El erizo común o erizo europeo (Erinaceus europaeus) es una especie de mamífero fácilmente reconocible por su peculiar apariencia, especialmente por sus característicos pinchos que cubren su espalda. A menudo asociado a paisajes rurales y jardines, este animal ha logrado adaptarse a una variedad de hábitats en Europa, siendo uno de los pequeños mamíferos más conocidos y apreciados por la fauna silvestre. Aunque suele estar presente en entornos cercanos a los humanos, como jardines y parques, el erizo común también habita áreas más naturales y boscosas. Su comportamiento nocturno y su dieta omnívora lo convierten en una especie fascinante que, además de su aspecto peculiar, desempeña un importante papel en los ecosistemas.
Ficha técnica
Nombre Común | Erizo Común o Erizo Europeo |
– Clase | Mammalia (Mamíferos) |
– Orden | Eulipotyphla |
– Familia | Erinaceidae |
– Género | Erinaceus |
– Especie | Erinaceus europaeus |
– Tamaño | 20-30 cm |
– Peso | 500-1200 g |
– Longevidad | Hasta 5 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Características Físicas
El erizo común es de tamaño pequeño, con un cuerpo compacto y una zona dorsal cubierta de espinas que lo protegen de sus depredadores. Las espinas son de color pardo, aunque su tonalidad puede variar, dependiendo del individuo. En la parte ventral, su pelaje es más suave y de color pardo claro, con el vientre ligeramente más blanco. Los individuos no presentan grandes diferencias sexuales a simple vista, ya que sus órganos reproductores son internos, lo que hace que tanto machos como hembras sean similares en aspecto externo.
El tamaño del erizo europeo varía entre los 190 y 290 mm de largo y puede pesar entre 500 y 1.200 gramos, lo que lo convierte en un mamífero de tamaño reducido. En cuanto a su morfología, las hembras presentan cinco pares de mamas (una pectoral, dos abdominales y dos inguinales). Aunque puede confundirse con el erizo moruno (Atelerix algirus), las diferencias son evidentes en cuanto a la robustez y la disposición de las orejas, que son proporcionalmente más grandes en el erizo moruno, y en la localización de las púas cefálicas, que son más retranqueadas en Atelerix algirus.
Una de las características que distingue al erizo común es su dieta variada, que incluye insectos, pequeños invertebrados y frutas, lo que lo convierte en un omnívoro oportunista que se adapta a lo que ofrece su entorno. Además, el erizo tiene una fórmula dentaria adaptada a su dieta, lo que le permite alimentarse de manera eficiente.

Hábitat y Distribución
Distribución Geográfica en España
El erizo común tiene una distribución amplia a lo largo de Europa, destacando especialmente en la Península Ibérica, donde es común en la mayoría de sus territorios. Se puede encontrar en casi toda España, aunque está ausente de las Islas Baleares, Canarias y de algunas zonas del norte de África. En la Península, su presencia es notable en las zonas más húmedas y atlánticas, como Galicia, pero también se adapta a áreas más áridas del interior.
El erizo europeo prefiere habitar en áreas de campo abierto y zonas boscosas, aunque también se encuentra en entornos semiurbanos y jardines, lo que le ha permitido establecer una relación cercana con los seres humanos. Esta adaptabilidad le ha permitido mantenerse en un rango geográfico extenso, incluso en áreas montañosas, siempre que el clima sea moderadamente húmedo. En España, su presencia ha sido registrada en altitudes que alcanzan hasta los 1.600 metros sobre el nivel del mar, especialmente en regiones de Galicia y Salamanca, aunque en el entorno atlántico su abundancia disminuye al superar los 1.000 metros.
Tipos de Hábitat
El hábitat del erizo común varía según la región en la que se encuentre. En la zona atlántica de la Península Ibérica, el erizo prefiere las áreas con setos vivos y campos abiertos, donde puede encontrar refugio y alimento. Estos entornos son ideales para su supervivencia, ya que los setos ofrecen un excelente refugio durante el día y acceso a la vegetación densa y a pequeños invertebrados durante la noche. En zonas más mediterráneas, el erizo común tiende a preferir los bosques húmedos, donde la vegetación y la humedad del terreno favorecen su presencia.
En entornos más urbanos o semiurbanos, como jardines y parques, el erizo común también se adapta bien, siempre que haya suficiente vegetación y fuentes de comida. En estos casos, la conexión con los seres humanos es más directa, ya que el erizo encuentra un hábitat protegido donde puede evitar a sus depredadores y alimentarse con facilidad.
Este pequeño mamífero demuestra una notable capacidad para adaptarse a diferentes tipos de hábitats, siempre que estos ofrezcan las condiciones adecuadas de refugio y alimento. Sin embargo, su preferencia por ambientes relativamente húmedos hace que su distribución se vea limitada en las zonas más áridas o de altitudes superiores a los 1.600 metros.
Alimentación
El erizo común (Erinaceus europaeus) es un animal omnivoro que se alimenta principalmente de invertebrados. Entre sus presas más frecuentes se encuentran los insectos y las lombrices de tierra, que constituyen más del 50% de su dieta. Sin embargo, no se limita únicamente a estos, ya que también consume babosas, caracoles, e incluso huevos y pollos de aves cuando tiene la oportunidad de atraparlos en sus nidos. Los roedores jóvenes también forman parte de su alimentación, junto con carroña.
Su capacidad para adaptarse a una dieta variada le permite aprovechar una amplia gama de recursos alimenticios disponibles en su entorno, lo que lo convierte en un animal oportunista. Esta dieta también le da un papel importante en el control de plagas, ya que regula las poblaciones de insectos y pequeños invertebrados, ayudando a mantener el equilibrio de los ecosistemas en los que habita.

