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Rutas de Montaña

Sección dedicada a rutas por España. Se dividen por zonas: Cordillera Cantábrica, Pirineos, Sistema Ibérico, Sierra Nevada, Sierra de Ayllón, Sierra de Guadarrama, Sierra de Gredos y Resto de España. Las rutas son de distinto tipo, desde senderismo hasta escalada o alpinismo. También son de dificultad y distancias variables.

Mapa de las Rutas

En el mapa se pueden ver distintas rutas de montaña y sus puntos de inicio. Se añade el tipo de actividad, su dificultad y distancia. Al seleccionar una ruta puedes acceder a su artículo.

Se pueden filtrar las rutas por zonas, tipo de actividad, dificultad, época y recorrido.

Artículos

Aquí se muestran todos los artículos de las rutas. Se pueden filtrar por su localización, tipo de actividad o dificultad.

Circular Pico Zapatero desde Navandrinal

Circular Pico Zapatero desde Navandrinal

El Pico Zapatero (2158 m) es la cumbre más elevada de la Sierra de la Paramera. Esta sierra, junto a las de La Serrota y Villafranca, es una alineación montañosa ...



Almanzor desde la Plataforma de Gredos

Almanzor desde la Plataforma de Gredos

El Almanzor (2592 m) es la cumbre más alta de la Sierra de Gredos y de todo el Sistema Central. La ruta de ascensión normal se realiza desde la Plataforma ...
Peñalara desde La Granja con esquís

Peñalara desde La Granja con esquís

Ruta de ascensión al Peñalara (2428 m) desde La Granja de San Ildefonso. La mayor parte de la ascensión se ha realizado porteando los esquís, solo pudiendo foquear por encima ...
Cueva Valiente y Valle Enmedio

Cueva Valiente y Valle Enmedio

Cueva Valiente es la montaña más elevada de la Sierra de Malagón, alineación montañosa ubicada en la parte de la sur de la Sierra de Guadarrama. La ruta se ha ...
Cabeza de Barranco y Cascada del Hornillo

Cabeza de Barranco y Cascada del Hornillo

La Cabeza de Barranco, también conocida como Cerro de la Cabeza o Risco Alto, es una montaña situada en la Sierra de Malagón, entre el Monte Abantos y el Puerto ...



Perdiguera y Cerro de la Genciana

Perdiguera y Cerro de la Genciana

Ruta sencilla desde el Puerto de Canencia que sube las montañas más altas de la Sierra de La Morcuera: Perdiguera y el Cerro de la Genciana. Ambas montañas tienen una ...

Lista de todos los artículos

Aquí se ofrecen las listas de todos los artículos divididos por zonas.

Cordillera Cantábrica

Pirineos

Sierra de Ayllón

Sierra de Gredos

Sierra de Guadarrama

Sierra Nevada

Sistema Ibérico

Resto de España

Planificación de las rutas

Planificar el recorrido de una ruta es fundamental antes de realizar cualquier tipo de actividad en el medio natural. Además, hay que tener en cuenta su dificultad y el tiempo o el material necesarios para desarrollarla.

En nuestras rutas se ofrecen datos como el track, la distancia, el desnivel y la dificultad. Además, se añaden también algunos datos de interés (fauna, flora, paisaje…) y recomendaciones (época, material, niños..). Esto se hace con la idea de que el lector tenga la mayor información posible de la ruta y el entorno.

Dicho esto, nuestra información no tiene ningún carácter oficial y no deben tomarse decisiones importantes basadas en ella. Cada uno debe conocer los riesgos y las condiciones físicas y técnicas necesarias para cada recorrido. Para saber más sobre una ruta se puede obtener información en oficinas de turismo, centros de interpretación y similares, o bien consultar en guías y mapas de montaña. Si queremos ir en compañía de un profesional siempre podemos contratar un guía de montaña, escalada o cualquier otro tipo de actividad.

Con la idea de que cada uno pueda planificarse su propia ruta, aquí se van a explicar algunos de los aspectos más importantes a la hora de planificar un recorrido.

