El águila pescadora (Pandion haliaetus) es una de las aves rapaces más fascinantes y singulares del mundo. Su estrecha relación con los ecosistemas acuáticos la convierte en una experta cazadora de peces, habilidad que ha perfeccionado a lo largo de su evolución. A diferencia de otras rapaces, esta especie presenta adaptaciones únicas que le permiten zambullirse en el agua con precisión milimétrica. Su presencia se extiende por distintos continentes, aunque en algunas regiones enfrenta desafíos de conservación debido a la pérdida de hábitats y otras amenazas.
Ficha técnica
Nombre Común | Águila pescadora |
– Clase | Aves |
– Orden | Accipitriformes |
– Familia | Pandionidae |
– Género | Pandion |
– Especie | P. haliaetus |
– Tamaño | 50 – 65 cm |
– Envergadura | 150 – 180 cm |
– Peso | 1 – 2 kg |
– Longevidad | Hasta 20 años |
– Estado de conservación | En Peligro Crítico (CR) |
Canto
Características Físicas
El águila pescadora destaca por su combinación de colores y su silueta inconfundible en vuelo. Sus partes superiores son de un marrón oscuro contrastante con la cabeza blanca, la cual está marcada por un distintivo antifaz negro que se extiende desde el pico hasta la nuca, pasando por los ojos. Su pecho presenta estrías variables, mientras que sus partes inferiores son mayormente blancas, con una mancha negra en la zona carpal, puntas de alas negras y un patrón de bandas transversales oscuras en las plumas de vuelo y la cola.
Sus garras son de un color marfil, diseñadas para capturar peces con precisión, mientras que su pico es curvo y afilado, con una cera gris-azulada que le proporciona un aspecto robusto. Los ojos, de un intenso color amarillo, le otorgan una visión excepcional para detectar a sus presas desde grandes alturas.
Los ejemplares jóvenes presentan algunas diferencias notables en comparación con los adultos. Su plumaje es moteado en las partes superiores, y sus ojos tienen un tono anaranjado en lugar de amarillo. Con el paso de los años, estas características se van modificando hasta adquirir la apariencia típica de los adultos.

Hábitat y Distribución
El águila pescadora es una especie de amplia distribución, presente en múltiples continentes. Se encuentra en regiones Holártica, Paleártica y Australásica, siendo una de las rapaces más extendidas del planeta. Su presencia está estrechamente ligada a ecosistemas acuáticos, ya que depende de estos entornos para su alimentación. Sin embargo, en algunas áreas, como el Mediterráneo y Canarias, sus poblaciones han disminuido debido a diversas amenazas.
Distribución Geográfica en España
En España, las poblaciones de Pandion haliaetus son reducidas y están fragmentadas, lo que las hace particularmente vulnerables. Se encuentran principalmente en las Islas Baleares (Mallorca, Menorca y Cabrera), Canarias (Tenerife, La Gomera, El Hierro, Lanzarote, Alegranza, Montaña Clara y Lobos) y las islas Chafarinas, situadas en la costa de Melilla. Además, se ha registrado una pareja nidificante en el embalse de Bornos, Cádiz, lo que podría indicar un posible intento de expansión en la península.
Tipos de Hábitat
Esta especie está íntimamente ligada a los ecosistemas costeros y cuerpos de agua de gran tamaño. Durante la época de cría, el águila pescadora prefiere nidificar en acantilados tranquilos, desde donde tiene acceso a aguas ricas en peces. Para la caza, suele frecuentar pequeños golfos, albuferas, bahías y lagunas cercanas al mar, donde encuentra con facilidad a sus presas.
En las Islas Canarias, zonas como Fuerteventura, Gran Canaria y La Palma cuentan con hábitats adecuados para la recolonización de la especie. No obstante, su presencia en estos lugares sigue siendo limitada y depende de la disponibilidad de alimento y la protección del entorno.
Alimentación
El águila pescadora basa su dieta exclusivamente en peces vivos, que captura con una precisión asombrosa en entornos de agua dulce, salada o salobre. Las presas suelen medir entre 10 y 60 cm y pesar entre 100 y 600 g, aunque la selección depende de la disponibilidad local. En el Mediterráneo, los mugílidos son uno de los grupos de peces más consumidos por esta especie.
Para cazar, el águila pescadora utiliza una estrategia altamente especializada. Sobrevuela la superficie del agua a baja altura, observando con atención el movimiento de los peces. En el momento adecuado, se cierne en el aire, fija su mirada en la presa y se lanza en picado con las garras extendidas. Sus afiladas uñas penetran la piel resbaladiza del pez y, gracias a una disposición especial de los dedos, logra sujetarlo con firmeza. También puede capturar peces desde posaderos estratégicos, esperando pacientemente el momento oportuno para atacar.

