El búho chico (Asio otus) es una rapaz nocturna de aspecto inconfundible, ampliamente distribuida por el hemisferio norte. Su elegante silueta, sus penetrantes ojos anaranjados y sus característicos penachos en la cabeza lo convierten en una de las especies más fascinantes de la familia Strigidae. Aunque de hábitos discretos, desempeña un papel crucial en el equilibrio ecológico al regular las poblaciones de pequeños mamíferos. Su capacidad de adaptación le permite habitar desde frondosos bosques hasta entornos urbanos, lo que lo hace relativamente común en diversas regiones.
Ficha técnica
Nombre Común | Búho chico |
– Clase | Aves |
– Orden | Strigiformes |
– Familia | Strigidae |
– Género | Asio |
– Especie | Asio otus |
– Tamaño | 31-37 cm |
– Envergadura | 86-98 cm |
– Peso | 210-330 g |
– Longevidad | 10-15 años |
– Estado de conservación | Preocupación Menor (LC) |
Canto
Características Físicas
El búho chico es un ave de tamaño mediano dentro de las rapaces nocturnas. Su cuerpo mide entre 31 y 37 cm de longitud, con una envergadura de 86 a 98 cm, lo que le otorga un vuelo ágil y silencioso. Su peso varía entre 210 y 330 g, dependiendo de la edad, el sexo y la disponibilidad de alimento.
Uno de sus rasgos más distintivos son sus grandes penachos auriculares, que a menudo se confunden con orejas, aunque no cumplen ninguna función auditiva. Sus ojos de color naranja intenso o rojizo resaltan sobre su rostro, enmarcado por un disco facial claro con bordes oscuros. El plumaje ventral es crema blanquecino, con un característico patrón listado en tonos oscuros, mientras que las alas presentan puntas grisáceas y la cola luce franjas poco definidas. Además, en la parte superior de las alas, cerca de las «muñecas», exhibe un par de manchas oscuras que pueden ayudar a su identificación.
Durante la noche, su plumaje puede reflejar un ligero brillo si es iluminado, lo que lo hace visible en ciertas condiciones de luz artificial. Esta adaptación contribuye a su camuflaje en la naturaleza, permitiéndole pasar desapercibido entre la vegetación.

Hábitat y Distribución
El búho chico es una especie ampliamente distribuida en el hemisferio norte, ocupando territorios en América del Norte, Eurasia y algunas regiones del norte de África. Su presencia se extiende a islas atlánticas y mediterráneas, así como a algunas zonas montañosas del centro y este de África. En Europa, es común en el centro y sur del continente, donde encuentra refugio en bosques y terrenos abiertos.
Distribución Geográfica en España
En España, la subespecie nominal está presente en la Península Ibérica y en las Islas Baleares, mientras que la subespecie Asio otus canariensis habita en Canarias, con poblaciones en Gran Canaria, Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro. Su distribución es desigual, con zonas de cría bien establecidas en Castilla y León, el valle del Ebro, la Comunidad de Madrid, Ciudad Real y el centro de Andalucía. Sin embargo, su presencia es más escasa en Galicia, la cornisa cantábrica y la zona levantina. En Ceuta y Melilla, no se han registrado poblaciones reproductoras.
Tipos de Hábitat
El búho chico se encuentra principalmente en bosques de coníferas cercanos a zonas abiertas, lo que le proporciona refugio y áreas de caza. Aunque prefiere ambientes forestales, también puede ocupar zonas de alta montaña y adaptarse a distintos tipos de vegetación. Durante el día, suele descansar en pinos altos, olivos densos o árboles frondosos, donde su plumaje le permite camuflarse eficazmente entre las ramas.
Además de los bosques, es frecuente en zonas agrícolas y áreas arboladas, donde encuentra una buena disponibilidad de presas. En algunos casos, se ha registrado su presencia en entornos urbanos, siempre que disponga de refugios adecuados y acceso a alimento.
Alimentación
El búho chico es un cazador nocturno especializado en la captura de roedores, siendo los ratones y las ratas su principal fuente de alimento. Su aguda visión y audición le permiten detectar a sus presas incluso en la oscuridad total, lanzándose sobre ellas con un vuelo silencioso.
Aunque los roedores constituyen la mayor parte de su dieta, en ocasiones también consume aves pequeñas e insectos, dependiendo de la disponibilidad de alimento en su entorno. Su método de digestión genera egagrópilas, pequeñas bolas compactas de restos óseos y pelo que regurgita tras la digestión. Se estima que expulsa unas dos egagrópilas al día, una en su lugar de descanso diurno y otra mientras se encuentra en plena actividad de caza.

Reproducción
El búho chico no construye sus propios nidos, sino que reutiliza estructuras preexistentes creadas por otras aves, como córvidos o ardillas. Antes de la puesta, los adapta a sus necesidades, aunque en ocasiones anida directamente en huecos naturales o incluso en zonas de vegetación densa.
La época de reproducción varía en función del clima y la ubicación geográfica. En la mayor parte de su área de distribución, el celo comienza entre finales de invierno y principios de marzo, cuando los machos realizan exhibiciones aéreas y vocalizaciones para atraer a las hembras.
La hembra pone entre 3 y 5 huevos, normalmente a partir de marzo hasta junio, incubándolos durante casi un mes hasta la eclosión. Durante este tiempo, el macho se encarga de proporcionarle alimento. Los polluelos nacen cubiertos de un fino plumón y permanecen en el nido hasta que desarrollan sus primeras plumas, lo que les permite explorar las ramas cercanas antes de volar de manera independiente.

Amenazas y Conservación
A pesar de su capacidad de adaptación, el búho chico enfrenta diversas amenazas que han afectado a sus poblaciones en distintas regiones. Entre los principales peligros que comprometen su supervivencia se encuentran:
- Pérdida de hábitat debido a la deforestación, lo que reduce la disponibilidad de nidos adecuados para su reproducción.
- Caza ilegal, especialmente en otoño e invierno, cuando los búhos se agrupan en dormideros comunales, lo que los hace vulnerables a los cazadores.
- Destrucción de nidos de córvidos, ya que estas aves construyen muchas de las plataformas que el búho chico reutiliza para la cría.
- Uso de plaguicidas y venenos, que afectan a los roedores y grandes invertebrados de los que se alimenta, reduciendo su disponibilidad de presas y causando intoxicaciones secundarias.
En Canarias, la subespecie Asio otus canariensis aún no cuenta con datos suficientes para ser evaluada bajo los criterios de la UICN. A nivel nacional, la única iniciativa de seguimiento es el Programa NOCTUA, aunque su cobertura es limitada. Entre 1998 y 2001, los primeros estudios sugirieron una tendencia poblacional negativa, con variaciones anuales que podrían estar relacionadas con las amenazas mencionadas.

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Referencias
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