El Lagópodo Alpino o Perdiz Nival (Lagopus muta) es una de las especies más representativas de la fauna circumpolar, distribuyéndose principalmente en las regiones frías del norte de América, Eurasia y algunas áreas alpinas del sur de Europa. Conocido por su habilidad para sobrevivir en condiciones extremas, esta ave ha desarrollado una serie de adaptaciones que le permiten habitar en zonas de alta montaña, donde la nieve y el frío predominan la mayor parte del año. Además de su resistencia al frío, su camuflaje estacional es una de sus características más sorprendentes, permitiéndole pasar desapercibido tanto en invierno como en verano.
Ficha técnica
| Nombre Común | Lagópodo Alpino o Perdiz Nival |
| – Clase | Aves |
| – Orden | Galliformes |
| – Familia | Phasianidae |
| – Género | Lagopus |
| – Especie | Lagopus muta |
| – Tamaño | 35 cm |
| – Envergadura | 60 cm |
| – Peso | 430-470 g |
| – Longevidad | 9 años |
| – Estado de conservación | Vulnerable (VU) |
Canto
Características Físicas
La Perdiz Nival es un ave de tamaño pequeño, con una longitud corporal de unos 35 cm. Su envergadura alar es considerablemente amplia, alcanzando hasta los 60 cm, lo que le permite moverse con agilidad a pesar de su tamaño compacto. Uno de los rasgos más distintivos de esta especie son sus patas completamente cubiertas de plumas, que van incluso hasta la porción distal de los dedos, dejando al descubierto solo las uñas. Esta adaptación es crucial para su supervivencia en climas fríos, ya que le proporciona un aislamiento térmico adicional, permitiéndole caminar sobre la nieve sin perder calor corporal y reduciendo el gasto energético en sus desplazamientos.
En cuanto a su aspecto, el pico negro y corto y la carúncula roja que aparece sobre los ojos, especialmente en los machos, son otras de sus características notables. Además, presenta una estría negra que va desde el pico hasta los ojos, característica exclusiva de los machos, lo que contribuye a la identificación sexual de la especie.
El plumaje de la Perdiz Nival varía según la estación del año. Durante el verano, su plumaje es predominantemente gris, con el vientre y la parte inferior de las alas blancas. Sin embargo, en el invierno, adquiere un color blanco uniforme, lo que le permite mimetizarse perfectamente con el entorno nevado, a excepción de su cola negra, que destaca ligeramente. Los jóvenes se asemejan a los adultos tanto en verano como en invierno, lo que facilita su integración en el entorno desde temprana edad.
En cuanto a su masa corporal, los machos alcanzan un peso medio de unos 470 g, mientras que las hembras son algo más ligeras, con un peso aproximado de 430 g.
Hábitat y Distribución
La Perdiz Nival es una especie que habita en áreas montañosas y frías, donde las condiciones son extremas. Su distribución es amplia, pero irregular, en las regiones del norte de América y Eurasia, con una presencia discontinua en las zonas más cálidas del sur. En estos territorios, las poblaciones de Lagópodo Alpino tienden a aislarse en altitudes elevadas, creando colonias dispersas que son el refugio perfecto para esta especie adaptada al frío.
Distribución Geográfica en España
En España, la población de Lagópodo Alpino corresponde a la subespecie Lagopus muta pyrenaicus y se encuentra principalmente en la cordillera axial pirenaica, entre el macizo de Larra (en Navarra) y el Ripollés (en Girona). Esta subespecie ocupa una superficie total de 1.470 km² en la vertiente española de los Pirineos, con una distribución que abarca zonas cercanas a la frontera entre España, Andorra y Francia. Esta área es común tanto para el Lagópodo Alpino español como para otras especies relacionadas, lo que facilita la interacción entre diferentes poblaciones de la misma subespecie.
Tipos de Hábitat
El Lagópodo Alpino se encuentra en ambientes de alta montaña, a partir de los 2.200 m de altitud. Su hábitat incluye pastizales de alta montaña, neveros (zonas cubiertas de nieve de manera permanente), canchales (terrenos rocosos y desmoronados) y formaciones arbustivas que crecen por encima del límite del bosque. A pesar de las extremas condiciones climáticas, el Lagópodo Alpino se adapta perfectamente a este entorno, permaneciendo en estas áreas durante todo el año, tanto en invierno como en verano, sin migrar a zonas más cálidas.
