El lución (Anguis fragilis) es un reptil peculiar que, a primera vista, podría confundirse con una serpiente debido a la ausencia de patas. Sin embargo, este saurio sin extremidades pertenece a la familia Anguidae y posee características únicas que lo diferencian de los ofidios. Su cuerpo es alargado, cubierto de escamas lisas y brillantes, y es capaz de desprenderse de su cola como mecanismo de defensa. A pesar de su aspecto, es un animal inofensivo y beneficioso para el ecosistema, ya que se alimenta de pequeños invertebrados. Su distribución abarca gran parte de Europa, incluyendo la Península Ibérica, donde prefiere hábitats húmedos y boscosos.
Ficha técnica
Nombre Común | Lución |
– Clase | Reptiles |
– Orden | Squamata |
– Familia | Anguidae |
– Género | Anguis |
– Especie | A. fragilis |
– Tamaño | Alrededor de 40 cm |
– Longevidad | Alrededor de 30 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
El lución se distingue por su cuerpo cilíndrico y su piel brillante, lo que le otorga una apariencia similar a la de una serpiente. A diferencia de estas, posee párpados móviles y puede cerrar los ojos, algo imposible en los ofidios. Además, su cuerpo es más rígido y se desplaza con movimientos menos sinuosos.
Los individuos jóvenes presentan un tono dorado, plateado o amarillento, con el vientre y los costados oscuros. También es característica una fina línea negra que recorre su dorso y cola, partiendo desde una mancha negra en la cabeza.
En los machos adultos, la coloración se uniformiza en tonos pardos, grises o bronceados, aunque algunos pueden desarrollar manchas marrones que adquieren reflejos azulados. Por su parte, las hembras conservan con frecuencia la línea dorsal oscura y pueden presentar una banda negruzca en los costados.
Una de sus habilidades más llamativas es la autotomía, la capacidad de soltar la cola para distraer a los depredadores y aumentar sus posibilidades de escape. Aunque el lución puede regenerarla, la nueva estructura suele ser más corta y menos flexible que la original.

Hábitat y Distribución
El lución cuenta con una amplia distribución en Europa, alcanzando el paralelo 63º en el norte del continente. Se encuentra desde la Península Ibérica hasta el noroeste de Irán y el oeste de Siberia, pasando por Inglaterra, Escocia y el sur de Grecia e Italia. Prefiere ambientes con alta humedad y vegetación densa, evitando las zonas áridas y de temperaturas extremas.
Distribución Geográfica en España
En la Península Ibérica, el lución se encuentra principalmente en la mitad norte, con presencia en comunidades como Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Castilla y León, Aragón y Cataluña. Su presencia es escasa o nula en la meseta castellano-leonesa y en el valle del Ebro.
En el centro de España, sus poblaciones están restringidas a zonas montañosas, como las sierras de Gata, Gredos, Guadarrama y Ayllón, dentro del Sistema Central. En el noreste, puede encontrarse en áreas cercanas al Delta del Ebro, aunque siempre en entornos con altos niveles de humedad (mínimo 600 mm de precipitación anual).
Además, se han registrado poblaciones en diversas islas del Atlántico y el Cantábrico, como Santa Clara, Pantorga, Coelleira, Sisarga Grande, Sálvora, Ons y Monteagudo.
Tipos de Hábitat
El lución es una especie higrófila, es decir, depende de entornos con elevada humedad. En la región Eurosiberiana, habita en bosques caducifolios, matorrales y prados con abundante vegetación baja. Es común en áreas donde predominan robles (Quercus) y hayas (Fagus), así como en praderas densas y paisajes de campiña.
En la zona Mediterránea, su presencia es más limitada y se encuentra en bosques del piso supramediterráneo, así como en brezales y valles húmedos con vegetación ribereña.
En cuanto a altitud, en el norte de la Península se le puede encontrar desde el nivel del mar hasta 2.400 metros en los Pirineos. En el centro de España, suele habitar entre los 600 y 1.800 metros de altitud, prefiriendo zonas con sombra y humedad constante.
Alimentación
El lución basa su dieta en presas de movimientos lentos, lo que lo convierte en un depredador especializado en invertebrados de suelo. Su alimentación está dominada por caracoles y lombrices, que representan el grueso de su consumo en muchas regiones. Se ha observado que los gasterópodos constituyen alrededor del 50% de su dieta, mientras que los oligoquetos (lombrices de tierra) rondan el 30%.
Además de estos alimentos principales, también consume isópodos, arácnidos, coleópteros y larvas de insectos, dependiendo de la disponibilidad en su entorno. En Galicia, por ejemplo, las larvas de insectos, gasterópodos, arácnidos y coleópteros tienen una mayor importancia en su alimentación.
El tamaño de las presas varía, aunque en promedio se sitúa entre 20 y 34 mm, con rangos que pueden ir desde los 2 mm hasta los 12 cm en casos excepcionales. Su método de caza es simple pero efectivo: localiza a sus presas en el suelo o entre la vegetación baja y las captura con su poderosa mandíbula, engulléndolas enteras.