Consulta de información

Esto supone la mayor parte del trabajo previo a realizar la actividad. Se pueden consultar muchas fuentes de información:

  • Guías y libros
  • Cartografía
  • Internet (Wikiloc, portales oficiales…)
  • Gente local (empresas de turismo, guías de montaña, refugios…)

Todo lo que recopilemos nos ayudará a buscar y trazar itinerarios, y calcular las distancias, desniveles y tiempos (DDT). También es importante marcar los puntos de interés de la ruta (refugios, fuentes, pasos complicados, vegetación, etc).

Mapas 1:25.000 de La Pedriza y Guadarrama. Editorial Alpina

Cartografía. Diseño de rutas

La cartografía es fundamental tanto para la planificación como para el desarrollo de cualquier ruta de montaña. En Internet disponemos de la página del IGN, un excelente visor cartográfico con distintas capas (raster, ortofoto, lídar, callejero, etc) y donde podemos diseñar rutas y descargar los tracks.

En Google Earth podemos ver imágenes satélites de la zona y comprobar de forma más interactiva los senderos o los desniveles, además de ver fotografías de algunos sitios. Las capas de ortofotografía (PNOA) y satelitales son muy útiles ya que nos permiten ver el estado de los caminos o la vegetación de la zona.

Durante la actividad es interesante disponer de mapas físicos, los cuales se pueden comprar de distintas zonas y resoluciones. En la Librería Desnivel podemos ver una amplia gama de mapas disponibles por zonas.

Para guardar y tranportar nuestros mapas lo mejor es disponer de un portamapas. En su interior, el mapa se encuentra protegido de los elementos. Además, podemos ajustarlo a la zona por la que nos vamos a mover y así evitar tener que desplegarlo y que acabe deteriorándose.

Ruta circular a Las Machotas. Izquierda: Mapa raster. Derecha: ortofoto. Fuente: IGN

Dificultad. Método MIDE

Para valorar la dificultad de un ruta una herramienta muy útil es el Método MIDE. Este sistema nos ayudará a graduar la dificultad técnica y física de nuestra ruta, así como clasificarla según parámetros como la distancia o el desnivel.

Al calcular el MIDE, obtenemos un tiempo aproximado de duración del recorrido y una valoración del 1 al 5 de la dificultad según el medio, itinerario, desplazamiento y esfuerzo.

Método MIDE. Fuente: Montaña Segura

Cálculo de tiempos

De manera orientativa se pueden calcular los tiempos de duración de una ruta, aunque esto dependerá de nuestro ritmo y nivel físico. Para grupos normales a un ritmo medio, los tiempos se suelen calcular de la siguiente manera:

  • Opción A: se cuentan 3 km por hora. A este tiempo le sumamos 10′ por cada 100 m de desnivel (tanto de subida como de bajada, salvo que la bajada sea cómoda por pista) y luego se suma un 10% de las paradas.
  • Opción B: método MIDE. Se utilizan las constantes por hora de 300 m de desnivel positivo, 500 m de desnivel negativo y 4 km de progresión en llano. Se añade un 10% de paradas (20% en invierno).

Material

El material o equipo que necesitamos para una ruta nos va a permitir y ayudar a realizarla. Una buena planificación de la ropa que nos vamos a poner, el material que necesitamos meter en la mochila y el agua y la comida necesarias, es imprescindible para que no nos falte de nada durante el recorrido. Siempre es mejor preparar el material un día antes de la actividad y revisarlo una o varias veces para comprobar que todo esté correcto.

