El aguilucho cenizo (Circus pygargus) es un ave rapaz que destaca por su agilidad en vuelo y su elegante plumaje. Con una distribución que abarca grandes áreas de Europa y Asia, esta especie se ha adaptado a una amplia variedad de hábitats, aunque su supervivencia está vinculada a ciertos ecosistemas específicos.
Ficha técnica
Nombre Común | Aguilucho Cenizo |
– Clase | Aves |
– Orden | Accipitriformes |
– Familia | Accipitridae |
– Género | Circus |
– Especie | C. pygargus |
– Tamaño | 40-45 cm |
– Envergadura | 97-115 cm |
– Peso | 235-470 g |
– Longevidad | Hasta 15 años |
– Estado de conservación | Vulnerable (VU) |
Canto
Características Físicas
El aguilucho cenizo es una rapaz de tamaño moderado, con una longitud de cuerpo que varía entre 40 y 45 cm. Su envergadura alar puede alcanzar entre 97 y 115 cm, lo que le permite maniobrar con gran destreza en sus vuelos. En cuanto al peso, las hembras son ligeramente más pesadas que los machos, con un rango que va de los 270 a los 470 gramos, frente a los 235 a 310 gramos de los machos. Aunque ambos sexos no presentan grandes diferencias en tamaño, es posible observar un dimorfismo sexual evidente en su plumaje y peso.
- El macho de Circus pygargus es fácilmente reconocible por su elegante plumaje. Las partes superiores de su cuerpo, como la nuca, la espalda y el dorso de las alas, tienen un tono gris distintivo, mientras que las partes inferiores son de un blanco puro, destacando especialmente el pecho y la garganta. Las plumas primarias del macho son de color negro, y las plumas secundarias presentan una banda negra visible en la parte superior del ala, así como dos bandas negras en la parte inferior. Su cola es de un gris claro con barras oscuras tenues, lo que le da un aspecto elegante y característico. Los ojos amarillos brillantes y el pico negro con cera amarilla completan el conjunto visual de esta especie. Las patas amarillas también son un rasgo distintivo del macho.
- La hembra, aunque de tamaño similar al macho, presenta un plumaje más discreto. Las partes superiores de su cuerpo son de un color marrón rojizo, con manchas blancas distribuidas en varias zonas. Sus ojos son de un tono marrón, mientras que el pico, la cera y las patas son similares a las del macho, con un color negro y amarillo. En comparación con el macho, la hembra del aguilucho pálido (Circus cyaneus) suele tener una mayor extensión de color blanco en la zona del obispillo, lo que permite diferenciar ambas especies en algunas ocasiones.
- Los inmaduros tienen un plumaje que recuerda al de las hembras adultas, aunque generalmente su color es más oscuro. A medida que crecen, los machos experimentan el cambio hacia el plumaje adulto alrededor de los dos años, mientras que las hembras tardan un poco más en adquirir su plumaje definitivo.
- En el noroeste de la Península Ibérica se puede encontrar una forma melánica de la especie, que se caracteriza por un plumaje de color negro o marrón muy oscuro en los machos, con una zona blanca en la base de las primarias. Las hembras melánicas presentan un color chocolate oscuro, con franjas en la cola y las primarias de un gris claro.

Hábitat y Distribución
El aguilucho cenizo tiene una amplia distribución dentro de la región Paleártica, abarcando desde el oeste de Europa hasta las regiones más orientales de Asia. En Europa, se estima que la población de esta especie varía entre 30,000 y 46,000 parejas, con la mayor concentración en Rusia, seguida de Francia y la península ibérica.
Distribución Geográfica en España
En España, el aguilucho cenizo se encuentra ampliamente distribuido a lo largo de la península, aunque no se encuentra en todas las regiones. Nidifica en la mayoría del territorio, siendo más escaso en el sureste y especialmente raro en la vertiente atlántica de la cordillera Cantábrica. En las Islas Baleares también se ha registrado su presencia de manera ocasional, mientras que está ausente en Canarias, Ceuta y Melilla.
Tipos de Hábitat
El aguilucho cenizo prefiere hábitats abiertos, especialmente cultivos de cereal, que constituyen su principal zona de nidificación. Además, ocupa otros tipos de terrenos como brezales, jarales, prados de montaña y carrizales. Esta especie es particularmente vulnerable debido a su tendencia a anidar en el suelo, lo que la expone a diversos peligros, como las cosechas y la depredación. A pesar de ello, su adaptación a diferentes hábitats le ha permitido establecerse en diversas zonas de la península ibérica y otras partes de Europa.
Este es solo el comienzo de un recorrido sobre el aguilucho cenizo, una especie que continúa siendo un tesoro natural dentro de sus hábitats, pero que enfrenta desafíos en su conservación debido a las alteraciones humanas en el entorno.
Alimentación
El aguilucho cenizo (Circus pygargus) es una especie que se alimenta principalmente de micromamíferos, grandes insectos, pequeños anfibios y reptiles, y aves pequeñas. Su dieta está adaptada a los recursos disponibles en su hábitat, donde la caza se realiza a través de una técnica única que combina su agilidad y velocidad.
Métodos de Caza
Una de las características más llamativas del aguilucho cenizo es su estilo de caza a baja altura. Vuela a una velocidad uniforme, lo que le permite observar el terreno mientras busca presas. Generalmente, prefiere cazar en márgenes de campos de cultivo o en zonas de vegetación baja, donde puede sorprender a sus presas. Aunque el aguilucho cenizo suele posarse en el suelo o en postes, pasa gran parte de su tiempo volando, mostrando un estilo grácil y elegante. Esta estrategia de vuelo bajo le permite estar en constante contacto visual con el suelo, lo que aumenta su éxito en la captura de presas.