Alimentación
El Lagópodo Alpino tiene una dieta predominantemente herbívora, basada en materia vegetal como tallos, brotes, hojas, yemas, frutos y semillas. Sin embargo, también incluye insectos y otros invertebrados, aunque en menor proporción. Durante los primeros días de vida, los pollos dependen principalmente de los insectos y arañas para satisfacer sus necesidades nutricionales.
En el caso de las poblaciones que habitan en los Pirineos, su dieta varía a lo largo del año. En invierno y primavera, consumen principalmente hojas, tallos y yemas de plantas leñosas, con una proporción menor de flores, artrópodos y algunas frutas y semillas. Las plantas más relevantes para su alimentación son las ericáceas, los sauces enanos y las asteráceas. Esta dieta muestra una variación estacional, adaptándose a los recursos disponibles según la temporada y el tipo de sustrato en el que se encuentra.
Reproducción
La reproducción de la Perdiz Nival se inicia en marzo, cuando los machos comienzan a establecer su territorio. El celo de la especie se extiende entre los meses de abril y junio, periodo durante el cual los machos realizan un característico canto nupcial para atraer a las hembras. A menudo, los machos muestran una tendencia hacia la poliginia, emparejándose con varias hembras, llegando a formar grupos de hasta tres parejas.
El cortejo incluye una espectacular demostración visual en la que el macho despliega su cola en abanico, mientras mantiene las alas entreabiertas y caídas, buscando impresionar a la hembra. El nido, que generalmente está ubicado en el suelo, se construye conjuntamente por el macho y la hembra. Este nido está formado por hojas, hierba, musgo y plumas, y suele ser bastante sencillo, con una vegetación muy escasa o casi ausente.
La puesta tiene lugar entre mayo y junio, con un número de huevos que varía entre 2 y 9. La incubación comienza inmediatamente después de poner el último huevo, y la hembra se encarga de incubarlos durante un periodo de entre 21 y 23 días. Durante este tiempo, la hembra hace entre 1 y 6 descansos diarios. En caso de que los huevos sean depredados antes de eclosionar, puede haber una puesta de reemplazo.
Los pollos son nidífugos, lo que significa que abandonan el nido poco después de la eclosión, generalmente entre julio y agosto, y se independizan a los 70-80 días. La madurez sexual se alcanza con un año, y la longevidad máxima registrada en los Pirineos es de 9 años.
Amenazas y Conservación
La Perdiz Nival está catalogada como vulnerable (VU) debido a varias amenazas que afectan tanto a su hábitat como a su ciclo de vida. Entre las principales amenazas para la especie se incluyen:
- Cambio climático: El calentamiento global ha alterado las condiciones en las que esta especie ha evolucionado, afectando la sincronización entre la muda de su plumaje y la permanencia de la nieve, lo que aumenta su vulnerabilidad a los depredadores.
- Destrucción del hábitat: El desarrollo de complejos turísticos, especialmente las estaciones de esquí, altera de manera irreversible su hábitat. Esto provoca un aumento de depredadores generalistas y una mayor mortalidad debido a colisiones con cables eléctricos y remontes.
- Deportes de invierno: Actividades como el heliesquí, las motos de nieve y las travesías alteran el ahorro energético del Lagópodo, obligándolo a gastar más energía durante los meses más críticos debido a la baja calidad de su dieta en invierno.
- Turismo masivo: La creciente afluencia de excursionistas y turistas en las cumbres y crestas pirenaicas perturba su descanso y alimentación, lo que puede llevar al abandono de nidos y aumentar la mortalidad de pollos.
- Perturbación en el Pirineo: La perturbación de las poblaciones de Lagópodo Alpino en áreas como el valle de Pineta y el Balcón en el Parque Nacional de Ordesa es un ejemplo de cómo el turismo puede afectar gravemente la especie.
Para abordar estas amenazas, se requiere un Plan Nacional de Conservación que incluya medidas como:
- Seguimiento poblacional para monitorear el impacto del cambio climático.
- Protección de zonas de alta densidad que puedan servir como fuentes de excedentes en caso de que se produzcan disminuciones poblacionales.
- Regulación del uso turístico en zonas sensibles y adaptación de las infraestructuras para minimizar su impacto.
- Campañas de concienciación sobre la importancia biológica de esta especie ártica en un país mediterráneo, como es España.
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Referencias
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