Lista de material
  • Mochilas: para una actividad de un día es suficiente con una mochila de 20 o 30 litros. Para más de 1 día es necesaria una capacidad mayor.
  • Primeras capas/Camisetas: es conveniente usar componentes activos o fibras. Estas prendas tienen la función principal de sacar el sudor al exterior y pueden ser de manga corta o larga.
  • Segundas capas: también pueden ser componentes activos o fibras. Su función es crear una capa de aire cálido sobre las primeras capas y tienen que ser de manga larga.
  • Capas exteriores: dependiendo de la actividad y de las condiciones meteorológicas pueden ser con o sin membrana. Se encargan de aislar nuestro cuerpo del exterior.
  • Pantalones: de componentes activos o fibras. Pueden ser cortos o largos dependiendo de la época del año y con o sin membrana según nuestras necesidades.
  • Calzado: este puede ser muy variado. En la montaña lo más común es llevar botas que nos protejan hasta los tobillos, para evitar esquinces y torceduras de pie. Tenemos calzado con o sin membrana.
  • Saco de dormir: los sacos se distinguen según su temperatura de confort. Esta es la temperatura mínima a la que podemos dormir dentro de ellos cómodamente. Pueden estar rellenos de fibra o plumas.
  • Esterilla: su función es aislar los sacos del suelo. Son hinchables de aire o de espuma.
  • Otros materiales: comida, bebida, guantes, gorro, gafas, bastones, frontal, hornillo, rafia, tienda…
  • Material técnico: depende de la actividad que vayamos a realizar (senderismo, alpinismo, barranquismo, escalada, esquí…).
Tienda de campaña en la Vega de Llos. Acampar en muchos sitios de montaña está prohibido, sin embargo, sí se puede montar la tienda una hora antes del anochecer y recoger después de que amanezca, siempre que sea por encima de una determinada altitud

Meteorología

La meteorología es uno de los principales aspectos a considerar a la hora de planificar una ruta y también lo que puede ocasionar más problemas en la montaña.

El principal motivo de esto es que el grado de exposición a los elementos es máximo y la meteorología en áreas de montaña es más extrema y cambiante en un corto intervalo de tiempo. Ya sea en invierno, con la llegada de nieblas que nos dificulten la visibilidad, o en verano, con la formación de tormentas con aparato eléctrico.

Las principales variables a consultar a la hora de planificar una ruta son la temperatura, la precipitación y el viento. Para áreas de montaña la AEMET elabora todos los días un pronóstico específico para los principales sistemas montañosos de nuestro país.

Desarrollo de la borrasca Filomena, en enero de 2021. Fuente: AEMET

Seguridad. Gestión de Riesgos

El peligro es cualquier tipo de circunstancia capaz de causarnos daño, mientras que el riesgo es la posibilidad de que el peligro se materialice. Valorar los riesgos es muy importante a la hora de planificar una actividad. El riesgo cero en la montaña no existe, pero cuanto mejor llevemos planificada una ruta, menor riesgo tendremos al realizarla.

Esto incluye conocer lo mejor posible el itinerario, alternativas, refugios cercanos, fuentes y puntos de no retorno. Con esta información podremos planificar los horarios, ritmos, paradas o el equipo necesario para la actividad.

La mayoría de los accidentes que ocurren en la montaña se deben a una falta de percepción de los riesgos, aunque hay que destacar que muchas veces son consecuencia de una falta de experiencia, baja condición física o material inadecuado.

Ahora se van a analizar algunos de los riesgos más importantes a los que nos vamos a ver expuestos en nuestras rutas (la mayoría meteorológicos). La mejor manera de prepararnos frente a un riesgo es la prevención.

Bajas Temperaturas. Sensación térmica

La sensación térmica por frío se obtiene de la combinación de la temperatura y el viento. A más viento, más baja es la sensación térmica y más rápido se acelera la pérdida de calor en el cuerpo. Las bajas temperaturas hacen que podamos sufrir hipotermia o congelaciones.

Por esta razón, es importante conocer la temperatura y el viento que va a hacer a lo largo de nuestro recorrido y, en función de ello, determinar la vestimenta y calzado adecuados.

Tabla de sensación térmica por frío. Fuente: AEMET

Hipotermia

La hipotermia se da por el descenso de la temperatura corporal por debajo de los 35ºC. Esto se puede producir al exponernos a temperaturas muy bajas, lluvias, nevadas o permanecer debajo del agua. A medida que la temperaturas de nuestro cuerpo disminuye, la hipotermia se agrava, produciéndose distintos síntomas.

La mejor manera de prevenir la hipotermia es siguiendo estas recomendaciones:

  • Conocer las previsiones y alertas meteorológicas para la ruta.
  • Utilizar una vestimenta y calzado adecuados: capas, gorro, guantes, botas, polainas, manta térmica, funda vivac, etc.
  • Llevar ropa seca de recambio. La ropa húmeda o mojada hace que nos quedemos más fríos.
  • Evitar paradas en zonas desprotegidas o acortarlas. Siempre comer y beber adecuadamente, si puede ser caliente.
  • Mantenerse en movimiento.
Síntomas de la hipotermia. Fuente: Universidad de Chile

Niebla

La niebla es otro de los fenómenos que genera más problemas en la montaña. Hace que perdamos el sentido de la orientación, el camino o hasta nuestros propios compañeros. Por ello, ante este tipo de situaciones, lo mejor es siempre permanecer juntos. Debemos llevar brújula, mapa o gps para poder posicionarnos en todo momento.

