto ambiental para proyectos de infraestructura, como la construcción de carreteras, que puedan alterar los hábitats del topillo de Cabrera.
En cuanto a su estado de conservación, la especie está catalogada en España como Vulnerable (VU B2ab(iii)), mientras que a nivel mundial se encuentra en la categoría de Menor Preocupación (LR/nt) según la IUCN. Sin embargo, la situación es crítica en ciertas zonas, y el seguimiento continuo de sus poblaciones es esencial para garantizar su conservación a largo plazo.
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Referencias
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