El urogallo, conocido científicamente como Tetrao urogallus, es una de las aves más imponentes de los bosques europeos. Este galliforme de gran tamaño es un símbolo de la biodiversidad de las regiones montañosas y boreales. Su comportamiento discreto y su hábitat especializado lo convierten en un ave fascinante, pero también vulnerable. A pesar de su distribución amplia en la región Paleártica, el urogallo enfrenta importantes desafíos de conservación en las zonas más meridionales de su rango, como el norte de España.
Ficha técnica
Nombre Común | Urogallo |
– Clase | Aves |
– Orden | Galliformes |
– Familia | Phasianidae |
– Género | Tetrao |
– Especie | Tetrao urogallus |
– Tamaño | 70-100 cm |
– Envergadura | 110-130 cm |
– Peso | 1,5-4 kg |
– Longevidad | 10-12 años |
– Estado de conservación | En Peligro (EN) |
Canto
Características Físicas
El Tetrao urogallus es un ejemplo claro de dimorfismo sexual, lo que significa que machos y hembras presentan diferencias notables en tamaño y coloración. Los machos son significativamente más grandes que las hembras, con un peso que oscila entre 3 y 4 kg, superando al de un gallo doméstico. En contraste, las hembras son más pequeñas, con un peso aproximado de 1,5 a 2 kg, similar al de una gallina.
Los machos adultos tienen un plumaje predominantemente oscuro, con tonos de gris pizarra en el cuerpo y la cola, y alas marrones que destacan sobre el resto de su figura. Las hembras, por su parte, presentan un plumaje más discreto: el dorso es de color ocre con motas y franjas negras, mientras que el vientre es más claro, casi blanco. Ambos sexos comparten características distintivas como un pico de color marfil y ébano y una carúncula roja sobre los ojos, que es especialmente prominente en los machos.
Hábitat y Distribución
El urogallo tiene una distribución que abarca gran parte de la región Paleártica, desde el suroeste de Europa hasta las vastas extensiones de Siberia oriental. Mientras que las poblaciones del norte y este de Europa suelen ser más estables, en el centro y sur del continente las poblaciones están fragmentadas y en declive, debido a la pérdida de hábitats adecuados y otras amenazas. En total, se reconocen doce subespecies, adaptadas a las condiciones locales de sus respectivas regiones.
Distribución Geográfica en España
En España, el urogallo se encuentra representado por dos subespecies: Tetrao urogallus cantabricus y Tetrao urogallus aquitanicus. La subespecie cantabricus habita la cordillera Cantábrica, ocupando zonas de Asturias, Cantabria y Castilla y León, mientras que la subespecie aquitanicus se encuentra en los Pirineos, especialmente en Navarra, Aragón y Cataluña. Las áreas de distribución en España son relativamente reducidas, con cerca de 2,000 km² en la cordillera Cantábrica y 5,700 km² en los Pirineos.
Tipos de Hábitat
El hábitat del urogallo está estrechamente vinculado a bosques maduros y diversos, con abundante vegetación arbustiva que proporciona alimento y refugio. En la cordillera Cantábrica, estos bosques suelen incluir hayedos y robledales, mientras que en los Pirineos predominan el pino negro, el pino silvestre y los bosques mixtos de haya y abeto. Además, la presencia de arbustos como el arándano es clave, ya que forman parte esencial de su dieta. Este ave también prefiere zonas de montaña con baja perturbación humana, lo que limita aún más los lugares adecuados para su supervivencia.
Alimentación
El Tetrao urogallus es una especie principalmente folívora, cuya dieta varía según la estación y la disponibilidad de recursos en su entorno. Durante el invierno, cuando el suelo está cubierto por nieve, el urogallo se alimenta en los árboles, consumiendo brotes de haya, acebo y abedul en la cordillera Cantábrica, así como acículas de coníferas en los Pirineos.
En primavera y verano, con el deshielo, su alimentación se diversifica, incluyendo hojas de brezos, arándanos, enebros, frondes de helechos y plantas herbáceas. En las áreas donde el arándano abunda, este arbusto se convierte en una pieza clave de su dieta, aportando hojas, tallos y frutos durante el verano y el otoño.
Durante las primeras dos semanas de vida, los pollos dependen principalmente de una dieta basada en insectos, necesarios para su rápido crecimiento y desarrollo. Este cambio dietético refleja la capacidad del urogallo de adaptarse a las variaciones estacionales en su entorno.
Reproducción
El comportamiento reproductivo del urogallo muestra un marcado contraste entre los sexos: los machos son polígamos, mientras que las hembras son monógamas. La nidificación ocurre directamente en el suelo, en áreas bien camufladas para proteger los huevos de depredadores.
La puesta tiene lugar entre finales de mayo y principios de junio, con un promedio de 6 a 8 huevos por nidada, de tamaño ligeramente mayor al de una gallina doméstica. La incubación dura aproximadamente 25 días, siendo las hembras las únicas responsables de proteger y empollar los huevos.
Los pollos son nidífugos, lo que significa que abandonan el nido poco después de nacer, siguiendo a la madre mientras aprenden a alimentarse por sí mismos. Sin embargo, el éxito reproductor ha disminuido notablemente en las últimas décadas, especialmente en la cordillera Cantábrica, donde es menor que en los Pirineos. Este descenso preocupa a los expertos, ya que refleja las crecientes dificultades que enfrenta esta especie para garantizar su supervivencia.
Amenazas y Conservación
En España, las dos subespecies de urogallo, Tetrao urogallus cantabricus y Tetrao urogallus aquitanicus, están clasificadas como En Peligro (EN). Entre las principales amenazas que enfrenta esta especie destacan:
- Fragmentación del hábitat, que obliga a los urogallos a desplazarse largas distancias entre parches de bosque y a utilizar hábitats no forestales.
- Aumento de los bordes de hábitat, lo que favorece la presencia de depredadores y competidores como los ungulados.
- Expansión de estaciones de esquí y proyectos de turismo invernal, que generan molestias en áreas clave para la especie.
- Caza furtiva y otras prácticas cinegéticas no reguladas.
Aunque no se han implementado medidas de conservación específicas a nivel nacional, en regiones como Aragón y Cataluña se han realizado esfuerzos como la revisión de los Planes de Ordenación Forestal y la designación de áreas prioritarias para preservar.
Para garantizar la supervivencia del urogallo en España, los expertos recomiendan:
- Incrementar la vigilancia antifurtiva y minimizar las molestias humanas en las áreas de reproducción.
- Ajustar los proyectos de desarrollo turístico para evitar su impacto en hábitats sensibles.
- Llevar a cabo un seguimiento anual de las poblaciones y su productividad.
- Impulsar programas de educación ambiental, promoviendo la conservación de esta especie emblemática entre las comunidades locales.
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Referencias
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