Refugio Oulettes de Gaube, en el Pirineo francés. La niebla no nos deja localizar el refugio hasta que estamos casi a su lado

Altas Temperaturas. Golpe de Calor

El calor es también un factor a tener en cuenta en la montañas de nuestras latitudes. En verano es conveniente evitar las horas centrales del día, sobre todo si nuestra ruta transcurre por un sitio con pocas sombras.

Para prevenir un golpe de calor es importante llevar protección (gafas, gorra, crema…) y beber agua en abundancia.

Tabla de sensación térmica por calor. Fuente: AEMET

Rayos

Los rayos se forman por la diferencia de cargas entre las partículas de las nubes. Se producen en las tormentas, que se originan sobre todo en zonas de montaña, en verano y durante las horas centrales del día. En estas condiciones es cuando el intenso calor forma los cumulonimbos, nubes de desarrollo vertical responsables de las tormentas. Los rayos también pueden producirse en frentes no tormentosos, erupciones o incendios, aunque son poco habituales.

Aunque las tormentas son predecibles por los modelos, es difícil saber a qué hora van a empezar y dónde va a haber actividad eléctrica. Por esta razón, si vamos a realizar una actividad el mismo día que hay previsión de tormenta, debemos considerar comenzar la ruta a primera hora, con el fin de acabarla antes de que apriete el calor. Durante la actividad tenemos que estar pendientes del estado del cielo y la evolución de las nubes.

Si vemos que se acerca una tormenta, tenemos que abandonar la zona de cimas y crestas y descender en altitud. Las zonas de bosque son seguras, pero los árboles aislados son blancos fáciles para los rayos y no tenemos que acercarnos.

Si vamos a protegernos en una cueva no hay que situarse ni en la boca de la cavidad ni tampoco en el mismo fondo.

En el caso de que nos encontremos en una zona elevada y sin protección frente a los rayos, hay que desprenderse de los aparatos metálicos y apagar el móvil o cualquier otro dispositivo electrónico. Tenemos que sentarnos sobre nuestras mochilas y adoptar una posición con la cabeza entre las piernas, reduciendo al máximo nuestra altura.

Rayo capturado sobre Valdemorillo (Madrid)

Deprendimientos y aludes

Los desprendimientos pueden ocurrir en cualquier área de montaña, sobre todo en actividades como la escalada, aunque no son causantes de muchos accidentes. Para prevenirlos tenemos que conocer las zonas expuestas, evitar acumulaciones de gente que puedan derivar en desprendimientos, minimizar el tiempo de exposición y avisar en caso de caídas de piedras.

Los aludes se producen en zonas donde la acumulación de nieve produce un deslizamiento de esta ladera abajo. Hay distintos tipos de aludes (placa, fusión, nieve reciente) y se pueden desencadenar por distintas razones y condiciones meteorológicas. La mejor manera de prevenirlos es conocer las zonas y canales donde se producen aludes y evitarlas, así como reducir el tiempo de exposición. Es importante tener cierto conocimiento del estado del manto nivoso y consultar el boletín de peligro de aludes de la AEMET.

Alud de grandes dimensiones en el Valle de Eriste
Señalización de aludes. Es fácil identificar las canales por las que descienden aludes, ya que se encuentran desprovistas de vegetación

Resbalones, caídas, falta de conocimientos técnicos

A veces por falta de concentración, cansancio o preparación, surgen problemas como resbalones o caídas. Algunos pueden resultar sin consecuencias pero otros pueden ser más graves y producir lesiones. Por ello es importante siempre conocer las condiciones de la ruta y su dificultad, para saber si esta es apta según nuestras condiciones físicas y técnicas.

También es necesario saber con quién vamos, su edad, experiencia y posibilidades; así como tener claro qué hacer en caso de accidente.