Reproducción
El ciclo reproductivo del erizo común se extiende desde abril hasta agosto en gran parte de Europa, aunque en España podría ser algo más amplio debido a las condiciones climáticas favorables. El período de gestación dura unos 35 días, tras los cuales la hembra da a luz entre dos y seis crías (la media en Gran Bretaña es de 4,6 crías por camada). Las crías nacen ciegas y desnudas, y en las primeras semanas desarrollan sus primeras púas blancas y blandas. En tan solo dos semanas, las crías abren los ojos y, hacia el tercer día, empiezan a salir del nido. La lactancia dura entre un mes y mes y medio, tras lo cual las crías se independizan.
Generalmente, el erizo europeo tiene una sola camada por temporada, aunque algunas hembras pueden tener una segunda camada si las condiciones lo permiten. La mortalidad en los primeros meses de vida es bastante alta, con hasta un 70% de los jóvenes falleciendo antes de llegar a la madurez. Sin embargo, aquellos que sobreviven pueden alcanzar una vida de hasta cuatro o cinco años. La madurez reproductiva se alcanza al cumplir un año de edad.

Amenazas y Conservación
El erizo común enfrenta varias amenazas, muchas de las cuales están relacionadas con la actividad humana y los cambios en su hábitat natural. Entre las principales amenazas se encuentran:
- Mortalidad por atropellos: El tráfico rodado es una de las principales causas de mortalidad, especialmente durante la primavera y el verano, cuando los jóvenes se dispersan y los adultos se desplazan más por la época reproductora.
- Fragmentación del hábitat: La transformación y fragmentación de su hábitat natural debido a la expansión urbana y la intensificación de la agricultura son amenazas graves que afectan la supervivencia de las poblaciones de erizos.
- Uso de plaguicidas: El uso de pesticidas y rodenticidas en áreas agrícolas y urbanas puede provocar intoxicaciones, afectando negativamente a la especie.
- Cambio climático: El aumento de las temperaturas y la disminución de las precipitaciones pueden alterar los ecosistemas en los que habita el erizo, especialmente en las zonas mediterráneas, afectando su disponibilidad de alimentos y refugio.
- Persecución por parte del hombre: En algunas regiones, el erizo ha sido perseguido debido a su consumo de huevos de aves cinegéticas, lo que lo convierte en una especie en conflicto con los intereses humanos, especialmente en zonas de caza.
- Parásitos y enfermedades: El erizo también está expuesto a una variedad de parásitos como pulgas, nematodos y acarinos, y puede sufrir de enfermedades como leptospirosis y salmonelosis.
Medidas de Conservación
Aunque no hay datos exactos sobre la población de erizo común en España, se están tomando medidas para protegerlo y mejorar su situación en la naturaleza. Algunas de las estrategias de conservación incluyen:
- Paso de fauna: La construcción de pasos de fauna a lo largo de las carreteras puede reducir el número de atropellos y ayudar a mantener la conectividad de los hábitats.
- Liberación controlada: Cuando los erizos ingresan a centros de recuperación, se recomienda liberarlos en áreas ricas en ecotonos (zonas de transición entre hábitats), como campos con vegetación densa o setos, para mejorar sus posibilidades de supervivencia.
- Mejorar el hábitat urbano: En zonas urbanas, los jardines con vegetación densa, fuentes de agua y cajas nido pueden ser favorables para el erizo, lo que aumenta su presencia y permite su integración en entornos semiurbanos.
Aunque no se ha registrado un declive significativo de la población de Erinaceus europaeus en general, la mortalidad por atropellos sigue siendo un tema importante a abordar. La concienciación pública y las políticas de conservación son clave para preservar a esta especie, especialmente en regiones donde los entornos naturales continúan siendo modificados por la actividad humana.

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