El murciélago ratonero grande, conocido científicamente como Myotis myotis, es una de las especies de quirópteros más emblemáticas del continente europeo. Se distingue no solo por su tamaño, sino también por su papel ecológico como regulador de poblaciones de insectos. Presente en una amplia franja del sur y centro de Europa, este murciélago ha desarrollado estrategias de adaptación que le permiten sobrevivir en entornos muy variados, aunque siempre dependientes de la calidad de sus refugios y áreas de caza. Su presencia, aunque localmente abundante, está condicionada por la disponibilidad de hábitats adecuados, lo que ha generado una distribución irregular en varias regiones de la Península Ibérica.
Ficha técnica
Nombre Común | Murciélago Ratonero Grande |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Chiroptera |
– Familia | Vespertilionidae |
– Género | Myotis |
– Especie | Myotis myotis |
– Tamaño | 5-6 cm |
– Peso | 21-35 g |
– Longevidad | Unos 5 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
Myotis myotis es el murciélago más grande del género Myotis en Europa. Las hembras, como ocurre en otras especies del grupo, suelen ser ligeramente más grandes que los machos. Presenta un pelaje corto y denso, con una tonalidad en el dorso que varía entre el castaño y el pardo grisáceo, mientras que el vientre es casi blanco. Los ejemplares jóvenes, por su parte, muestran un color gris ceniza más uniforme, lo que los hace fácilmente distinguibles.
La piel tiene una tonalidad pardo rojiza, especialmente visible en las membranas alares. Su hocico es ancho y está dotado de abultamientos glandulares, una característica que contribuye a su identificación. El uropatagio, o membrana entre las patas traseras y la cola, es lampiño y presenta un espolón que recorre aproximadamente la mitad de su borde.
En cuanto a dimensiones generales, su envergadura puede superar los 40 centímetros, y su peso oscila entre los 20 y 35 gramos, siendo un animal notablemente robusto dentro de los murciélagos europeos. Debido a su parecido con Myotis blythii, ambas especies pueden confundirse fácilmente, especialmente si este último no presenta su habitual mancha blanca en la frente. En esos casos, para diferenciarlos, se requiere un análisis morfológico detallado realizado por especialistas.

Hábitat y Distribución
La presencia de Myotis myotis se extiende por gran parte del sur de Europa y algunas zonas de Asia occidental, incluyendo Israel, Siria y Anatolia, así como las islas Azores. Sin embargo, su distribución es muy irregular, ya que depende en gran medida de la disponibilidad de refugios adecuados y de la calidad de las áreas donde puede cazar.
A lo largo de su área de distribución, esta especie ha demostrado una preferencia clara por entornos donde puede acceder a refugios subterráneos o construcciones humanas cálidas, como desvanes o sótanos, y cazar en espacios abiertos o semiabiertos, como pastizales o claros de bosque.
Distribución Geográfica en España
En España, el murciélago ratonero grande se encuentra principalmente en la región Mediterránea y en la isla de Mallorca, aunque con una distribución fragmentada. En Andalucía, es escaso en las campiñas y vegas del Guadalquivir, siendo más común en zonas mineras de Sierra Morena y en las cordilleras Béticas, donde puede encontrar las cavidades y minas que necesita para refugiarse.
En Castilla y León, evita las llanuras abiertas de las cuencas del Esla y el Pisuerga, y se concentra principalmente al sur del río Duero, donde las condiciones son más favorables. En la zona Eurosiberiana, su presencia es limitada: no se encuentra en el occidente asturiano y no hay registros recientes en el País Vasco atlántico. Además, la información sobre su presencia en Galicia, Aragón, Cataluña y las cuencas del Tajo y Guadiana es escasa o poco concluyente, en parte porque algunas observaciones podrían corresponder a ejemplares de Myotis blythii.
En la Península Ibérica y Baleares, la única subespecie presente es Myotis myotis myotis, que ocupa diferentes regiones adaptándose a las condiciones locales.
Tipos de Hábitat
Esta especie prefiere bosques maduros abiertos y pastizales arbolados, donde puede cazar de forma eficiente en vuelo rasante. Sin embargo, evita los ambientes semiáridos del sureste ibérico, donde la disponibilidad de alimento y refugio es más limitada.
A la hora de refugiarse, utiliza tanto cavidades naturales (como grutas y minas) como espacios construidos por el ser humano, especialmente desvanes cálidos y sótanos tranquilos. En el ámbito ibérico, es más habitual que críe en cavidades subterráneas, mientras que en zonas de Centroeuropa opta mayoritariamente por desvanes de edificios antiguos.
Aunque puede encontrarse en zonas de cierta altitud, las colonias reproductoras no suelen superar los 1.500 metros. La cita de mayor altitud en la Península Ibérica, obtenida durante el invierno, corresponde a un ejemplar registrado en la Sierra de Almijara (Málaga), a más de 2.000 metros, lo que muestra su capacidad de adaptarse estacionalmente a distintas condiciones térmicas y ambientales.