Siempre se puede contratar un guía cualificado que conozca la zona y nos ayude a realizar la actividad, ya sea de senderismo, bici, escalada o cualquier otro tipo.

Otros riesgos

  • Oscuridad: este riesgo puede derivarse de alargar nuestras actividades (ya sea intencionadamente o por falta de planificación) hasta después de que anochezca. En este caso es fundamental llevar linterna o frontal con baterías de recambio y no desorientarnos.
  • Fauna y flora: siempre hay que conocer algo sobre la fauna y flora de la zona en la que estamos. Tenemos que evitar coger o ingestar futos o setas a no ser que los conozcamos perfectamente. Respecto a la fauna, siempre hay que respetar el ganado y estar pendientes de animales potencialmente peligrosos como garrapatas, avispas, culebras, escoloprendas o escorpiones, si bien es cierto que todos los animales nos van a evitar a no ser que invadamos su territorio.
Mastín guardando el rebaño. Estos perros, generalmente muy mansos y cariñosos, siempre van a defender sus animales si se ven comprometidos

Socorro en montaña

Si nos vemos envueltos en un accidente en una de nuestras rutas tenemos que actuar siguiendo la pauta del PAS:

  1. Proteger: evitar exponernos a otros peligros
  2. Alertar: avisar a los equipo de socorro
  3. Socorrer: aplicar primeros auxilios

El principal objetivo del salvamento es poner a salvo el grupo (tanto el accidentado como el resto), sin poner en peligro a los rescatadores.

Hay distintas señales de socorro tanto para avisar de un accidente como para comunicarnos con los servicios de rescate. Estas pueden ser luminosas (linterna, frontal) o acústicas (silvido, pito, grito).

Para ser rescatados es fundamental transmitir nuestra ubicación. Para ello podemos emplear mapas, un gps o el teléfono móvil. En un mapa o gps podemos sacar las coordenadas en las que nos ubicamos (tenemos que especificar el DATUM y el sistema de coordenadas geográficas o UTM), mientras que con un móvil la manera más sencilla es compartir nuestra ubicación por WhatsApp, aunque esto depende de que tengamos cobertura.

Si el problema es que nos hemos perdido nosotros o alguno de nuestros compañeros, lo primero es averiguar nuestra ubicación e informar a los servicios de rescate del mayor número de datos posible de la persona perdidida (nombre, edad, vestimenta, enfermedades, último punto donde se le vio, etc.), así como de las condiciones meteorológicas, del terreno y el tiempo que lleva desaparecida.

En montaña la ayuda externa puede venir por tierra o por helicóptero. El helitransporte, aunque más rápido y eficaz, tiene limitaciones como la visibilidad (oscuridad, nubosidad) y el viento.

Rescates en helicóptero

Para los rescates en helicóptero tenemos que describir a los rescatadores lo mejor posible las condiciones del lugar, si hay algún punto de aterrizaje, vegetación, visibilidad, obstáculos, etc. Entre las acciones que podemos llevar a cabo para facilitar un rescate en helicóptero se encuentran:

  • Buscar y limpiar una zona de aterrizaje de un diámetro de unos 20 metros, donde no haya obstáculos que superen el metro de altura. Cuanto más plana mejor
  • Agrupar el grupo y siempre tener visión del helicóptero. Mantenerse algo separados de la zona de aterrizaje.
  • Tener controlados todos los objetos que se puedan volar (abrigos, gorros, guantes, cuerdas, etc.).
  • De manera general, no debemos aproximarnos nunca al helicóptero. En caso de que tuvieramos que hacerlo por instrucciones de la tripulación, nunca hay que acercarse por la cola y, si está en pendiente, siempre por el lado del valle.
  • Las indicaciones principales que podemos hacer al helicóptero son: en forma de Y, con los brazos levantados (se traduce en «Yes», significa que necesitamos ayuda); o N, con un brazo inclinado hacia arriba y otro hacia abajo (esto indica al piloto que no somos nosotros los que necesitamos ayuda).
  • El helicóptero aterriza de cara el viento, por lo que las indicaciones debemos realizarlas siempre en frente de la zona de aterrizaje.
Señalización a helicópteros. Fuente: International Comission for Alpine Rescue (ICAR)