Ficha técnica
Nombre Común | Arce de Montpellier |
– División | Angiospermas |
– Orden | Sapindales |
– Familia | Sapindaceae |
– Género | Acer |
– Especie | Acer monspessulanum |
– Altura | 10-15 m |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Descripción
Acer monspessulanum, conocido comúnmente como arce de Montpellier, es un árbol caducifolio de porte medio que puede alcanzar entre 10 y 15 metros de altura, aunque en condiciones excepcionales puede acercarse a los 20. Presenta una copa densa y extendida, con un follaje especialmente frondoso y compacto. El tronco es recto, de hasta 75 cm de diámetro, y se cubre en su juventud por una corteza lisa y pardo-grisácea, que con la madurez se fragmenta en placas rectangulares, adquiriendo una textura finamente estriada.
Las ramas adultas muestran una corteza más agrietada, mientras que las ramillas jóvenes se reconocen por su tono pardo-rojizo oscuro. La yema terminal tiene forma ovoide, formada por cinco o seis pares de escamas oscuras, rasgo distintivo en la identificación de la especie.

Características
Este arce se diferencia fácilmente de otras especies del género por el tamaño contenido de sus hojas y la configuración de sus frutos. Su desarrollo le permite prosperar en ambientes con alta exposición solar, y presenta una notable adaptación al clima mediterráneo, con resistencia tanto al frío como a veranos secos y calurosos. La madera del arce de Montpellier es considerada valiosa, lo que ha favorecido su aprovechamiento tradicional en diversas regiones donde es nativo.
Hojas
Las hojas de Acer monspessulanum tienen una forma muy característica: están divididas en tres lóbulos bien definidos, con márgenes lisos y una textura glabra, es decir, sin pelos. El pecíolo suele ser más largo que el limbo, y la superficie foliar muestra un verde oscuro más intenso en el haz, mientras que el envés mantiene un tono más apagado. Al tacto, son ligeramente coriáceas, lo que contribuye a reducir la pérdida de agua por transpiración. En otoño, estas hojas adquieren una coloración llamativa, con tonalidades que van desde el amarillo dorado hasta el rojo vivo, haciendo del árbol un punto focal en paisajes naturales o urbanos durante esta estación.
Flores
La floración de Acer monspessulanum ocurre en primavera, coincidiendo con la brotación de las hojas. Las flores son pequeñas, dispuestas en racimos péndulos, y presentan un color amarillento-verdoso. Pueden ser unisexuales o hermafroditas, lo que le confiere cierta versatilidad reproductiva dentro de su ecosistema. Los racimos florales miden entre 2 y 3 cm, aportando una delicada pero significativa presencia al conjunto del árbol durante la época de floración.
Fruto y semilla
El fruto de esta especie se presenta en forma de disámara, una estructura típica del género Acer. Cada disámara alcanza unos 3 cm de longitud, compuesta por dos alas que contienen las semillas. En Acer monspessulanum, estas alas están casi paralelas entre sí o forman un ángulo muy cerrado, rasgo que facilita su identificación. La maduración ocurre en otoño, momento en que los frutos adquieren tonalidades rojizas a pardas, antes de desprenderse y ser dispersados por el viento. La disposición de las alas permite una dispersión eficiente, lo que ha contribuido al éxito ecológico de esta especie en una amplia gama de hábitats mediterráneos.

Hábitat
Acer monspessulanum se desarrolla en entornos típicamente mediterráneos, adaptándose bien a condiciones de aridez moderada. Aunque puede soportar periodos secos, necesita suelos frescos y bien drenados para un desarrollo óptimo. Tiene una notable resistencia al frío invernal y tolera temperaturas elevadas durante el verano. Se encuentra tanto en sustratos calizos como silíceos, y suele prosperar en terrenos pedregosos y soleados. Esta capacidad de adaptación le permite formar parte de ecosistemas montanos, forestales y matorrales termófilos, desde el nivel del mar hasta los 1600 metros de altitud.
Su presencia es habitual en laderas expuestas al sol, donde contribuye a la estabilización del suelo y forma parte de comunidades vegetales mixtas, compartiendo espacio con especies como quejigos, encinas o pinos dependiendo del contexto ecológico.

Distribución
La distribución de Acer monspessulanum abarca buena parte de la región mediterránea, siendo una especie nativa y característica del paisaje arbóreo de esta zona. Se extiende desde el oeste de Marruecos y Portugal hasta Turquía y el Líbano en el este. Por el norte, su límite llega hasta los montes Jura en Francia y algunas zonas del sur de Alemania.
En la Península Ibérica, aparece en gran parte de las áreas montañosas, con especial abundancia en su mitad oriental, aunque está ausente en las Islas Baleares. Su patrón de distribución revela una preferencia clara por zonas con influencia climática mediterránea, aunque puede sobrevivir en condiciones más continentales si el suelo y la exposición solar son favorables.

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