Reproducción
El ciclo reproductivo de Pandion haliaetus varía según la ubicación geográfica. En el norte de Europa, los ejemplares llegan a sus territorios de cría entre marzo y abril, mientras que en el Mediterráneo y Canarias este proceso comienza antes, en febrero o incluso antes.
Los nidos, construidos con ramas y otros materiales, se sitúan en acantilados marinos aislados y suelen ser reutilizados año tras año, alcanzando dimensiones impresionantes con el tiempo. La puesta suele constar de tres huevos, que son incubados principalmente por la hembra durante aproximadamente 38 días. Durante este periodo, el macho se encarga de cazar y proporcionar alimento a su pareja.
El desarrollo de los polluelos es un proceso gradual. En las poblaciones sedentarias, el primer vuelo ocurre alrededor de los 50 días de vida, aunque los juveniles continúan dependiendo de los adultos durante varias semanas más. La dispersión de los jóvenes ocurre entre las 12 y 14 semanas, cuando comienzan a independizarse.
En el Mediterráneo, la edad promedio para la primera reproducción es de 4 años para los machos y 5 años para las hembras. En términos de éxito reproductivo, las poblaciones del norte de Europa presentan mejores tasas de supervivencia en comparación con las del Mediterráneo y Canarias.

Amenazas y Conservación
A pesar de su amplia distribución, el águila pescadora enfrenta serias amenazas que han puesto en riesgo sus poblaciones, especialmente en el Mediterráneo y Canarias. Su categoría de conservación en algunas regiones es En Peligro Crítico (CR) debido a diversos factores.
Principales amenazas
- Pérdida de hábitat: La expansión urbana en las costas ha reducido drásticamente las zonas de nidificación, afectando especialmente a las poblaciones de Canarias y Baleares.
- Molestias humanas: Actividades como el turismo, la pesca y la escalada cerca de los nidos pueden provocar el abandono de las crías y la reducción del éxito reproductivo.
- Electrocución: Los tendidos eléctricos representan un grave riesgo, especialmente en Baleares, donde varios ejemplares han muerto por colisiones con cables de alta tensión.
- Competencia con la gaviota patiamarilla: Esta especie agresiva y oportunista puede dificultar el acceso al alimento y generar estrés en las águilas pescadoras.
Medidas de conservación
Para proteger a Pandion haliaetus, se han implementado diversas estrategias enfocadas en la recuperación de sus poblaciones. Algunas de las más destacadas incluyen:
- Monitoreo y censos anuales para conocer la evolución de la especie.
- Instalación de nidos artificiales en áreas con hábitats adecuados.
- Programas de reintroducción, como los llevados a cabo en Andalucía, con resultados prometedores.
- Campañas de sensibilización, especialmente en Canarias, para concienciar sobre la importancia de la conservación de la especie.
- Protección legal de las áreas de nidificación, evitando la urbanización en zonas clave.
- Adaptación de tendidos eléctricos en entornos donde las águilas pescadoras están en riesgo de electrocución.
Gracias a estos esfuerzos, se espera que la población de águilas pescadoras pueda recuperarse en las zonas donde se encuentra más amenazada.

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Referencias
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