Reproducción
El ciclo reproductivo del lución comienza en primavera, entre marzo y abril, cuando los machos se vuelven más activos y buscan hembras con las que aparearse. Aunque no son territoriales, pueden protagonizar enfrentamientos entre ellos durante la época de celo.
Tras la cópula, la gestación dura unos tres meses, y las crías nacen entre agosto y septiembre. A diferencia de otros reptiles, el lución es ovovivíparo, lo que significa que las crías se desarrollan dentro del cuerpo de la madre y nacen vivas, envueltas en una fina membrana que rompen inmediatamente tras el parto.
El número de crías por camada puede variar considerablemente, con cifras que van desde 2 hasta 22 individuos. En España, entre el 65% y el 89% de las hembras se reproducen cada año, lo que indica una tasa de reproducción relativamente alta. La primera reproducción ocurre generalmente a los tres años de vida, cuando alcanzan la madurez sexual.

Amenazas y Conservación
Amenazas
A pesar de ser una especie ampliamente distribuida, el lución enfrenta varias amenazas que afectan sus poblaciones, especialmente en regiones más secas o sometidas a la actividad humana. Entre los factores que ponen en riesgo su supervivencia destacan:
- Pérdida de hábitat debido a la intensificación agrícola y silvícola, que reduce las áreas naturales donde la especie se refugia y se alimenta.
- Incendios forestales, que destruyen su hábitat y pueden causar la muerte de numerosos ejemplares.
- Abandono de prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales, lo que altera los ecosistemas en los que esta especie prospera.
- Uso de pesticidas y productos químicos en la agricultura, que afecta directamente a su alimentación y puede intoxicarlo.
- Tráfico rodado, ya que muchos ejemplares son atropellados al cruzar carreteras en busca de refugio o alimento.
Conservación
El estado de conservación del lución varía según la región en la que se encuentre. En la zona Eurosiberiana de la Península Ibérica, es una especie abundante, alcanzando altas densidades en algunos lugares. Sin embargo, en la región Mediterránea, sus poblaciones son más escasas y fragmentadas, lo que la hace más vulnerable a los cambios ambientales y la actividad humana.
En las islas gallegas, su situación es poco conocida, y se necesitan más estudios para evaluar su estado real.
Según la clasificación de conservación en España, el lución se encuentra en la categoría de “Preocupación Menor” (LC), lo que indica que no está en peligro inminente, aunque su conservación depende del mantenimiento de hábitats con cobertura vegetal densa. Esta especie está estrechamente ligada a paisajes tradicionales, como setos vivos y pastizales de ganadería extensiva, que le proporcionan refugio y alimento.
La protección de estos entornos es clave para garantizar la estabilidad de sus poblaciones a largo plazo.

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Referencias
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