El tejón (Meles meles) es un mamífero de la familia de los mustélidos, reconocido por su característico aspecto robusto y su comportamiento nocturno. Con una distribución extensa que abarca gran parte del Paleártico, desde Irlanda hasta Japón, el tejón es un animal que, a pesar de ser poco conocido por el público general, juega un papel clave en los ecosistemas donde habita. Su presencia en la Península Ibérica es especialmente notable, con una amplia distribución que va desde los bosques del norte hasta los más áridos y soleados parajes del sur.
Ficha técnica
Nombre Común | Tejón |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Carnivora |
– Familia | Mustelidae |
– Género | Meles |
– Especie | Meles meles |
– Tamaño | 58-75 cm |
– Peso | 4,5-9 kg |
– Longevidad | Hasta 10 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
El tejón es un animal de gran tamaño, con un cuerpo alargado y robusto que lo distingue fácilmente dentro de la familia de los mustélidos. Su cabeza es relativamente pequeña en comparación con su cuerpo, y presenta un cuello ancho y corto. Uno de los rasgos más destacados del tejón son las dos bandas negras que atraviesan su rostro, cubriendo sus ojos, contrastando fuertemente con el blanco de su cabeza. Esta coloración, junto con su cuerpo gris en la parte dorsal y más oscuro en la ventral, le otorgan un aspecto inconfundible.
Son plantígrados, al igual que los osos, y sus extremidades son cortas, con unas uñas largas y resistentes que le permiten excavar con gran eficacia en busca de alimento o para crear su madriguera. La cola también es corta en comparación con su cuerpo, lo que refuerza su aspecto compactado. En términos de tamaño, los tejones adultos pueden medir entre 58 y 75 cm de largo, con una cola que oscila entre los 11 y 20 cm. En cuanto al peso, los machos alcanzan un rango entre 5,5 y 9 kg, mientras que las hembras suelen pesar un poco menos, variando entre 4,5 y 9 kg, dependiendo de factores como la disponibilidad de alimento y la estación del año.
Aunque el dimorfismo sexual en los tejones es relativamente reducido, se puede notar una ligera diferencia en tamaño entre los machos y las hembras, especialmente en las zonas del norte de la Península Ibérica, donde los ejemplares tienden a ser más grandes y pesados. Es importante destacar que, aunque existen algunas subespecies de tejón, la mayoría de los expertos coinciden en que las poblaciones ibéricas pertenecen a la subespecie nominal Meles meles.
Hábitat y Distribución
El tejón tiene una distribución muy amplia, que abarca casi todo el continente europeo, exceptuando algunas zonas del norte de Escandinavia y Rusia. Su presencia también se extiende hacia el oeste de Asia, llegando hasta Japón. En la Península Ibérica, el tejón se encuentra distribuido por casi toda la región, desde las áreas montañosas de la zona Eurosiberiana hasta las más cálidas y áridas de Almería, donde habita zonas de huertos tradicionales. Sin embargo, el tejón evita las zonas altamente urbanizadas y aquellas con vegetación escasa o completamente alterada por actividades humanas, como las áreas esteparias o los terrenos dedicados a cultivos intensivos.
Distribución Geográfica en España
En España, el tejón se distribuye principalmente por el norte y el centro del país, destacando especialmente en regiones como el País Vasco, La Rioja, Cataluña, Comunidad Valenciana y Granada, donde la especie está presente gracias a las zonas de vegetación densa y las madrigueras que les proporcionan refugio. No obstante, hay grandes áreas en las que no se ha registrado presencia de tejones debido a la falta de datos. Es probable que en muchas de estas zonas el tejón esté presente, pero aún no haya sido detectado debido a la escasa vigilancia en estas áreas.
El tejón también habita en las zonas montañosas del centro peninsular, prefiriendo las dehesas y los bosques de plantaciones de coníferas o los roquedos, donde encuentra la frescura necesaria durante los meses de verano. En áreas como Doñana, selecciona zonas de matorral con lentiscos, evitando los pinares y las dehesas abiertas, que no le ofrecen el hábitat adecuado.
Tipos de Hábitat
Los tejones se sienten cómodos en una variedad de hábitats, siempre que estos ofrezcan suficiente cobertura vegetal y protección. Su preferencia por bosques caducifolios y mixtos es notable, ya que estos ecosistemas les proporcionan un refugio natural y una fuente de alimentos variada. También pueden encontrarse en paisajes agro-silvo-pastorales, donde las setas y sebes sirven como escondites y fuentes de nutrientes. Evitan las zonas completamente desprovistas de vegetación, como los terrenos alpinos o subalpinos, y las áreas encharcadas.
El rango altitudinal del tejón varía, aunque por lo general prefiere altitudes medias a altas, especialmente en zonas frescas y húmedas, lo que favorece su actividad nocturna y su necesidad de temperaturas más suaves.
Alimentación
El Meles meles es un animal omnívoro que tiene una dieta bastante variada, lo que le permite adaptarse a diferentes entornos y épocas del año. Su alimentación incluye raíces, frutos, setas y hongos subterráneos, así como moluscos, invertebrados, anfibios y reptiles. Además, no desaprovecha las oportunidades que ofrece la carroña, alimentándose de restos de otros animales cuando se presentan.
En algunas zonas del norte de la Península Ibérica, los tejones muestran una preferencia por la lombriz de tierra (Lumbricus spp.), un alimento fácilmente accesible y abundante. En otras regiones, como en aquellas donde el conejo es común, los gazapos se convierten en una de sus principales fuentes de nutrición. Este comportamiento alimentario le permite maximizar el uso de recursos que son abundantes y predecibles, lo que facilita su supervivencia.
El tejón es un animal nocturno, lo que significa que su búsqueda de alimento se realiza mayormente durante la noche, aprovechando su excelente capacidad de olfato y su habilidad para excavar en el suelo en busca de comida.

