El ruiseñor común (Luscinia megarhynchos) es una de las aves más emblemáticas y apreciadas por su melodioso canto. Con su plumaje discreto y sus extraordinarias habilidades vocales, esta especie de ave ha fascinado a ornitólogos y amantes de la naturaleza durante siglos. Se trata de un paseriforme migratorio, conocido por su característico comportamiento nocturno y su preferencia por ambientes frondosos y húmedos. A pesar de ser una especie común en muchas áreas, su presencia sigue siendo un indicio de ecosistemas saludables y bien conservados.
Ficha técnica
Nombre Común | Ruiseñor Común |
– Clase | Aves |
– Orden | Passeriformes |
– Familia | Muscicapidae |
– Género | Luscinia |
– Especie | L. megarhynchos |
– Tamaño | 15 cm |
– Envergadura | 25 cm |
– Peso | 20 g |
– Longevidad | Hasta 11 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Canto
Características Físicas
El ruiseñor común es un ave de tamaño medio que mide entre 15 y 16 cm de longitud. Su plumaje es principalmente de tonos marrones en la parte superior, mientras que el vientre y la parte inferior son de un blanco sucio, con el pecho y los flancos ligeramente ocres. La garganta, el pecho y el vientre presentan una coloración más clara, con plumas de matices blanco amarillento. La cola, una de sus características más destacadas, es larga y ancha, con plumas de tonalidades rojizas que la hacen fácilmente reconocible.
Aunque el ruiseñor común es mayor que el petirrojo, no presenta dimorfismo sexual, lo que significa que tanto los machos como las hembras tienen un aspecto similar. Las alas, aunque de color pardo, son algo más claras que el dorso, y el canto de esta especie es uno de sus aspectos más sobresalientes. Famoso por su variedad de sonidos, el ruiseñor emite desde silbidos hasta borboteos complejos, que lo convierten en uno de los cantores más impresionantes del reino animal. Su capacidad para cantar durante la noche ha contribuido a que reciba el nombre de “ruiseñor” en muchos idiomas. Este canto nocturno se intensifica en entornos urbanos, donde el ave adapta su melodía para superar el ruido ambiental. Además, su canto de alarma tiene una sonoridad peculiar, similar al croar de una rana, lo que le otorga una identidad sonora única.
Las poblaciones de ruiseñor común que habitan en el este de Europa y Asia presentan características más marcadas en su rostro, con cejas blancas (supercilia) y un plumaje más claro en sus partes superiores.

Hábitat y Distribución
Distribución Geográfica en España
El ruiseñor común se distribuye ampliamente por el sur y oeste de Europa, siendo un visitante estival en muchas regiones. En España, se encuentra prácticamente por toda la Península Ibérica, así como en las Islas Baleares, Ceuta y Melilla, aunque no habita en el archipiélago canario. Prefiere áreas con vegetación frondosa y arbustiva, y aunque está presente en muchas regiones, su presencia disminuye en zonas áridas o de alta montaña. En el Parque Nacional de Doñana, por ejemplo, es una especie común, donde se reproduce de forma regular y alcanza densidades elevadas. De hecho, en ciertos hábitats como los carrizales y encinares, se pueden registrar hasta 8 aves por cada 10 hectáreas.
El ruiseñor común también se observa en algunas zonas de la Comunidad Valenciana, aunque su presencia en áreas áridas de Alicante es más limitada debido a las condiciones secas de la región. A pesar de estas pequeñas variaciones, su distribución en España sigue siendo bastante estable, con pocas alteraciones significativas respecto a los atlas de distribución previos.
Tipos de Hábitat
El ruiseñor común prefiere los ambientes frescos y con vegetación densa, donde pueda encontrar suficiente cobertura para anidar y alimentarse. Sus hábitats ideales incluyen formaciones arbustivas densas, como huertas, dehesas, sotos fluviales con sotobosque, arroyos, y los márgenes de setos. Incluso en zonas urbanas, es posible encontrarlo en parques o jardines que ofrezcan el refugio adecuado. Este ave evita las zonas de alta montaña o regiones con paisajes más áridos, buscando siempre áreas donde la humedad y la vegetación sean predominantes.
Alimentación
El ruiseñor común es una especie insectívora, cuya dieta se basa principalmente en invertebrados, como escarabajos, hormigas y otros pequeños insectos. Estos constituyen su fuente de alimento durante todo el año, siendo especialmente activos en la búsqueda de presas en el suelo, entre las hojas caídas, donde se alimentan de una gran variedad de insectos. Sin embargo, el ruiseñor también completa su dieta con frutas y bayas en los meses de verano y otoño. Frutas como fresas, cerezas y grosellas, así como semillas, son consumidas de manera ocasional, especialmente cuando otros alimentos son más difíciles de encontrar. Aunque el ruiseñor suele alimentarse en el suelo, también puede capturar presas volando hacia ramas bajas y arbustos.

Reproducción
La época de cría del ruiseñor común en Europa se extiende desde finales de abril hasta mediados de julio, siendo un período crucial para la supervivencia de la especie. En algunas regiones, como en Marruecos y Argelia, la cría comienza antes, mientras que en zonas más orientales como Afganistán, puede retrasarse hasta más tarde. El nido del ruiseñor es generalmente desordenado y bajo, construido con hojas y hierbas muertas, y forrado con materiales más suaves como hierbas finas, plumas y pelo. La hembra pone entre 4 y 5 huevos de tonalidad azulada o verdosa, adornados con manchas marrones claras o rojas. La incubación dura entre 13 y 14 días, y las crías son capaces de volar entre 10 y 12 días después de la emancipación. Sin embargo, los jóvenes no alcanzan la independencia total hasta entre los 15 y 30 días. En condiciones ideales, el ruiseñor puede llegar a tener dos nidadas al año, lo que le permite aumentar las posibilidades de éxito reproductivo. Los machos suelen ser fieles a sus territorios de cría y tienden a anidar en el mismo lugar cada año.

Amenazas y Conservación
Aunque el ruiseñor común no se encuentra en peligro inmediato, enfrenta varias amenazas que afectan su hábitat natural y, por ende, su población. Algunas de las principales amenazas incluyen:
- Destrucción de hábitats de nidificación, especialmente la eliminación de vegetación en las riberas de ríos y arroyos, que son vitales para su reproducción.
- Encauzamiento de ríos y limpieza de matorrales en dehesas y otros hábitats, lo que reduce la disponibilidad de lugares adecuados para anidar.
- Sustitución de vegetación natural por repoblaciones con coníferas, especies que no son aptas para el ruiseñor común.
- Corte de setos en zonas de cultivo, que afecta los corredores naturales y áreas de alimentación para la especie.
Aunque no existe un programa de conservación específico para el ruiseñor común, existen acciones generales que pueden ayudar a su preservación, como la campaña “Ríos de Vida. Campaña Riberas” de SEO/BirdLife, que tiene como objetivo proteger las riberas de los ríos, hábitats clave para el ruiseñor. Estas áreas también sirven como corredores migratorios para la especie. Además, los programas de seguimiento poblacional, como PASER y SACRE, son fundamentales para monitorear las tendencias a largo plazo y adaptar estrategias de conservación si fuera necesario. A pesar de las amenazas que enfrenta, la conservación de sus hábitats naturales y la protección de las zonas de anidación son esenciales para garantizar la estabilidad de sus poblaciones en el futuro.

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Referencias
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