Reproducción
Celo y Cortejo
El celo del aguilucho cenizo comienza cuando alcanzan entre dos y tres años de edad, aunque en ocasiones las hembras pueden comenzar antes. Durante la temporada de cortejo, las parejas suelen permanecer juntas cada año. La parada nupcial es una de las características más fascinantes de su comportamiento reproductivo, y se compone de varios elementos que incluyen un vuelo a gran altura, seguido de un descenso en picado del macho, quien emite gritos cortos. En este vuelo acrobático, el macho realiza un “simulacro de testigo”, en el cual se lanza sobre la hembra, que responde girando y mostrando sus garras, sin llegar a tocarse.
Nido y Huevos
El nido del aguilucho cenizo se construye en el suelo, utilizando hierba seca y tallos de cereal. La hembra pone entre 2 y 5 huevos, siendo lo más común una puesta de 3 huevos de un color azul muy pálido. La incubación es realizada exclusivamente por la hembra durante aproximadamente 30 días. Mientras tanto, el macho desempeña un papel fundamental en la alimentación de la hembra y, más tarde, de los pollos. Durante la incubación, el macho es responsable de aportar alimento a la hembra hasta 10 veces al día, entregándolo en el aire.
Los pollos nacen tras la incubación y, en un período de unos 40 días, aprenden a volar, aunque inicialmente permanecen cerca del nido antes de comenzar su migración.

Amenazas y Conservación
El aguilucho cenizo está clasificado como una especie vulnerable (VU) debido a varias amenazas que ponen en peligro su población y su hábitat. Entre las principales amenazas que enfrenta esta especie se incluyen:
- Intensificación agrícola: La mecanización agrícola y el uso de variedades tempranas de cereal han provocado la pérdida de huevos y pollos, especialmente durante la cosecha. Este riesgo es mayor dependiendo del clima y la fenología anual, lo que puede afectar de forma variable a las poblaciones.
- Reducción de presas: El cambio en las políticas agrarias, como la conversión de cultivos de cereal en regadíos o girasoles, ha reducido las zonas donde el aguilucho cenizo puede encontrar presas y nidificar.
- Caza furtiva: Aunque tiene un impacto más localizado, la caza furtiva afecta directamente a las poblaciones reproductoras, lo que contribuye a la disminución de sus números.
Medidas de Conservación
A pesar de estas amenazas, se están llevando a cabo diversas medidas de conservación para proteger al aguilucho cenizo. Algunas de las acciones más destacadas incluyen:
- Campañas de salvamento de pollos y nidos durante la cosecha, para evitar la pérdida de crías y nidos debido a la mecanización de la agricultura.
- Programas de cría en cautividad en regiones como Cataluña y Extremadura, destinados a aumentar la población de la especie.
- El retraso de las cosechas en áreas de alto riesgo, como en Jaén, para permitir que los pollos y nidos sobrevivan hasta que los jóvenes puedan volar.
Además, se están realizando estudios nacionales para recopilar datos sobre las poblaciones y la productividad de la especie. También se están implementando políticas agroambientales que fomentan la sensibilización y el seguimiento anual de las poblaciones del aguilucho cenizo.
La conservación de esta especie es clave para mantener su presencia en la naturaleza, especialmente en un contexto donde las alteraciones humanas continúan impactando su entorno.

Video
Referencias
Resto de Artículos
Consulta el resto de Artículos de Fauna: Mamíferos, Reptiles, Anfibios y Aves.