Reproducción
La reproducción del Meles meles tiene lugar entre los meses de noviembre y enero, aunque el ciclo reproductivo varía ligeramente según la ubicación. Durante esta época, las hembras entran en celo poco después del parto, lo que marca el comienzo del proceso de fertilización. En las zonas de Doñana, la implantación de los blastocitos se produce de manera diferida en otoño, lo que da lugar a la natalidad entre una y cuatro crías por hembra.
En este entorno, solo la hembra dominante de cada grupo tiene la capacidad de criar anualmente, mientras que en áreas con densidades poblacionales más altas, donde los tejones viven en grupos más grandes, es probable que varias hembras puedan criar al mismo tiempo. Los machos alcanzan la madurez sexual a los 12 meses, mientras que las hembras pueden parir por primera vez a los dos años de edad.
Es importante destacar que los tejones presentan una estructura social interesante: viven en territorios que, generalmente, incluyen una hembra y un macho adultos junto con sus crías. Los subadultos, cuando el alimento es abundante, tienden a retrasar su dispersión, formando grupos familiares más grandes.

Amenazas y Conservación
El Meles meles enfrenta varias amenazas que ponen en peligro su población y la estabilidad de sus hábitats. A continuación, se describen las principales amenazas para la especie:
- Control no selectivo de depredadores: El control indiscriminado de especies carnívoras puede reducir las poblaciones de tejón en áreas amplias. El manejo no selectivo favorece a otras especies, como el zorro, y afecta negativamente a los tejones, lo que puede llevar a su desaparición local en algunas zonas.
- Atropellos: Los tejones son frecuentemente víctimas de atropellos, especialmente durante sus desplazamientos, que se producen mayormente en la dispersión. En regiones con alta densidad de tráfico, como el sur de Portugal, los atropellos pueden causar una mortalidad significativa.
- Alteración y fragmentación de los hábitats: La fragmentación de los hábitats naturales, debido a la expansión de infraestructuras viales, urbanizaciones y la intensificación agrícola, ha reducido las áreas donde el tejón puede vivir de manera segura. Este fenómeno ha sido particularmente negativo en muchas partes de Europa, incluido el sur de España.
- Envenenamiento: Los tejones son una de las especies de carnívoros más susceptibles al envenenamiento por cebos ilegales utilizados en prácticas de caza o control de plagas.
- Mortalidad directa por el hombre: En zonas cercanas a pueblos, la presencia de perros, ya sean cimarrones o no, aumenta la mortalidad de tejones, lo que contribuye a la disminución de su población local.
Medidas de Conservación
Para contrarrestar estas amenazas, se están implementando algunas medidas de conservación. En España, se han designado Zonas Importantes para los Mamíferos (ZIM), que incluyen hábitats esenciales para la supervivencia del tejón. Además, se están tomando acciones específicas para mitigar la mortalidad por atropellos, como la creación de pasos subterráneos en las carreteras, especialmente en áreas como el Alentejo en Portugal, donde los tejones son conocidos por utilizar estos pasos para cruzar de manera segura.
Sin embargo, aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la protección y recuperación de las poblaciones de tejón en Europa, especialmente en aquellas zonas donde el hábitat está siendo alterado rápidamente por actividades humanas.

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