Alimentación
El murciélago ratonero grande se alimenta principalmente de insectos terrestres de gran tamaño, lo que lo diferencia de otros murciélagos más especializados en presas voladoras. Su estrategia de caza está perfectamente adaptada a este tipo de dieta: realiza un vuelo lento y controlado a baja altura —entre 30 y 70 centímetros del suelo— sobre superficies desnudas o cubiertas por pastos cortos, evitando áreas con vegetación densa donde el acceso a las presas es más difícil.
En regiones del sureste ibérico, su alimentación incluye con frecuencia carábidos, escarabajos como Rhyzotrogus y Polyphylla fullo, así como grillotalpas. También se han registrado presas más ocasionales como licosas (arañas cazadoras), solífugos, quilópodos y grillos. En todos los casos, el murciélago identifica la presa desde el aire y, tras un breve planeo, la captura directamente con la boca sin necesidad de posarse, lo que le permite cazar de forma rápida y eficaz.
Este tipo de dieta demuestra su papel como controlador natural de plagas, especialmente en ecosistemas agrícolas y de montaña, donde algunas de sus presas pueden convertirse en especies perjudiciales para cultivos.

Reproducción
Las hembras alcanzan la madurez sexual alrededor de los dos años, y a partir de ese momento comienzan a formar colonias de cría que pueden reunir a miles de individuos. Estas colonias se establecen habitualmente entre finales de marzo y principios de abril, momento en el que las hembras se agrupan en refugios cálidos y protegidos.
Los partos se producen entre abril y junio, y cada hembra da a luz a una sola cría por temporada. Los jóvenes permanecen en el refugio durante unas siete u ocho semanas, tiempo durante el cual desarrollan por completo su capacidad de vuelo y comienzan a volverse independientes. A mediados de agosto, los juveniles ya han abandonado el refugio materno.
Aunque este patrón reproductivo es el más común, en algunas zonas del valle del Guadalquivir y de Sierra Morena se han detectado pequeños grupos de hembras que paren durante el invierno, lo que sugiere cierta variabilidad en el ciclo reproductivo en función del clima y otras condiciones locales.
Durante la época de cría, los machos suelen mantenerse alejados, ocupando refugios alternativos de forma solitaria o en pequeños grupos. No es hasta finales del verano, durante el período de celo, cuando se reúnen de nuevo con las hembras y pueden formar pequeños harenes, normalmente compuestos por un macho y hasta tres compañeras.

Amenazas y Conservación
A pesar de contar con una población estimada en torno a los 108.000 individuos en España, Myotis myotis enfrenta una serie de amenazas que podrían comprometer su estabilidad a medio y largo plazo. La región Mediterránea alberga entre el 80% y el 90% de todos los ejemplares, destacando las comunidades de Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha como principales núcleos poblacionales.
Su comportamiento gregario durante la reproducción y su dependencia de refugios muy concretos lo hacen especialmente vulnerable a la intervención humana. Además, al no alejarse más de 50 kilómetros de sus zonas habituales, cualquier alteración local puede tener un impacto directo sobre una colonia entera.
Las principales amenazas identificadas para la especie incluyen:
- Pérdida o alteración de refugios naturales y artificiales utilizados durante la cría, hibernación o descanso.
- Molestias causadas por el espeleoturismo, especialmente en cavidades donde existen colonias reproductoras.
- Rehabilitación o modificación de edificios antiguos, que puede dejar inservibles desvanes o sótanos donde se instalan las colonias.
- Predación por parte de la lechuza común (Tyto alba), especialmente en regiones donde ambos comparten hábitat, como el oeste ibérico.
- Parasitismo por diversos ácaros, dípteros, nematodos y trematodos, que aunque no suelen ser mortales, pueden afectar la salud general del animal.
- Escasez de datos actualizados en algunas regiones, lo que dificulta aplicar medidas de protección eficaces.
Aunque no se han confirmado casos de rabia en esta especie en territorio español, su estudio epidemiológico continúa siendo una línea de investigación abierta, especialmente por los contactos que puede tener con otras especies y, en raros casos, con humanos. Afortunadamente, su presencia en construcciones humanas suele limitarse a zonas poco transitadas y no representa ningún problema para las personas.
La conservación del murciélago ratonero grande pasa por proteger sus hábitats clave, evitar la perturbación de sus refugios y mejorar el seguimiento de sus poblaciones para tomar decisiones informadas que garanticen su supervivencia.

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